Silenciosamente por décadas, el acoso laboral en mujeres principalmente ha sido irremediable y aún más en edades que oscilan entre los 31 y 45 años y en hombres aproximadamente 40 -60 años. Y las estadísticas hablan, pues existen 19 millones de mujeres empleadas, 45 por ciento mayores de 14 años, según reportó el ENOE en 2012.

Las causas principales en mujeres van desde la intimidación psicológica y el acoso sexual, hasta la propia maternidad, pero esto no sólo se da en grandes empresas o en entidades gubernamentales, actualmente en las Pymes es donde realmente se tienen más casos y en este sector cabe destacar que es donde menos se denuncia.

Es razón por la cual se tiene que resaltar que en la equidad de género  y el término “mobbing” no deben de ser propagados porque aún la brecha laboral está en un nivel decreciente  a nivel mundial (lugar 68 de 136 naciones). Lo preocupante es que esta condición tan carente de respeto a la mujer se ve reflejado en una sociedad con baja productividad, mal clima laboral, baja competitividad y en salud pública con mujeres con alto stress, baja estima, diabetes y trastornos emocionales.

¿Pero qué pasa con el “Mobbing” entre los varones?

Son trabajadores que se levantan cada mañana pensando y confiados de que su imagen y autoestima profesional será degradada por alguien cercano, y en sus 8 horas laborales o más, éste le va a impedir realizar su actividad.  Pero no sólo es por el caso de acoso, es por el conflicto emocional y psicológico, por alguno de sus jefes directos o indirectos o por los mismos compañeros de trabajo.

Aquí el caso, no menos importante, pero lamentablemente, es la falta de respeto al compañero, que es lo más evidente. Y es que  la pérdida de confianza e igualdad entre compañeros son situaciones que provocann menosprecio y la falta de voluntad para mejorar el desempeño laboral.

No sin olvidar la baja remuneración y que las personas por lo general se encuentran en el lugar menos indicado para potenciar sus habilidades profesionales.

Por último, no se debe de olvidar que el ”Mobbing”, no se debe olvidar para personas con preferencias sexuales como a homosexualidad.  Pues parece que los efectos de la ley no existieran o que los derechos básicos no son válidos.

Es por ello que vale la pena reflexionar y hacer valer en cada empleo o en cada situación acciones equitativas en lo que comúnmente se denomina “trinchera laboral”, además de que se pueda llegar a un equilibrio y balance psicológico, porque todavía México es un país donde el 90%  de las personas activas económicamente convivimos laboralmente con nuestros mismos paisanos; sin embargo lo determinante es que exista  pluralismo social, y por tanto debe promoverse un cambio en la convivencia laboral para vivir otros colores y temáticas.

Así, que para atacar este mal, que ya es un fenómeno que nos atañe cada vez más y que se es aun mas evidente, considero que lo mejor es mejorar la convivencia con el mejor de los respetos, y regresar a las prácticas de respeto.

De esta forma, enfatizo que el tejido social se debe de cuidar siempre en todos los lugares y no solamente donde está la fuente de la tranquilidad que nos da nuestros empleos.

Por esta razón, vale la pena pensar que si existiera el caso de alguna discriminación, se debe denunciar al lugar adecuado y este es Conapred (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación). Porque para vivir mejor y para ser una sociedad más propositiva, se debe empezar por estar conformes y tranquilos en el ámbito laboral.

“Un hombre solo tiene el derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse”

G.G. Marquez

*Inglaterra le da nombre al concepto. Sin embargo, esta actividad se practica desde que existen el poder y la debilidad. El origen de la palabra tiene que ver con «mafia» o ataque y el término se refiere al acoso psicológico en un ambiente laboral.