Ante el capitalismo salvaje del Fondo Mundial Internacional, como otros organismos financieros, quienes siempre imponen sus criterios económicos, administrativos, financieros y de soberanía, a nuestras naciones empobrecidas, mismas que están sujetas mediante gobiernos títeres y sin dignidad, así como empobrecidos por la corrupción e impunidad, hay que saber sentir, que hay que saber luchar para ganarse el respeto de otros y respetar a esos otros.

“Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”

“El gobierno tiene el sagrado deber de dirigirse a la Nación, y hacer escuchar en ella la voz de sus más caros derechos e intereses”

Benito Juárez

Tal pareciera que gobiernos apátridas nos ofertaron a dichos intereses financieros, sin vergüenza alguna, porque si cinismo pesó más que la soberanía de un pueblo y nación. Sobre todo, con los tecnócratas neoliberales de Dela Madrid y Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, quienes sucumbieron a la dictadura del gran capital, despojando a México de soberanía en diversos aspectos. Hy pagamos las consecuencias.

Según la carta de Intención del FMI, el Gobierno de Lenín Moreno se comprometió a incrementar los impuestos y para ello enviará el proyecto de ley a la Asamblea Nacional hasta el 31 de octubre del presente año, con la finalidad de aumentar la recaudación neta en $2160 millones al año.

Sin embargo, para el Observatorio de la Dolarización la consecución de esta meta, tendría varias dificultades. Sin Impuesto Verde se recauda $120 millones menos y sin el Impuesto de Salida de Capitales que según FMI se eliminaría en marzo 2020, se recaudarían $860 millones menos, los recursos serán cada vez menos.

Ante ello, “lo más seguro es un aumento del IVA y eliminar exenciones del IVA para alimentos y medicinas. ¿A cuánto? Actualmente, el IVA de 12% recauda $6700 millones. Con las eliminaciones, y para cumplir con el FMI, debe aumentar recaudación en $2500 millones. Eso implica un IVA de 16%”, anotó el Observatorio de la Dolarización.

También bajo un proyecto económico de carácter urgente, que incluye la flexibilización de las relaciones laborales, en otras palabras, la precarización del trabajo. La reforma laboral contempla extender el plazo para los contratos de prueba y flexibilizar la jornada laboral de 40 horas semanales, para que pueda ser repartida de acuerdo a las exigencias de las empresas.

De este modo, el gobierno de Lenin Moreno accede a los deseos y exigencias del FMI que propuso un cambio a la jornada laboral, dejando de lado la vieja conquista del movimiento sindical: “8 horas de trabajo, 8 horas de recreación y 8 horas de descanso”. Según el gobierno la medida generará empleo, pero, en el fondo, esta decisión beneficiará a los empresarios que ya no deberán pagar horas extras tanto en los días normales como los fines de semana. Al final del día las empresas pagan menos y consiguen 6 días laborales en los horarios que ellos deseen.

Dado el aumento del subempleo y desempleo en Ecuador en estos años, la población no tendrá más remedio que aceptar las condiciones retrógradas de una jornada que podría extenderse a 12 horas diarias, y contratos parciales de trabajo sin los beneficios que hoy cuentan los trabajadores como estabilidad y otros beneficios sociales.  

Pero detrás está el FMI buscando que los empresarios obtengan facilidades de contratación y que los grandes grupos económicos tengan las de ganar. Mientras tanto el presidente, escudándose en el emprendimiento, asegura que el trabajo infantil significa desarrollo y que se acabó el empleo en el sector público, vanagloriándose de haber despedido a 25.000 empleados. Como si no fuera poco, excusándose en la crisis y la falta de recursos, propone rebajar en un 20% los sueldos de los empleados públicos con contratos ocasionales La pregunta es ¿Qué pasó con los derechos constitucionales y los derechos de los trabajadores?

Y como cereza del pastel, el Presidente Moreno decide liberar los precios de los combustibles, sin pensar en el transporte, producción, agricultura y la posible especulación e inflación que esto podría generar. Una vez, más la población debe hacerse cargo de un acuerdo firmado con el FMI sin consultar a nadie.

El filósofo y lingüista norteamericano Noam Chomsky, es contundente al preguntarse: ¿Cómo lograr que una micro minoría del uno por ciento continúe, década tras década acumulando más riqueza que el restante noventa y nueve por ciento de una sociedad?

