Campesinos y vecinos del municipio de San Pablo Anicano exigieron la intervención de las autoridades estatales y federales para resolver la contaminación generada desde la cabecera municipal de Acatlán de Osorio, donde se vierten aguas residuales al río Tizac.

Por su parte, vecinos de la zona urbana de Acatlán de Osorio pidieron al alcalde Pedro García Núñez atender el problema de afectaciones a las calles para dar mantenimiento de la red de drenaje, problema que data desde noviembre de 2023.

Aurora Molina mencionó que si bien no es temporada de calores, los olores que salen del drenaje son insoportables e invaden viviendas y negocios, que han visto disminuidas sus ventas por la falta de clientes.

Junto con los vecinos criticaron al alcalde, pues es médico de profesión: “Debe saber sobre el riesgo sanitario por la mala planeación de la obra, a veces no hay trabajadores, principalmente en la calle Josefa Ortiz de Domínguez, que es de las más transitadas”.

El río Tizac, que cruza la zona urbana de Acatlán de Osorio, se ha convertido en deposito de aguas negras, y vecinos acusan que el afluente es vital para pozos y cultivos de maíz, frijol, calabaza y jitomate.

Al momento autoridades ejidales y municipales de San Pablo Anicano no han emitido postura alguna sobre este problema.

Acatlán de Osorio cuenta con una planta de tratadora de guas residuales, la cual según reportes no opera al momento y el Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024, en el apartado de “Cuidado al Medio Ambiente”, no contempla ninguna acción de rescate para su funcionamiento. (MCJ)