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Busca LNS en la BUAP certificación Internacional
El Laboratorio Nacional de Supercómputo del Sureste de México (LNS), instalado en Ciudad Universitaria de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), inició los trabajos de preparación para la prueba internacional de certificación que se realizará en noviembre próximo con el objetivo de colocarse entre las 500 y 400 computadoras más poderosos del mundo.
Al contar con una de las cinco computadoras más poderosas de América Latina y una de las 500 más importantes del mundo, el LNS busca la certificación internacional en la que no aparece ninguna otra computadora en México.
Humberto Salazar Ibargüen, responsable de la operación del LNS, recordó que el proyecto se desarrolló con una inversión de 93 millones de pesos, recursos aportados por la BUAP, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“La prueba del top 500 se llevará a cabo en los primeros días del mes de noviembre. Así que, en este mes, estamos afinando la configuración del equipo de supercómputo para poder estar en un excelente lugar en la competencia del top 500”, comentó Salazar Ibargüen.
En la actualidad el LNS es el laboratorio más potente del país, superando a los laboratorios del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), de San Luis Potosí, y de la UNAM, agregó el investigador.
“Se realizan pruebas de desempeño de miles de componentes. Cada máquina trata de resolverlo y el tiempo que tarda, está ligado a su desempeño. Actualmente, tiene tiempo que ninguna computadora en México operando está en el top 500 y esperamos volver a entrar. Hace algunos años estuvo la computadora de la UNAM. La máquina número uno está en China, las siguientes están en Estados Unidos y Europa. Vamos a caer entre el 400 y el 500, estamos tratando de obtener el mejor lugar en este ranking”, destacó.
Agregó que el LNS planea proveer de soluciones y aplicaciones productivas a distintos sectores de la industria, como el manufacturero y automotriz, además de atender las necesidades del Servicio Meteorológico Nacional, de la Agencia Espacial Mexicana, del Sistema de Administración Tributaria (SAT), el IMSS, ISSSTE y de otras instituciones de gobierno.
“Nosotros pensamos en un periodo de cuatro años, recuperar la inversión realizada y con este dinero estar listos para la renovación del equipo. En el supercómputo, los equipos tienen un periodo de vida corto, de unos cuatro o cinco años. Con la recuperación de la inversión, esperamos que para los año 2019, 2020, rebasar el peta en desempeño, para ello, se requiere una inversión superior”, comentó.