Federalismo cooperativo electoral

  • José Reynoso Núñez

El federalismo electoral mexicano será puesto a prueba nuevamente. El proceso electoral federal y los procesos locales de 2020-2021, así como las elecciones en Coahuila e Hidalgo del 18 de octubre próximo serán organizadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) y los organismos públicos locales electorales (OPLE). Recordemos que, en febrero de 2014, se publicó en el Diario Oficial de la Federación una reforma constitucional que sustituyó al Instituto Federal Electoral por el INE y uniformó la estructura de los órganos electorales de las entidades federativas. En la presente contribución propongo algunas premisas y criterios para valorar a las autoridades electorales administrativas desde una perspectiva federal.

Existe la creencia de que federalismo significa solamente descentralización. Ciertamente, los conceptos federalismo o federalista tienen esa connotación. Por esa razón, cuando se ha valorado la reforma de 2014 frecuentemente se ha concluido que fue una modificación constitucional centralizadora. Preciso por qué el federalismo es más que descentralización, para luego explicar cuál es el modelo de federalismo electoral vigente en México. 

El federalismo no es solamente descentralización, porque no persigue solo un fin. El federalsmo tiene fundamentelmene dos funciones: homogeneidad o integración y heterogeneidad o diferenciación. La función homogeneizadora o integradora del federalismo tiende a lograr la equivalencia de las condiciones de vida en todo un país; la función diferenciadora persigue la inclusión de las diferencias y particularidades propias de las diversas regiones que lo integran. 

Existen distintos modelos de federalismo, algunos priorizan una u otra función con distintos diseños institucionales. La creación del INE coexistente con los OPLE priorizó la función integradora del federalismo, con el propósito de lograr la equivalencia en la calidad de las elecciones con unidad de criterios de profesionalismo e imparcialidad de las decisiones en las elecciones de todo el país. Sin embargo, con el riesgo de no incluir suficientemente las particularidades de cada Estado. 

¿Entonces, cuál es el modelo de federalismo electoral vigente en México? Desde mi punto de vista, es un tipo de federalismo cooperativo que se asemeja a un sistema de decisiones conjuntas (traducción y adaptación del concepto alemán  Politikverflechtung, acuñado por Fritz Scharpf), que implica una vinculación profunda entre dos entes tomadores de decisiones que coinciden en un mismo objeto. En este caso, el INE y los OPLE respecto de las elecciones locales. En el sistema de decisiones conjuntas, en términos generales, ambos niveles (federal-local) deciden conjuntamente la parte esencial de los asuntos de que se trate y el ámbito de decisión autónoma es mínimo. 

La cooperación obligatoria es la regla general. Por ello, el concepto puede aportar a recalcar la idea de cooperación entre ambos entes y a evitar una relación jerárquica propia de un estado unitario y no federal. Considero que existe una contradicción conceptual al llamar nacional al INE, cuando el modelo de organización en realidad es federal. La cooperación es clave para la protección de las particularidades locales de los Estados en la organización de las elecciones locales. Los efectos centralizadores o descentralizadores de dicho sistema en la dimensión federal electoral dependerán del grado de cooperación en la relación entre el INE y los OPLE, que nuevamente se pondrá a prueba en los próximos procesos electorales.

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José Reynoso Núñez

Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Heidelberg, Magister en Derecho Público con mención en Derecho Constitucional por la Universidad Católica de Chile y Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana