El empleo del teléfono en el aula

  • Eduardo Mauricio Libreros López
Fomentar un uso más consciente y equilibrado podría ser clave para mejorar nuestra calidad de vida

Es verdaderamente preocupante el uso indiscriminado del teléfono celular en casi todas las actividades humanas. Este dispositivo, que en su origen estaba destinado a facilitar la comunicación y el acceso a la información, ha sido en gran medida transformado en una herramienta de entretenimiento. La tendencia a utilizar el celular principalmente para distraerse ya sea a través de redes sociales, juegos o contenido audiovisual, ha llevado a una disminución en la calidad del tiempo que dedicamos a actividades más enriquecedoras y productivas.

La omnipresencia del celular ha cambiado la forma en que interactuamos con nuestro entorno y entre nosotros mismos. En situaciones sociales, es común observar a grupos de personas más absortas en sus pantallas que en las conversaciones que tienen frente a ellas. Esto no solo afecta la calidad de nuestras interacciones personales, sino que también puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental, fomentando sentimientos de soledad y ansiedad.

Además, el uso excesivo del celular puede distraernos de nuestras responsabilidades diarias y afectar nuestra productividad. En contextos laborales y académicos, la constante tentación de revisar notificaciones o acceder a aplicaciones de entretenimiento puede interrumpir nuestro enfoque y disminuir nuestra capacidad de concentración.

Lo que sucede en las aulas empieza a ser alarmante. Los alumnos constantemente se distraen en las clases por el uso del celular, algunos entretenidos en los juegos, otros más escuchando música, algunos ensimismados en sus redes sociales, y así por el estilo.

En un ejercicio llevado a cabo en la clase de estadística que imparto, solicité a los alumnos que revisaran en sus teléfonos el tiempo que llevaban utilizándolo hasta ese momento del día. Los resultados fueron variados: algunos estudiantes mencionaron haber usado su teléfono durante media hora, otros durante una hora, y algunos incluso reportaron tiempos de uso de una hora y minutos.

Lo interesante de esta actividad es que, considerando que los estudiantes apenas llevaban en la escuela entre una y dos horas, los datos revelaron que el uso del teléfono celular durante ese corto periodo de tiempo representaba entre el 25 y el 50 por ciento de su tiempo en clase. Este hallazgo es revelador y plantea varias preguntas sobre el impacto del uso del teléfono celular en el entorno educativo.

En primer lugar, sugiere que los estudiantes están utilizando sus dispositivos móviles de manera significativa durante el tiempo que deberían dedicar a la atención en clase. Este patrón de uso influye de manera negativa en su capacidad para concentrarse y participar activamente en las tareas académicas. Además, plantea cuestiones sobre la gestión del tiempo y la atención en un entorno educativo donde las distracciones digitales son cada vez más comunes.

Asimismo, este ejercicio también invita a reflexionar sobre la forma en que la tecnología puede ser integrada de manera más efectiva en el aula. Si bien el uso del celular puede ser visto como una distracción, también presenta oportunidades para el aprendizaje interactivo y el acceso a información en tiempo real, aunque no estoy muy convencido de esto por el hecho de que representa incluso un instrumento para el acoso escolar. Por lo tanto, es fundamental que tanto educadores como estudiantes encuentren un equilibrio que permita aprovechar las ventajas de la tecnología sin sacrificar la calidad de la educación.

En conclusión, los datos obtenidos en esta actividad no solo demuestran el uso significativo de los teléfonos celulares por parte de los estudiantes durante las clases, sino que también abren la puerta a un diálogo más amplio sobre cómo la tecnología impacta el aprendizaje y cómo se podría gestionar de manera efectiva en el ámbito educativo.

Es esencial reflexionar sobre cómo estamos utilizando esta tecnología y considerar establecer límites que nos permitan aprovechar sus beneficios sin caer en la trampa del entretenimiento superficial. Fomentar un uso más consciente y equilibrado del teléfono celular podría ser clave para mejorar nuestra calidad de vida, nuestras relaciones interpersonales y nuestra salud mental en un mundo cada vez más digitalizado.

 

Los invito a ver los videos de 30 segundos acerca de los dispositivos para el control de tránsito en calles y carreteras, con motivo de un proyecto de Educación Vial propuesto por quien esto escribe e impulsado por el Dr. Román Sánchez Zamora, académico del ICGDE de la BUAP. Los encontrarán en esta dirección:

https://www.youtube.com/results?search_query=Romyn+ciudadano

En X: #romynciudadano

 

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Eduardo Mauricio Libreros López

Ingeniero Civil, estudios de Maestría en Ingeniería de Tránsito y Transporte, empresario, especialista en infraestructura, operación y educación vial, docente de matemáticas y diseñador curricular de la disciplina.