La mentira, esencia de los políticos

  • Carlos Macías Palma
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@cmaciaspalma

 

Los políticos lo saben todo. Acostumbrados a mentir una y otra vez y las veces que sean necesarias, las mujeres y los hombres dedicados a la administración y a la vida pública de la política se convierten en “todologos”, sin dejar de ser unos mentirosos a cambio de ganar las elecciones y mantenerse en el poder.

Los candidatos lo saben todo y tienen soluciones para cualquier problema, dicen. Nada existe en el universo que sea imposible resolver cuando ganen las elecciones, dicen. Lo mismo saben de viveros, que de flores, que de producción de truchas, empleo, economía, filosofía, combate a la delincuencia, política exterior, inversiones extranjeras, pavimentación, alumbrado, transporte y otras tantas cosas, dicen.

Los políticos responden con mentiras a todo. Siempre están comprometidos con la sociedad para dar su vida y alma para resolver sus problemas, dicen. Están enamorados de la ciudad o del estado o de los pobres, dicen. Se la pasan prometiendo lo que saben perfectamente no van a cumplir, porque al arribar al poder los beneficios de todo tipo, generados por la corrupción, son para sus allegados, sus cercanos, sus cómplices, sus socios, sus familiares, sus amigos.

A los políticos no se les debe creer, pues por eso son políticos. Es decir, especialistas en mentir, en prometer para no cumplir, en evadir la verdad y sus responsabilidades, siempre culpando a los otros políticos. Por ello es que cada inicio de gobierno federal, estatal o municipal, ofrecen un diagnóstico dramático de la situación que encuentran, pero terminan su gestión y dejan las cosas igual, si es que bien nos va o en ocasiones hasta peor.

Los ejemplos pueden ser cualquiera. Mario Marín, Felipe Calderón, Carlos Salinas, Vicente Fox, Rafael Moreno Valle, Eduardo Rivera Pérez o cual más. Todos terminan igual, sin cumplir compromisos y mintiendo a la comunidad que cada elección acude a las urnas con la esperanza de que algo cambie en este país, en este estado, en esta ciudad. Y finalmente todo cambia para seguir igual. Las mentiras son lo que los candidatos ofrecen.

El Verdugo

La verdad es lo único que no ofrecen los políticos. La corrupción es su esencia. Familias multimillonarias deja el servicio público al más alto nivel. El Verdugo dice: quiero ser político.

Gracias