A su vez, siendo más preciso, determina que: “De esta forma, el uno por ciento continúa recogiendo los frutos de toda una sociedad y de toda una historia, con el apoyo necesario de una elite criolla dominante o, incluso (cuando existen elecciones) de un número significativo de quienes no pertenecen al uno por ciento”.

“Así, en América Latina, las opciones al neoliberalismo, cuando han fracasado, han fracasado por errores propios y, sobre todo, por el criminal bloqueo económico de la superpotencia del mundo. Eso cuando no han recurrido a los más tradicionales golpes militares para defender la libertad del capital de la minoría criolla (clasista y racista) aliada a las más poderosas transnacionales”.

Las consecuencias económicas impuestas por el FMI a Ecuador, donde un presidente Lenin Moreno se sujeta e inca, bajo pretexto de modernizar al país, se inician las protestas y manifestaciones para que de marcha atrás a tales medidas draconianas, son los pueblos indígenas, que padecen miseria y olvido, pero, con este planteamiento, el hambre será la antesala de sus muertes. También, sectores de clases trabajadoras y media, comprendieron el mensaje y se identificaron con el sentir indígena, sin embargo, la respuesta fue de represión, porque Lenin intentó imponer y sostener sus decretos, confiado en que sectores empresariales y el mismo FMI, lo sostendrían.

Como toda acción torpe de un gobierno que no es la voz ni sentir social, la fuerza de los aparatos de represión fueron el instrumento de diálogo, es decir, a garrote y balas. Heridos, encarcelados y muertos, fueron el combustible de la caldera social.

Claro que también en Ecuador tienen a sus Zabludovsky, López Doriga, Carlos Marín, Arturo Rueda, propagandistas y difamadores del sistema; sin embargo, fueron superados por una prensa que asumió su papel histórico con un pueblo en lucha.

Luego de enfrentamientos entre las fuerzas represivas y el pueblo, finalmente, Lenin Moreno, da marcha a tras a sus intenciones, donde según él, entablará diálogo y negociaciones con las estructuras sociales. Al parecer, Lenin, dice sí, pero, también se justifica e intenta buscar algún camino que le permita subterráneamente ceder un espacio al FMI. De hacerlo, las consecuencias se agravarán y le aplicarán el despido como presidente.

Retomando el 16% a los alimentos, como también reajustes administrativos y financieros, el mismo criterio del FMI, le indicó al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que se aplique en tales medidas, agregando mantenga apretura extranjera al sector energético, es decir, PEMEX y CFE.

No es de extrañarse, siendo que anteriores administraciones presidenciales, se sujetaron a sus criterios, con las consecuencias negativas para México, donde tenemos desajustes económicos, productivos, laborales, de salud y educativas, con un pueblo en precariedad salarial y alimenticia.

Recobrar una nación en crisis, es complicado, sobre todo, de que poderes fácticos están empeñados en no perder sus beneficios, mismos que subterráneamente como también descarada, exigen no aplique la actual administración, medidas financieras, hacendarias y de política económica, que según estos, va en contra de la producción e inversión, así como el hecho de que Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, afirmó que la ley para combatir los delitos fiscales no tomó en cuenta los puntos de vista de la iniciativa privada.

Indicó que advirtieron que la ley contra los delitos fiscales podría provocar incertidumbre entre los inversionistas porque genera temor en las empresas consolidadas.

Claro que están en lo cierto, si consideramos que están acostumbrados a todo tipo de turbiedades, con el fin de evadir sus responsabilidades hacendarias. Todos los sindicatos empresariales dieron el grito al cielo ante estas medidas, porque a más de uno estará en capilla.

Si el pobre se toma unas copas, es borracho; pero si lo hace la élite, está conviviendo y realizando negociaciones vitales para la nación ¿Nación?

La moneda está en el aire. Veremos los resultados y consecuencias.

En Puebla, como para agarrar fuerza administrativa, la presidenta municipal Claudia Rivera, al inicio de su “informe” de actividades del primer año, contrató a un Chamán, para que le echara humo y le juntara la voluntad de los dioses, y así le dieran suerte. Creo que fue tarde, porque eso tuvo que ser al inicio de su administración, en cuanto a que el malestar social no tiene límites, por padecer olvido administrativo, como también inseguridad diaria.

El problema radica en que la presidenta ignora qué ocurre en su entorno, mucho menos, ve y escucha, porque los dioses aún no le llegan ni la apapachan, en cuanto a que su Chamán, tal parece que le resultó chafa. Ni modo, en ocasiones la vida es confusa e inescrutable.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

Analista político y de prospectiva social