“Election day”
- Luis Ochoa Bilbao
Este día los electores de Estados Unidos tienen una cita que los compromete con su democracia. En un contexto polarizado y lleno de desconfianza, el futuro de la estabilidad política del país está en juego.
Donald Trump podría ser electo nuevamente. Se trataría de un hecho histórico si así ocurriera. Nunca antes, un expresidente que ha sido encontrado culpable en dos juicios y que enfrenta muchos más, ha llegado a la Casa Blanca.
Si gana Kamala Harris sería la primera mujer presidenta de ese país. Además, no sería blanca, sino de una minoría racial.
Hoy, las encuestas señalan que hay un empate perfecto entre ambos candidatos. El 47% votaría por Trump y otro 47% por Kamala. Sigue habiendo electores indecisos, y hoy sabremos si tomaron finalmente una decisión o si optaron por no votar.
Los electores de Trump son principalmente hombres, incluso entre los hispanos y los afroamericanos, a pesar de ser un candidato claramente racista. También votarían por Trump los mayores de 55 años. Es decir, por Trump votarían personas conservadoras, machistas y racistas. Exactamente el público al que Trump ha dirigido su campaña.
Los electores de Kamala son principalmente los jóvenes y las mujeres de casi todas las edades. Hacia esos grupos la candidata ha dirigido sus propuestas de políticas públicas para defender sus derechos reproductivos, apoyar a las madres solteras y dar créditos para la compra de casas a precios accesibles para los jóvenes de EE. UU.
Es claro que el país se encuentra profundamente dividido.
Esta campaña ha demostrado la fractura que existe entre los varones misóginos, racistas y los conservadores frente a las mujeres, los jóvenes y los progresistas.
La división es generacional e ideológica.
El problema, como lo hemos señalado antes en este mismo espacio, es que esas divisiones seguirán vigentes en EE. UU. aún después de las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Y todavía queda ver si Trump llega a aceptar los resultados, en caso de que éstos no le favorecen. Él y sus seguidores han esparcido la idea de que las elecciones serán fraudulentas lo que podría generar fuertes controversias y hasta violencia política.
El modelo de democracia de Estados Unidos está en crisis. El ganador de la presidencia lo hará con un esquema que favorece a los estados de la Unión más grandes y poderosos, y no quien obtenga más votos de parte de la gente.
Y podemos agregar que las nuevas generaciones de votantes, ajenas a la lectura y distantes de la educación tradicional, consume noticias en redes sociales sin verificar su veracidad.
Un principio fundamental de la democracia consiste en estar sustentada en ciudadanos informados y críticos. La sola presencia de Trump en esta campaña demuestra que el electorado estadounidense ha migrado hacia una masa superficial, consumista y mediática, que quiere votar de nuevo por una celebridad televisiva, aunque esto ponga en riesgo sus libertades más básicas.
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Internacionalista y sociólogo. Director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP. Se especializa en temas de política exterior, cultura política y sociología de las relaciones internacionales.