Debatir es un verbo que significa que dos o más personas discuten sobre algo, generándose la disputa y confrontación de ideas que se sustenta en argumentos defendibles con conocimiento de las causas y orígenes de los problemas que ese algo crea y deben ser solucionados. Y en el evento que organizo Actívate por Puebla, donde se dieron cita los candidatos a la presidencia municipal, Antonio Gali Fayad de la coalición Puebla Unida, Enrique Agüera, de la coalición 5 de Mayo y Miguel Ángel Ceballos, candidato del PT, lo que vimos y oímos los ciudadanos fue una exposición de opiniones y motivos que nos transmitieron los candidatos, sin que se acercaran a lo que realmente es un debate de ideas y propuestas, sin embargo se aplaude el esfuerzo de los organizadores por insertarle un ingrediente cívico a este proceso electoral. Sin embargo creo que el ejercicio sirvió para conocer un poco más a los candidatos y en mi sentir vi con mejor perfil, experiencia y viabilidad de propuestas al candidato de la coalición Puebla Unida Antonio Gali. Del candidato del PT, sinceramente creo que su participación obedece más a un interés personal de obtener alguna tajada de este festín electoral que hacer algo por el partido que lo postula y por la ciudad que aspira a gobernar, puesto que sabe que no ganara y entonces, no, nos extrañe verlo más adelante con algún estímulo por haber participado y dividido los votos.
Al que se le vio, al inicio del encuentro con miedo y nervio fue a Enrique Agüera, y creo que si a alguien le sirvió el dizque debate es al PRI, porque seguro les estará preocupando lo mal que se vio su candidato que “piensa en grande” y por eso no se anda con pequeñeces ni mezquindades para adquirir propiedades jodidas, hay que edificarse y comprarse bienes inmuebles en Miami. Como el temblor del pasado domingo o como las últimas explosiones del popo, en el PRI deben de ver con preocupación como el candidato de “los buenos resultados” se está derrumbando, por que ahora se dan cuenta que nunca se pudo desprender de su pasado de rector de la BUAP, y presumir haber dado a Puebla un “complejo universitario”, donde se realizan eventos culturales y otros no tan culturales, y que por los precios que se debe pagar, los pobres son los que menos acceso tienen a ellos, e imaginarse que andarlo cacareando le va ayudar, lo cierto es que le resta credibilidad y votos. Pero algo aun más preocupante sucede cuando el candidato de la Coalición 5 de Mayo, recurre a la frase, “tú me conoces, por lo que hice en la universidad”, y esto lo señalo, porque en unos días más habrá un reencuentro del que dirigiera la BUAP, por más de ocho años y los electores, los cuales son un universo de ciudadanos plurales y cansados de los atropellos y abusos de los políticos que se han adoptado sin ninguna muestra de resistencia a los mandatos y directrices del nuevo poder supraestatal representado por los organismos financieros internacionales y las empresas transnacionales que arrasan con todo aquello que se interponga en su camino y que muestre reticencia a los principios del Mercado, los cuales deben imponerse por encima de los principios del Estado. Y dentro de esos principios se recomendó mirar, planear y organizar a la educación que brinda el Estado como un producto, como una mercancía que debe ser privatizada, y de esa manera, desde hace más de dos décadas que en la BUAP y las demás universidades públicas del país, son más los que se quedan fueran, que los que ingresan, hoy el PRI debería hacerse una pregunta, ¿Cómo votaran, los miles de jóvenes que fueron rechazados durante la gestión como rector de la BUAP de su candidato y que se les negó el derecho de formarse como profesionistas y así poder tener un futuro más digno?