Existen diferentes matices en cuanto a las lecturas que pudieran darse del resultado de la elección, que van desde el triunfalismo que enarboló el presidente en la ‘mañanera’ hasta el contraste de las tertulias de opinión de los noticieros nacionales.

En términos reales, MORENA sigue manteniendo la mayoría legislativa que le permite controlar el presupuesto federal y por ende, mantener los programas sociales. En un sistema federalista no debe sorprender a nadie el sistema de pesos y contrapesos con la oposición legislativa. Pasó a ser el partido con más gubernaturas y que a nivel alcaldías, gobierna a la mayor parte de la población del país; además de controlar la mayoría de las legislaturas locales.

En contraste con Puebla, hay que reconocerle al gobernador que ganó donde quería ganar y operó para perder donde quería perder. De forma muy extraña, el comportamiento electoral de la zona metropolitana desde mediados de los noventa, se dio un voto diferenciado.

El buen nombre de MORENA y colgarse de la imagen presidencial no es suficiente para ganar frente a la imposición de candidatos desde los escritorios de la Ciudad de México. Queda demostrado que el verdadero enemigo de la 4T no es el PRIAN, es la división, el personalismo, el no saberse reconocer como partido-gobierno, ese canibalismo casi inherente.

Inicia el camino a la sucesión. MORENA necesita iniciar un proceso de autocrítica para poder subsanar errores y lograr que la 4T se imponga ya como el partido en el poder y no como un aparato de propaganda de nuestro máximo dirigente.

Postdata

Se acabó la campaña. Espero que los gobiernos de la zona metropolitana, en especial San Pedro Cholula, trabajen para bien. Que se corrija el desastre de los últimos dos años y medio. Les deseo el mayor de los éxitos.