El 19 de octubre se celebra el Día Internacional de las Catedrales, una efeméride que busca rendir tributo a estos templos por su impacto social y artístico. Entre las catedrales más destacadas, la Catedral de Puebla se erige como un ícono de la ciudad, con su imponente arquitectura barroca y sus torres que desafían el paso del tiempo.

La Catedral de Puebla, cuya construcción inició en el siglo XVI, no solo es un referente arquitectónico, sino también un centro espiritual y social. A lo largo de los siglos, ha albergado importantes eventos religiosos, incluyendo ordenaciones sacerdotales y confirmaciones, reforzando su papel central en la comunidad católica.

Su diseño barroco, influenciado por los estilos renacentista y gótico, le confiere una identidad única. Los detalles en sus capillas y la sacristía, además de una vasta colección de arte sacro, hacen de este lugar un sitio de interés tanto para creyentes como para amantes del arte y la historia.

El Día Internacional de las Catedrales busca poner en valor la importancia de estos templos, que no solo son lugares de culto, sino también testigos silenciosos de la historia y el arte a lo largo del tiempo. Al igual que en otros países, en México se reconoce la relevancia de estos monumentos.

Iniciativas como "El atardecer de las catedrales" en España, donde se abren las puertas de templos emblemáticos al atardecer, inspiran a reflexionar sobre la belleza y la trascendencia de estas construcciones.

Finalmente, la Catedral de Puebla sigue siendo un punto clave en la vida cultural y religiosa de la ciudad, siendo un recordatorio constante de la grandeza arquitectónica que define a los grandes templos del mundo. (LV)