Decenas de habitantes de San Miguel Canoa están reunidos en la explanada de la plaza principal para protestar por la irrupción de personal del ayuntamiento y de policías municipales para reabrir la presidencia auxiliar, cerrada hace 11 meses.

Comandados por Rocío Pérez, hija de quien fuera edil de este lugar y actualmente preso, los inconformes protestan por este hecho ya que –dijo- no tomaron en cuenta el parecer de los vecinos, que no quieren que esté abierta la presidencia hasta que sean regresados servicios como la administración del registro civil.

Por lo menos unos 50 policías municipales están en este lugar custodiando las oficinas mientras que elementos de la Secretaría de Gobernación quieren establecer mesa de diálogo con los inconformes, sin que por el momento se esté dando.

El ambiente en San Miguel Cano es tenso y las amas de casa son las más molestas sin parar de lanzar consignas contra el gobierno capitalino, al que acusan de autoritario, exigiendo la presencia del alcalde Antonio Gali para poder negociar