• Sociedad

Qué no hacer al vestir al Niño Dios en Puebla este 2 de febrero

  • Lizzette Vela
Aquí te decimos cuáles son los atuendos inadecuados para mantener el respeto en esta tradición religiosa
.

Cada 2 de febrero, los fieles católicos celebran el Día de la Candelaria, una tradición en la que llevan sus figuras del Niño Dios a la iglesia para ser bendecidas.  Sin embargo, en los últimos años se ha observado una tendencia que generó debate entre la comunidad religiosa: la elección de atuendos poco adecuados para esta figura sagrada.

Esta costumbre, que tiene raíces en la presentación de Jesús en el templo, también incluye la práctica de vestir estas imágenes con trajes que no estén relacionados con su divinidad puede considerarse una falta de respeto.

De acuerdo con la Arquidócesis de Puebla, disfrazarlo de personajes de la cultura popular, como superhéroes, deportistas o figuras del entretenimiento, desvirtúa el significado religioso de la imagen. Tampoco es recomendable colocarle trajes de santos, ya que su dignidad divina es distinta a la de un beato o canonizado.

Otra práctica que se desaconseja es vestirlo con elementos supersticiosos o ajenos al cristianismo, como amuletos de la suerte, monedas en la cabeza o figuras que supuestamente atraen prosperidad. Según Desde la Fe, un medio católico, esta costumbre tergiversa la devoción y la convierte en una práctica basada en creencias erróneas.

Para vestir con respeto al Niño Dios, se recomienda elegir vestimentas que representen alguna advocación de Jesús, como el Divino Niño, Cristo Rey o el Sagrado Corazón de Jesús. Estas opciones mantienen la esencia religiosa y ayudan a fortalecer la fe de los creyentes. Además, optar por un atuendo blanco o sencillo simboliza la pureza de la infancia de Cristo.

No es obligatorio cambiar su vestimenta cada año, ya que lo más importante es la intención y el respeto con el que se realiza este acto. También se recomienda preparar la vestimenta en un ambiente de oración y reflexión, como una manera de expresar amor y devoción.

Los especialistas en tradiciones religiosas resaltan que el Niño Dios no es un adorno ni un juguete. Su imagen es una representación sagrada y debe tratarse con la veneración adecuada.  (LV) 

Tags: 

Comentarios de Facebook: