“Llegamos todas”: Claudia Sheinbaum

  • Julio Broca
Vale la pena poner el acento en lo que significa que por fin una mujer sea la presidenta

Sobre la toma de protesta de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, me gustaría comenzar con algunos fragmentos del final de su discurso ante el Congreso del a Unión:

“Hoy quiero reconocer no solo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles, a las que, con nuestra llegada a la presidencia y estas palabras, hago aparecer. Las que lucharon por sus sueños y lo lograron; las que lucharon y no lo lograron. Llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron, llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas, llegan las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas las demás, a las bisabuelas que no aprendieron a leer y escribir porque la escuela no era para niñas; llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, a las mujeres anónimas, las heroínas anónimas que desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo lucharon por ver este momento {…} Llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres pudiéramos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determinara nuestro destino…”

Esto es un conjuro, una mística y metafísica que proviene de un ordo amoris, una orden del corazón que da ritmo a un discurso, una visión política. Esta vez la presidencia no inicia con el caudillo, el hegemón aterrador o ridículo, ni con el líder carismático, comienza con el emplazamiento de todos los anteriores por el gran silencio en la historia de México: la mujer silenciada, la que luchó y no lo logró, la que no pudo alzar la voz y gritó a solas. No más héroes ni heroísmos. Vale la pena poner el acento lo que significa que por fin una mujer sea la presidenta. Y para eso me gustaría recomendar y enfocarme en el programa que Capital 21 preparó para dar cobertura al evento y, especialmente en una mesa de análisis. Esto porque la mesa, previa a la protesta de la presidenta, esbozó líneas que terminaron por confluir con el discurso de la Jefa de Estado. Los temas abordados por las moderadoras Azul Alzaga y Luisa Cantú, junto con las participantes del panel, me parecen trascendentales porque manifiestan con claridad preguntas que por ahora millones de personas tenemos. El presente texto se divide en siete breves apartados:

1. ¿Qué se espera de una mujer en el poder?
2. Que sea mujer no garantiza nada
3. “No llego sola, llegamos todas”
4. ¿Viene un poder comunal?
5. Fragmentos del discurso ante el Congreso<
6. Lo más electrizante del discurso en el zócalo
7. “Lo que no se nombra no existe”

¿Qué se espera de una mujer en el poder?

Compartiré aquí algunas apreciaciones de las expertas de la mesa previa a la toma de protesta preparada por el medio Capital 21. Para Karla Motte, Claudia es un cuadro relevante desde 1986 en la primera lucha de rechazo contra la privatización de la educación pública en la UNAM. La defensa de la educación como derecho y no como privilegio ni negocio por parte de la actual presidenta se explica desde esta vocación temprana por la lucha social. Sara Hidalgo, también historiadora, destacó el nuevo logotipo del gobierno con una mujer indígena al frente y planteó que esto puede entenderse como un manifiesto en favor de la mujer comenzando, por aquellas más marginadas por una modernidad homogenizante.

Por su parte, Teresa Rodríguez de la Vega, profesora del centro de estudios sociológicos de la UNAM hace una precisión: con Claudia regresa la ciencia y termina la “econometría” refiriéndose al papel subordinado de México en el periodo neoliberal como simple contador y ejecutor de directrices externas. Por el contrario, los números que hace ahora el gobierno tienen un sentido hacia la soberanía.

Karla Motte señaló que líneas históricas de largo aliento y de reciente emergencia se juntan. Por un lado, la larga historia de las sufragistas, de las primeras universitarias, de las primeras científicas del país y por otro —que finalmente se juntarán—, tenemos la democratización desde la izquierda política (Frente Democrático Nacional) y la paulatina ocupación de espacios políticos por las izquierdas. Esto confluye en la presidenta como devenir histórico. Confluye la larga lucha y los logros recientes en la consolidación de un gabinete paritario. 

Que sea mujer no garantiza nada

Al respecto Teresa Rodríguez, fiel a la vocación sociológica de no naturalizar nada, rechaza que el hecho de que la presidenta sea mujer defina algo. Lo determinante en realidad, señala la socióloga, son los resultados de sus acciones, su gestión al frente de la CDMX. Destacó la académica que Claudia tiene una línea muy centrada en la inteligencia y no en la reacción violenta frente a las cuestiones de seguridad. También el fortalecimiento de políticas sociales indica que hay una política de atención de causas. Quien esto escribe coincide que, precisamente frente a la otra candidata mujer, lo determinante para preferir a Claudia ha tenido que ver con su preparación, su experiencia y sus resultados. Esto no significa que neguemos estar frente a un hecho histórico importante.

