Riesgos calculados: 5 lecciones para tus finanzas

  • Eduardo Tovilla
Aprende a tomar riesgos financieros calculados y gestionar tu inversión, inspirado en el pádel

Jugar e invertir en el pádel me ha dado muchas satisfacciones. Por ejemplo, aquí donde me ven, he tenido la oportunidad de competir con jugadores profesionales de este hermoso deporte.

Ahora lo cuento con mucho orgullo y con una sonrisa, pero en su momento estaba muy nervioso. El riesgo de quedar en ridículo frente a jugadores de talla mundial era latente. Llevaba un par de días de preparación para el partido, pero no me sentía a gusto con mi estrategia. Así que, después de pensarlo, lo decidí: tomaría un riesgo calculado.

Opté por cambiar mi estrategia habitual y jugar más cerca de la red; un giro sutil pero fundamental en este deporte. Las siguientes semanas las dediqué a practicar voleas y globos precisos.

El día del encuentro llegó y, al principio, el cambio de táctica me costó algunos puntos. Pero pronto comencé a sorprender a mis experimentados rivales; no esperaban esa agresividad controlada. Pero, Eduardo Tovilla ¿por qué nos cuentas esto ahora? Simple: porque hoy quiero hablarles de los riesgos financieros y su importancia.

En pocas palabras, los riesgos financieros son la probabilidad de que una inversión o activo financiero no genere los rendimientos que esperamos, lo que puede resultar en pérdidas. Entre estos riesgos, podemos incluir los de mercado, de crédito, de liquidez y operativos.

Por ejemplo, un inversor en bolsa está expuesto al riesgo de mercado, donde las fluctuaciones en los precios de las acciones pueden afectar negativamente su cartera y la de sus clientes.

Sabiendo esto, lo obvio sería pensar que lo mejor es evitar por completo cualquier tipo de riesgo financiero que pueda costarnos. Sin embargo, en este sentido, la lógica financiera es contraintuitiva: es necesario tomar riesgos.

Evitar completamente los riesgos financieros no es aconsejable por muchas razones, pero podemos resumirlas en tres principales:

1. Porque limitas el potencial de rendimiento: Sin asumir riesgos, es difícil obtener rendimientos que superen la inflación y contribuyan al crecimiento de tu capital.
2. Porque obstaculizas el logro de objetivos: No importa si eres un inversionista o un emprendedor, será muy complicado alcanzar tus metas financieras sin asumir algunos riesgos.
3. Porque reduces la competitividad y la adaptabilidad: La aversión total al riesgo puede llevarte a la obsolescencia en entornos financieros y de negocios en constante cambio, así como a la pérdida de oportunidades.

“Pero, Eduardo Tovilla, ¿no puedo simplemente cuidar mi capital y mantenerlo sin tomar riesgos calculados o no calculados?” Puedes, pero, ¿quieres?

Lo sé, tu instinto de conservación te dice que lo mejor es no arriesgar, pero hay un costo de oportunidad en ello. En mi opinión, en lugar de evitar los riesgos, es más prudente tomar riesgos calculados y gestionarlos de manera eficaz para optimizar el equilibrio entre riesgo y rendimiento. Desde el punto de vista financiero, es fundamental por 5 razones clave:

1. Relación riesgo-rendimiento:
En finanzas, como en el pádel, si no arriesgas, no ganas. Los mayores rendimientos suelen venir de inversiones que implican cierto nivel de riesgo. Si siempre juegas seguro, es probable que tus ganancias sean nulas. Al tomar riesgos calculados, aumentas tus posibilidades de obtener mejores retornos.
2. Diversificación y gestión de riesgos:
No pongas todos tus huevos en la misma canasta. Al diversificar tus inversiones, repartes el riesgo y proteges tu capital frente a posibles pérdidas en un área. Es como en el pádel: si sólo dominas un golpe, tu juego será predecible. Desarrolla tus habilidades y estrategias para ser más competitivo.
3. Evaluación y análisis profundo:
Antes de lanzarte a una inversión, es crucial hacer la tarea: analiza, investiga y entiende en qué estás invirtiendo. Este análisis reduce la incertidumbre y te permite tomar decisiones más informadas. En el pádel, estudiar a tu oponente y planificar tu estrategia aumenta tus posibilidades de éxito.
4. Adaptabilidad y resiliencia:
El mundo financiero cambia constantemente y quien no se adapta, se queda atrás. Tomar riesgos calculados te permite responder a nuevas oportunidades y desafíos. Al igual que en el pádel, donde adaptarse al juego del rival puede ser la clave para ganar el partido.
5. Evitación de riesgos excesivos:

Tomar riesgos no significa ser imprudente. Es importante evitar riesgos innecesarios que puedan poner en peligro tu capital. Se trata de encontrar un equilibrio, arriesgar lo suficiente para crecer, pero no tanto como para perderlo todo. En el pádel, lanzarse a cada pelota sin pensar puede agotarte y hacerte perder; es mejor escoger bien tus jugadas.

Al final del juego, tanto en el pádel como en las finanzas, el éxito reside en saber cuándo y cómo tomar riesgos. Mi experiencia en la cancha me enseñó que una estrategia bien pensada y un poco de valentía pueden marcar la diferencia. Así que la próxima vez que dudes entre jugar seguro o arriesgarte, recuerda que el mayor riesgo es no tomar ninguno.

Ahora, por si se lo preguntan, ¿logré ganar algún punto contra uno de los mejores jugadores del mundo? Por supuesto que no, pero sí pude sorprenderlo con un par de trucos que, apuesto, no se esperaba.

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Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.