Percepciones en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

  • Joshue Uriel Figueroa
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Percibimos, lo cual significa que agregamos significado a cada señal que agregamos en el camino.

Deepak Chopra

Llego el momento de pensar en el pasado y el porvenir de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UAP. El próximo lunes 13 de enero los estudiantes y maestros en derecho, ciencias políticas, relaciones internaciones, consultoría jurídica, sociología y criminología elegirán quién será el responsable de la dirección.

A unos días de votar las opiniones varían, incluso se llega a percibir entre pasillos un aire de indiferencia, producto del aplazamiento de la votación. Empero predomina una simpatía por el Dr. Carlos Moreno Sánchez derivada de la claridad, conocimiento y curso  de sus propuestas; los comentarios en los salones le favorecen como una persona positiva, capaz de escuchar las problemáticas y ejecutar soluciones. En resumen, la perspectiva es que Moreno  tiene la cualidad  de convenir los conflictos de la facultad y el compromiso de potencializarla.

Sin desmarcar al resto de los candidatos (Andraca, Ávila Caso, Portillo y Pineda) a pesar de los intentos desmedidos por remover las fibras sensibles de los estudiantes, sus métodos y  estrategias no fueron adecuados. En primer lugar la mayor parte de su campaña se construyo en el discurso del “victimario” en la farándula de ser una “oposición” sin dotar a su lenguaje de un contenido innovador, todas sus propuestas se vieron opacadas por la “paranoia” ficticia del enfrentamiento político. En segundo término se centraron en las necesidades de los estudiantes en Derecho olvidando al resto de las licenciaturas. El tercer aspecto es la proyección de una imagen poco confiable y más bien deprimente de su actuar: preocupados más en la contienda legal pasaron más tiempo explicando sus descontentos a la comisión electoral que convenciendo al estudiantado. Por último recurrieron sin aliento a la confrontación, la negatividad y  la arrogancia. La falta de una visión reflexiva  de su situación política llevaron todas las posibilidades de ser una real oposición a un cajón de conflictos personales entre viejos lobos marinos llenos de resentimiento, caprichos  y falta de imaginación. En suma un museo de rencores.

La abrumadora serie de mensajes que se percibieron, generaron la sensación de que los candidatos se orientaron a fortalecer su imagen y la de grupos sectarios de estudiantes que se consideran “elites” en la universidad pública.

Solo queda esperar la decisión de la mayoría en las urnas, sin dejar de pensar y actuar por nuestra universidad de forma crítica, autónoma y popular. Sin duda cualquiera que sea el ganador; hace falta un profundo análisis  de las demandas estudiantiles que hasta el momento nadie ha hecho. Los intentos de la administración central por una consulta al estudiantado, no tuvieron la convocatoria ni el impacto necesarios para expresar el contexto real  de todos los problemas bajo los  cuales se enfrentan diariamente los universitarios.

Resulta imprescindible  aplicar  un estudio con rigurosidad científica que dote de sustento las demandas más sentidas de cada facultad y escuela, solo de esta forma podremos saber de manera descentralizada como construir respuestas que encaminen a la universidad que queremos para el futuro.

Deseo la mejor de las suertes a los candidatos de nuestra facultad  e invito a los estudiantes a que votemos por la opción más respetuosa y coherente.

 

figuerblazj@hotmail.com

 

 

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Joshue Uriel Figueroa

Politólogo y abogado con estudios de Maestría en Políticas Públicas y Género (FLACSO). Fue Consejero Universitario en la BUAP. Activista por los derechos humanos. Se ha desempeñado como asesor en el INE y en la Cámara de Diputados. Desde el 2019 es titular del Programa Becas Benito Juárez en Puebla.