Para comprender la complejidad del tema, Sara Hidalgo propone algunas coordenadas importantes para analizar los retos que Claudia enfrentará: 1. Su relación con las Fuerzas Armadas; 2. La relación con el gobernador saliente y 3. El estilo personal de gobernar. Estos aspectos, según la especialista, se espera que sean atravesados transversalmente por lo que podríamos llamar una política de la economía del cuidado. Lo anterior alude al hecho de que se ha demostrado que son las mujeres que cuidan a los demás, quienes soportan en sus espaldas una cantidad monumental de la economía mundial sin recibir el más mínimo reconocimiento por eso.

¿Cómo lidiará Claudia con las expectativas, las comparaciones con el gobierno saliente? Esta pregunta la ataja Sara señalando que más allá del optimismo, de la paridad en el poder, y del innegable cambio social y cultural que esto implica, se debe tener en cuenta que muchas preguntas hacia la presidenta están cargadas de misoginia al pedirle que se pruebe como capaz. Algo que no se les exige en general a los hombres aun sabiendo que son unos completos incapaces e.g., Peña o Calderón.

“No llego sola, llegamos todas”

Qué significa que “llegamos todas”. Para entender este mensaje reiterado de Claudia, Teresa Rodríguez de la Vega señaló que la presidenta no tiene un discurso meritocrático, y me atrevo a agregar, tampoco es un mensaje egomaníaco, en contraste con aquel discurso de Xóchitl Gálvez que nos contó que de vender gelatinas llegó a ser candidata, (recordemos a la Gaviota que vendiendo cosméticos logró comprarse una mansión de millones de pesos… cómo no van a “merecer abundancia”). Por el contrario, señaló la socióloga, la presidenta electa no habló de “ella” haciendo o logrando cosas; antes se refiere a su proceso «como heredera de una lucha política que rebasa sus esfuerzos personales y sus virtudes» y acepta que el mérito no es suyo sino de un proceso histórico y de todas las mujeres.

Pero no es solo el fenómeno presidenta el que debe llamar la atención, hay más quiebres históricos importantes. En este sentido Sara Hidalgo señaló que aunque hablemos de la primera presidenta como ruptura histórica, hay otro quiebre: el trato en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y en este, a los pueblos indígenas. La historiadora recalcó que esto es muy importante porque incluso en el siglo XX los pueblos indígenas eran vistos como un problema, «que debían incorporase, civilizarlos, para alcanzar modernidad, pero después de la revolución viene en gran olvido.» La Dra. Hidalgo nos dice que, aunque en 1994 viene la gran llamada de atención [el levantamiento zapatista], son AMLO y Claudia quienes efectivamente los ponen al centro de la política pública de forma efectiva a nivel nacional. Por lo tanto, podemos decir, parafraseando a la investigadora que «aquí hay una gran ruptura, positiva en favor de los olvidados, marginados, etc. porque entonces no tenemos que transformarlos, ni civilizarlos ni integrarlos», sino que se gobernará con ellos, para ellos tal cual son y respetando su ser. 

¿Viene un poder comunal?

Karla Motte habló del protagonismo de los pueblos originarios en el discurso político del pasado sexenio y que continuará en este. Al respecto es paradigmático el planteamiento urgente del derecho de las mujeres a la tenencia de la tierra. Motte señala que esto implica que la transmisión patrilineal de la tierra queda cuestionada. Esto le dice a la sociedad, según Motte, que son problemas que venimos arrastrando donde se ha subordinado a las mujeres históricamente; por ejemplo, en el ejido era el padre que tenía el derecho y la herencia se transmitía sin cuestionarse al primogénito varón y remata: “habíamos sido educadas para pensar que no podíamos ejercer autoridad […] vivimos tiempos inéditos, cambios profundos en el país, las mujeres tenemos un protagonismo inusitado y debemos estar orgullosas». Claudia llega con un mensaje de inclusión ampliado hacia las mujeres, con un acento particular en la justicia de género.

