El futuro de las universidades en la era digital

  • Marisol Aguilar Mier
Los nuevos escenarios exigen transformar las universidades mediante enfoques innovadores

Nuestro mundo se ha transformado profundamente en las últimas décadas como resultado de los rápidos avances en las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y la consecuente digitalización de las sociedades, trayendo consigo nuevas demandas laborales y profesionales. En este sentido, las universidades ya no forman a sus estudiantes para una licenciatura típica, tal y como ahora las conocemos, sino que están preparando a las nuevas generaciones para empleos que aún no existen.

Sin embargo, la velocidad para responder a los nuevos retos no ha ido a la par del desarrollo tecno-digital, pues resulta claro que aún no se logra avanzar hacia una educación acorde a los nuevos tiempos en la que se aproveche estratégicamente todo el potencial de las TIC pues ello implica replantear los sentidos y finalidades de las universidades y como consecuencia, cambios sustanciales en sus modos de proceder, en sus prácticas y alcances.

Hoy por hoy la integración de las TIC en la educación universitaria ha dejado de ser opcional y se ha convertido en un requisito indispensable. Las plataformas de aprendizaje virtual y la enseñanza híbrida son solo el comienzo de esta revolución educativa. Además, la aparición en escena de la inteligencia artificial (IA) y su auge en diversos procesos y dinámicas de la vida actual, demandan también un cambio profundo. Revisemos a continuación, de qué se tratan estas tres transformaciones:

a) Uso estratégico de la IA en la Educación: La IA en las universidades plantea una serie de dilemas éticos, que abarcan desde cuestiones de plagio, derechos de autor y propiedad intelectual, hasta temas relacionados con la equidad, la brecha digital, la privacidad de los datos y el rol del profesorado. Las instituciones educativas tienen la responsabilidad de desarrollar políticas claras y ofrecer orientación sobre el uso ético de esta tecnología, garantizando que se respeten los principios fundamentales de la educación. Sin embargo, también es esencial reconocer el potencial de la IA y sus aportes. Por ejemplo, los asistentes virtuales y la analítica predictiva pueden identificar patrones de rendimiento estudiantil, facilitando un apoyo personalizado. Además, los chatbots permiten ofrecer tutorías automatizadas o asistencia administrativa de manera ágil y eficiente, mejorando la experiencia del estudiante y aligerando la carga de trabajo de los docentes y el personal administrativo.

b) Innovación en los modelos educativos: El enfoque pedagógico tradicional ha cambiado hacia modelos en los que el aprendizaje personalizado y adaptativo toman protagonismo. En este sentido, los métodos de enseñanza activos, como el aprendizaje basado en proyectos, la gamificación y el aula invertida, están demostrando ser más efectivos para involucrar al alumnado y promover una comprensión más profunda de los contenidos. En particular, las simulaciones y el uso de realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR) permiten a los estudiantes interactuar con situaciones complejas de manera inmersiva, contribuyendo así, a una formación más práctica y contextualizada.

c) Modalidades de formación híbridas: La pandemia aceleró el proceso de digitalización en las universidades, revelando un potencial que no hubiera sido posible imaginar sin haber estado obligados a migrar a nuevos enfoques. Esta modalidad, que busca combinar lo mejor de la enseñanza presencial y la formación en línea, permite una mayor personalización de los procesos educativos y mucha más flexibilidad, proporcionando al estudiantado el acceso a contenidos educativos y actividades de aprendizaje, desde cualquier lugar y en cualquier momento, lo que facilita la conciliación de la vida académica con otras responsabilidades, y permite a las universidades llegar a un público más amplio.

Ahora bien, ante las transformaciones explicadas, cabe preguntarse si, ¿los modos de organización y gestión de la educación superior son los que se requieren para afrontar los desafíos actuales? ¿Los programas académicos que hoy se ofrecen son los que necesita la sociedad? ¿Las prácticas docentes y las metodologías de enseñanza son las que facilitan el desarrollo de las competencias que los estudiantes necesitan para desempeñarse en el mundo de hoy?

Los nuevos escenarios ofrecen una gran oportunidad para explorar enfoques innovadores en las tareas tradicionales de la universidad. La creciente complejidad de los problemas actuales pone de manifiesto la necesidad de replantear su ser y quehacer. Esto implica reconocer que el uso estratégico de las TIC en la educación superior demanda un cambio en los paradigmas educativos vigentes, invitando a romper esquemas y aventurarse hacia nuevos horizontes. Es esencial repensar el propósito de las prácticas educativas apoyadas en la tecnología para aprovechar plenamente su enorme potencial en la #CiudadDigital.

 

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Marisol Aguilar Mier

Maestra en Nuevas Tecnologías para el Aprendizaje y licenciada en Educación por la Ibero Puebla. Actualmente colabora como académica en el área de Educación Virtual en la IBERO Puebla en el desarrollo de innovación tecno-educativa, e-learning y competencias digitales.