De Michoacan a Davos

  • René Sánchez Juárez

La semana pasada se llevó a cabo el Foro Económico Mundial, evento que congregó a los países líderes del mundo, escenario ideal para que el presidente Enrique Peña Nieto expusiera sus logros ante la comunidad internacional, demostrando que en sólo catorce meses pudo cambiar al país a través de reformas trascendentales, como no lo pudieron hacer los priístas  en 70 anos de gobierno, pero sobre todo sus dos antecesores provenientes del Partido Acción Nacional y beneficiarios de la transición democrática. 

El presidente arribó al Foro con todas sus reformas estructurales aprobadas, así que su discurso estaba enfocado a hablar de un México de progreso, democrático y con un fuerte estado de derecho encaminado a ser un país fuerte y en paz. Así fue el comienzo de su ponencia magistral en Davos.

Después de que Peña Nieto había manifestado los logros y beneficios que traería al país cada una de las reformas aprobadas en su administración, la educativa, telecomunicaciones, financiera, fiscal, política y energética, comenzó la plática con Klaus Schwab presidente ejecutivo del Foro, quien en la presentación se deshizo en halagos para el mandatario mexicano, pero una vez en la plática hubo dos preguntas interesantes, las cuales hacían referencia a la situación de la seguridad en nuestro país.

El presidente Peña no tuvo otra alternativa que responder sobre el tema de la inseguridad que se vive en Mexico. La situación en Michoacán se impuso ante los asuntos de impacto global que eran los temas de la reunión de Davos. La inversión internacional esta atenta a los procesos políticos y económicos de los países en desarrollo; sin embargo, también para los inversionistas un factor primordial es el de la estabilidad social y la gobernabilidad. 

La respuesta de Peña fue de reconocer la situación de  inseguridad que existe en el país y que no es sólo de un problema de México, sino de América Latina además de que fue una herencia de los gobiernos panistas a su administración. Lo cierto es que la violencia no ha disminuido y tuvo que ser la sociedad michoacana quien tomó la iniciativa en la defensa de sus vidas y sus bienes y con esto evidenció la incapacidad del estado mexicano y la falta de una política de seguridad nacional que fue lo que resaltó en la reunión de Davos.

Ante ello el presidente Peña Nieto lanzó una convocatoria a los grupos de autodefensa de Michoacán “que genuinamente quieran participar en las tareas de seguridad, que lo hagan atendiendo a los principios y a la formalidad que prevé la ley cumpliendo los requisitos de ley, para ser parte de los cuerpos de seguridad” lo que pareciera un llamado a la instituicionalización de la violencia social en Mexico. Otra respuesta que encontró viable al problema de la inseguridad fue la de asegurar que en México han disminuido en 30% el índice de homicidios relacionados al crimen organizado.

El tema de la inseguridad viajó con el presidente hasta Davos, con lo cual no sólo se vio eclipsada su presentación sobre el futuro económico del país resultado de las reformas, sino que desde el extranjero reconoció lo que su gobierno no había querido convalidar, que es la legitimidad de los grupos de autodefensa y fue más allá al abrirles la vía de la legalidad. Lo que pareciera una simple respuesta en la reunión de Davos podría convertirse en el primer paso a una salida institucional del problema de la violencia que se ha multiplicado a nivel de las comunidades que siguen sin encontrar respuesta de las policías y del ejercito ante el embate de los grupos delincuenciales en Mexico.

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René Sánchez Juárez

Politólogo y Maestro en Ciencias Políticas. Académico de la BUAP. Sindicalista y dirigente FROC-Puebla. CONLABOR. Ex Diputado Local y Federal