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¿Por qué se viste al Niño Dios? Este es el origen del Día de la Candelaria
El Día de la Candelaria, celebrado el 2 de febrero, es una de las tradiciones de la religión católica más arraigadas en México; en esta celebración, además de comer tamales, se acostumbra designar a un padrino, encargado de llevar al Niño Dios al templo usando una vestimenta nueva y un par de cirios, pero ¿de dónde viene esta tradición?
La celebración en México, tal cual la conocemos hoy en día, es una mezcla entre la religión católica y la cultura prehispánica. De acuerdo con la iglesia católica, el 2 de febrero se celebra la purificación de la Virgen María después del nacimiento del niño Jesús, a quien llevaron a la iglesia 40 días después del parto.
La tradición de vestir Niños Dios se popularizó en México a mediados del siglo XX en la iglesia de La Candelaria de los Patos en la Ciudad de México, donde la imagen se levantaba del pesebre para cubrirlo después con un manto.
En esta fecha, la gente acostumbraba realizar una procesión con velas o candelas, de ahí el nombre de Candelaria. Al final de la procesión, los fieles llevaban a bendecir los restos de sus candelas en una misa, los cuales se creía adquirían propiedades curativas para usarse en momentos de enfermedad.
Fray Toribio de Benavente documentó esta festividad en una de las crónicas de Historia de los Indios de la Nueva España redactada en 1541:
“En la fiesta de la Purificación y Candelaria traen sus candelas a bendecir, y después que con ellas han andado la procesión, tienen en mucho lo que les sobra, y guárdanlo para las grandes enfermedades, truenos y rayos, y para otras necesidades”.
Actualmente, según dicta la tradición, cada Niño Dios debe tener un padrino que se encargará de su vestimenta durante tres años. Así, cada 2 de febrero deberá estar vestido conforme a cada etapa de Jesús; el primer año usará un ropón blanco o de bebé para ser presentado en la iglesia acostado en un canasto rodeado de velas y romero.
El segundo año usará la vestimenta del niño de las palomas. En el tercer de cualquier advocación o representación de Jesús, aunque hoy en día esta parte de la tradición ha cambiado, y pese a que la iglesia no lo aprueba, se puede ver a algunas imágenes vestidas de doctor, policía, futbolista, entre otros.
En la ciudad de Puebla, específicamente en las calles 10 Poniente y 12 Poniente del Centro Histórico, es posible encontrar tiendas especializadas en vestimenta para Niño Dios para el Día de la Candelaría; además de talleres dedicados a restaurar las figuras de algunos raspones, golpes o desprendimientos por la manipulación de los creyentes al arrullar o presentar en la iglesia a la imagen. Los precios de los vestidos y de las reparaciones varían de acuerdo con el tamaño del Niño Dios. (AD)