Fragmentos del discurso ante el Congreso

  • “Hace exactamente 19 años en este mismo recinto, en un atropello a la libertad, el jefe de gobierno de entonces Andrés Manuel López Obrador, frente aquella legislatura, pronunció un discurso que cimbró para siempre la lucha por la democracia en comparecencia contra el juicio del desafuero cuyo único propósito era el intento de un fraude anticipado, [Andrés Manuel] dijo: ustedes me van a juzgar, pero todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia.”
  • “El humanismo mexicano demostró falaz el modelo neoliberal”
  • “No habrá aumento a gasolina, diésel ni electricidad ni al gas doméstico en términos reales y se hablará con empresarios para no aumentar precios de canasta básica.
  •  “Habrá estado de derecho: La reciente reforma constitucional al poder judicial que marca la elección por voto popular de magistrados jueces y ministros significa más autonomía e independencia del poder judicial”.
  • “Un millón de viviendas, primero rentar y luego adquirirla y créditos a bajo costo para mejoramiento y programa masivo de escrituración.” 
  •  “Doble de kilómetros que construyó el presidente de trenes de pasajeros: de CDMX a Pachuca, CDMX a Nuevo Laredo, y CDMX a Nogales. Recuperación de tren de pasajeros a Veracruz. Antes los privatizaron ahora los recuperamos con orgullo.” 
  • “Objetivo fundamental de petróleo de Pemex será nacional y se limitará 1.8 millones de barriles diarios. Eficiencia energética y transición. Recuerden que la “reforma energética” proponía una producción de 3 millones de barriles diarios, eso es ambientalmente imposible mejor promover la eficiencia y fuentes renovables.” 
  • “No permitiremos la siembra de maíz transgénico.” 
  • “Vamos a limpiar los ríos más contaminados del país.”
  • Seguridad: “disminución de delitos de alto impacto no regresará la irresponsable guerra contra el narco de Calderón que tanto daño le sigue haciendo a México.” 

Lo más electrizante del discurso en el Zócalo

Si me lo permiten, percibí en Claudia dos voces: la de la activista y la de la estadista. Aunque sea un detalle menor percibir esta diferencia, que seguramente es subjetiva, destaco aquí puntos en los que su tono más activista se pudo percibir y que además los considero especialmente electrizantes:

  • No al nepotismo ni familiares directos en la función pública. [Esto no va a gustarle nada a los familiares que han cundido el poder judicial y muchos otros].
  • Sobre el agua: “Ordenamiento de concesiones y transmisión e derechos de agua y este mis firmaremos un acuerdo nacional por la seguridad y sustentabilidad hídrica con los actores y haremos reformas para garantizar el agua como recurso de la nación.” 
  • No reelección para ningún puesto público.
  • Desaparición de la USICAMM
  • México potencia científica, tecnológica y de software
  • Programa espacial
  • Secretaría de las mujeres
  • Sistema nacional de cuidados
  • Continuidad a la búsqueda de los 43
  • Precio justo a la tortilla
  • Autosuficiencia alimentaria
  • Fusión de Segalmex y Diconsa para crear Alimentación para el Bienestar.

Lo que no se nombra no existe

Para terminar, las emotivas palabras con las que inicié este texto, se complementan con las de cierre, dichas por Claudia en su alocución en el recinto legislativo:

“Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres; durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotros no contaron una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres, poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo, hoy sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia de México desde diferente trincheras y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas y con ello hago una respetuosa invitación a que nombremos president-a, con “a” al final, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniera, con “a”, porque como nos han enseñado, solo lo que se nombra existe.”

Para nosotros queda mucho qué hacer. El gesto de rechazo y el que se le haya borrado la sonrisa ante la cercanía de Sergio Mayer el pedirle una foto al finalizar la toma de protesta, habla de lo que a las bases nos queda por hacer pues, no solo la presidenta sino el presidente saliente, con mucho recato y prudencia han dejado ver que no son ciegos a los riesgos que una Morena con tanto arribista, puede representar. Pero por hoy, por lo menos por hoy, a disfrutar lo votado.

 

 

 

 

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Julio Broca

Artista gráfico y sociólogo, investiga fenómenos culturales de disrupción y rebelión. Diseñador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”-BUAP.