Ante la adversidad, solidaridad con los refugiados

  • Alejandro Armenta Mier
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México alberga a más de mil 400 personas refugiadas, siendo los principales países de origen de esta población El Salvador, Guatemala, Colombia, Haití, República Democrática del Congo, Honduras, Cuba e Irak. Un número inferior de refugiados provienen, entre otros, de Rumania, Rusia, Myanmar, Irán, Etiopía, Eritrea, Gaza, Bangladesh, Albania, Sudán, Venezuela y Costa de Marfil.

De las mil solicitudes de asilo o de reconocimiento de refugio que México recibe, el 70% proviene del triángulo de Centroamérica integrado por Guatemala, Honduras y El Salvador; el 26% de los centroamericanos peticionarios de asilo son atendidos por el gobierno mexicano

La mayoría de la población refugiada actual en México se ubica en zonas urbanas, particularmente en la Ciudad de México, zonas en las que el gobierno y de la sociedad civil se enfocan, principalmente en lograr la integración local de los refugiados para que puedan encontrar una solución duradera a su situación y poner fin al ciclo del desplazamiento para que reanuden una vida normal en un entorno seguro.

Es importante recordar que en el 2011  fue promulgada la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria; con esta ley se consolidan e institucionalizan las buenas prácticas de México en materia de protección a refugiados además de abrir una nueva pauta en la agenda de gobierno.

Es así que la Oficina en México de la Agencia de la ONU para los Refugiados y el Gobierno de México a través de la Unidad de Política Migratoria y de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados de la Secretaría de Gobernación elaboró el informe  “Refugiados en México. Perfiles sociodemográficos e integración social” (2013).

Este informe presenta importantes hallazgos, destacando que la mayoría de los refugiados son jóvenes con edad promedio de 29 años, que un 70% provienen de países Latinoamericanos, seguidos de países africanos y asiáticos, y que más del 86% viven en la Ciudad de México, el área Metropolitana y el Estado de México. Asimismo, señala que hay una mayor presencia de mujeres refugiadas en los casos de llegadas más recientes, principalmente provenientes de Centro y Sudamérica (55.9% y 59.5% respectivamente).

El estudio determinó que la población refugiada obtiene en promedio recursos económicos por 7 mil 462 pesos mensuales, ingreso que varía según el tiempo transcurrido desde su  reconocimiento.  La actividad principal de la población refugiada corresponde a trabajadores en un 47%,  seguida de la de estudiante en un 29% y, en tercer lugar los desempleados con un 13.8%.  De ellos, sólo el 0.7% son altos directivos, 13.2% son profesionistas -en igual proporción técnicos y administrativos-, 25% son oficinistas y vendedores, 20 empleados calificados y 27.2% empleados semicalificados.

También revela que los mejores ingresos por trabajo en promedio son obtenidos por los refugiados proveniente de Sudamérica, con 13 mil 564 pesos y, por el contrario, los peores pagados son los recibidos por los de las Islas del Caribe, con 3 mil 129 pesos, seguidos de los centroamericanos con 4 mil 319 y africanos con 4 mil 433 pesos mensuales.

En nuestro país,  los refugiados enfrentan una situación de discriminación muy fuerte, por lo que es importante que la sociedad mexicana entienda que cuando México les abre sus puertas, les salva la vida y les proporciona la oportunidad de una vida mejor, por lo que la empatía y solidaridad de la población será fundamental en el proceso de integración de las personas refugiadas a la sociedad mexicana.

Este 20 de junio se conmemora el Día Mundial del Refugiado, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas como una forma visibilizar la situación en que viven alrededor de quince millones de personas en todo el mundo que han sido forzadas a abandonar sus países a causa de la persecución, los conflictos armados, la violencia generalizada o las violaciones masivas de derechos humanos.

Recordemos que de acuerdo con las metas nacionales se tiene el compromiso de alcanzar un México en paz, incluyente y de responsabilidad global, por lo que es y seguirá siendo un país  solidario y abierto a aquellos que necesiten de refugio en defensa de sus derechos humanos y paz.

 

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Alejandro Armenta Mier

Maestro en Administración Pública, presidente del Senado de la República y presidente de la Comisión de Hacienda. Más de 34 años de su vida dedicado al servicio público. Mis principios: ser útil, agradecido y acomedido.