Crónicas de Puebla 50 años

  • José Alarcón Hernández

 

 

“El tiempo cura lo que

la razón no puede curar”

Séneca

José Alarcón Hernández

 

         Puebla es una ciudad hermosa, bella, encantadora.

         Puebla fue una ciudad construida, a partir de su fundación, por españoles, indígenas y criollos.  La ciudad la conforman cientos de casas coloniales y otras erigidas  a principios del siglo XX.

         Ahora hay un sin número de habitaciones que están cayendo, sus dueños no tienen dinero para mantenimiento.

         El ayuntamiento está haciendo un esfuerzo por rescatar ese patrimonio que permitirá hacer de Puebla una ciudad única en el mundo.

         A mediados del siglo XX la ciudad perdió su fisionomía, la de la época colonial.

         Entonces empezaron las inmigraciones y los lugares de asiento de muchas familias.

         Así fue como a lo largo de esas décadas se desfiguró esta urbe por falta de planeación.

         La conforman ahora muchas colonias, se dan más de quinientas, que se construyeron sin ton ni son,  con gran desorden.

         Los ayuntamientos, la autoridad municipal, permitieron que la alineación de las calles se perdiera y ahora es fácil llegar a perderse en el orden perfecto, conformado en la periferia de la ciudad. 

         Más de la mitad del suelo urbano carece de pavimentación, de alumbrado público, en fin, que Puebla no conservó su trazo original.

         En este entorno la publicación del libro “Crónicas de Puebla, 50 años”, es un hermoso testimonio de un grupo de distinguidas periodistas. Nos refieren y nos relatan los últimos 50 años.

         Silvia de Julián Anguiano y Pilar Bravo Martínez, nos ofrecen brillantes páginas con el título: Obras y acontecimientos; también se disfruta de otro artículo: Puebla el centenario y los sexenios, escrito por Pilar Bravo Martínez.

         De Alejandra Delgadillo Moran: La Iglesia católica de Puebla.

         Otro artículo es el referente a  Don Dinero y el sindicalismo, de Silvia de Julián Anguiano, que es una puntualísima descripción de lo que eso representó.

         Cecilia Martínez Matilla, nos participa a través de varios renglones: Tragedias que enlutaron a los poblanos.

         Los medios de comunicación en Puebla, es una ordenada y puntual referencia acerca de medios y comunicadores, escrito por María Eugenia Mora Méndez.

         La cultura en Puebla, lo escribió Diana Hernández Juárez, quien describe como se ha desarrollado la cultura en la ciudad, la Puebla de los Ángeles.

         La doctora Gloria A. Tirado Villegas, nos comparte bellas páginas en Crónicas de mi ciudad.

         El prólogo, imprescindible en cualquier libro lo presenta Silvia de Julián Anguiano.

         Le comparto unos párrafos del prólogo:

         “El mundo apasionante del periodismo es infinito, y nunca terminamos de aprender y de escribir no importa en donde estemos y cuantos años (hayan) pasado, al final, en reuniones, eventos o acontecimientos importantes, siempre queremos dejar testimonio de lo que se vivió”.

         El libro retrata muy bien los últimos 50 años del siglo pasado.

         A los jóvenes y algunos ya de edad madura les servirá mucho para conocer diversos acontecimientos realizados en la ciudad.

         La riqueza de los monumentos coloniales es una parte del patrimonio pero no es todo. El libro agrega para esa parte de la población la cultura de esta ciudad.

         Para las personas de edad avanzada será un documento interesante que refiere muchas vivencias de las que ellos mismos fueron testigos o hasta participantes.

         A los jóvenes, a los que están ocupados en la computadora, en su propia formación académica, les será muy útil para valorar en dónde viven, quién hizo lo que está construido, qué hizo que Puebla fuera y siga siendo grande.

         Lo que se ha hecho en la última década en la ciudad o en los tres primeros quinquenios, es conocido pero tal vez no valorado por estar a nuestros ojos casi todos los días.

         Silvia de Julián, en el texto afirma: “aclaro que no  somos escritoras y tampoco cronistas, somos reporteras y periodistas que tratamos de dejar una constancia de lo que nos ha tocado vivir durante tantos años de ejercer la apasionante  profesión del periodismo”.

         En la presentación, Pilar Bravo, con gran precisión escribió: “desde su fundación, Puebla ha tenido cronistas: los frailes dieron el mejor testimonio de los avatares que significó fundar, edificar y poblar este territorio bañado por las aguas de sus ríos. Hubo cronistas en la época virreinal, como los hubo en la reforma y en la revolución, por eso escribí al menos una parte de la edad moderna de Puebla es una obligación”.

         Ojalá y este libro cuya edición financió el ayuntamiento de Puebla, sea leído por muchos; así los jóvenes de esta generación aprenderán a valorar lo que otros han construido.

         No olvido hacer mención de que ahora Puebla está integrada por dos grandes grupos de población: los del centro de la ciudad y sus colonias que rodean la plaza de la constitución, cuyas calles quedaron bien trazadas; y los de la periferia, que son excluidos, los inmigrantes, los pobres, los que lloran todos los días sus desgracias, con servicios mínimos de supervivencia.

         A Puebla le falta mucho para tener cubiertos los índices de desarrollo, esperemos que a pesar de los recortes presupuestales de este 2016, consecuencia de la baja del precio del petróleo y todos los males, podamos supervivir y avanzar en el progreso que finalmente es otorgar a los pobres medios de subsistencia y de dignificación.

         Esperamos que la infraestructura creada recientemente no exija pronto reparaciones por malas construcciones y por baja calidad de los materiales utilizados.     

            Gracias amadas periodistas por hacer la radiografía de los acontecimientos de la última mitad del siglo pasado, de esta angelópolis también llamada Puebla de Zaragoza.

         Ustedes merecen nuestro respeto, nuestra admiración por la alta calidad del trabajo que es una expresión de su amor a Puebla.

         Mis correos: vivereparvo45@yahoo.com.mx/vivereparvo45@hotmail.com             

            

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José Alarcón Hernández

Lic. en economía, con mención honorífica. Diputado Local dos veces y diputado federal dos ocasiones. Subsecretario de Educación Superior de la Entidad y Subsecretario de gobernación del Estado. Autor de 8 libros publicados por la Editorial Porrúa. Delegado de la SEP Federal en el Estado. Actualmente Presidente del Colegio de Puebla. A.C.