En mi entrega pasada “Pistas para discernir y votar”, ofrecí esbozos de una ruta, de entre varias posibles seguramente, de construir nuestros argumentos para emitir nuestro voto, así como para evaluar el desempeño del gobierno. Esto, específicamente en el ámbito educativo, mismo que es en el que menos ignorante me siento.

Al respecto, solo agregaría que cuando se habla de discernir, se hace referencia al proceso que deriva en una acción, en este caso el voto por una u otra propuesta de quienes pretenden asumir los puestos públicos. Este proceso es el razonamiento informado que da lugar a la construcción personal de los argumentos sobre los cuales sostenemos nuestra toma de decisión y posterior acción; en otras palabras, las razones que tenemos para nuestras acciones.

Ahora bien, mientras llega el momento electoral en nuestra entidad, bien podríamos realizar una evaluación del desempeño del actual gobierno en materia educativa. En este caso concreto deberemos tomar sus orientadores y declaraciones iniciales, al momento de postularse e iniciar su administración para confrontarlas contra los resultados observables al momento. Sugiero, tomar como referente, la multicitada Cartilla No. 1 ‘Decálogo: Principios de la Propuesta Educativa en el estado de Puebla 2019-2025’.

En la Cartilla No. 1, se ofrecen diez principios que orientarían las acciones del gobierno entrante, en materia educativa, por lo que ofrecen un marco conveniente para aproximarnos a evaluar los resultados obtenidos. En cuanto a la ley, especialmente, en la fracción segunda del artículo sexto, se establece el compromiso de la administración, cuando señala que: “Toda persona, sin distinción alguna, tiene derecho a educarse y a educar, por ello la Autoridad Educativa Local debe apoyarse en las siguientes dimensiones de las “4 A” del Derecho a la Educación” haciendo referencia a 1. La asequibilidad, 2. La accesibilidad, 3. La aceptabilidad, y 4. La adaptabilidad.

Para guiar el análisis evaluativo se podría pensar en la pregunta general: ¿Qué tanto se han logrado estas cuatro características del Derecho a la Educación, en nuestra entidad, durante la actual administración? De esta se pueden generar preguntas más aterrizadas, que ofrecen rutas más claras para la recogida de evidencias, las cuales podrían ser:

1.- En cuanto asequibilidad, ¿realmente se garantiza la gratuidad y obligatoriedad de la educación para niños y jóvenes?, es decir, ¿existen las escuelas en número y condiciones de infraestructura y equipamiento con profesores formados, necesarios para ofrecer la educación que el bienestar humano requiere?;

2.- En materia de accesibilidad, ¿la escuela mexicana en Puebla garantiza el acceso a todo aquel en edad de requerirlo?, es decir, ¿es realmente gratuita, obligatoria e incluyente?;

3.- En cuanto a la aceptabilidad, ¿se garantizan los criterios necesarios para una educación de calidad?, es decir, ¿se cuenta con los fundamentos pedagógicos y planes y programas de estudio, materiales y horarios, requeridos para lograr la educación pretendida?; y

4.- Sobre la adaptabilidad, ¿la educación ofrecida se adapta a sus beneficiarios y su contexto cambiante?, es decir, ¿responde a contextos específicos, reconociendo que Puebla presenta diversidad de realidades? Con este sistema de preguntas podríamos realizar el juicio de lo que se ha realizado en materia educativa en nuestra entidad, a fin de valorarla y asumir una postura propia.

Ya después, en su momento, podremos analizar las propuestas de campaña de quienes pretendan la gubernatura de Puebla, para tomar nuestra decisión y emitir nuestro voto. Sin olvidar que, al elegir, tenemos la obligación complementaria, de dar seguimiento a lo prometido, así como de exigir su cumplimiento. Bueno, por lo menos, es lo mínimo que se espera de un ciudadano.