No se puede desatar un nudo
sin saber cómo está hecho.
Aristóteles

Buenos días, a todas y cada una de ustedes, hermosas mujeres que nos brindan esta oportunidad.

De todo lo creado en el universo, la mujer es el ser más importante que cualquier otro ser vivo.

La oportunidad de reunirnos con ustedes, es para expresarles lo que pensamos acerca de lo más valioso que existe en este planeta.

Ustedes, son el cerebro y el palpitar de la vida humana en la Tierra.

Las mujeres como ustedes, deben ser siempre objeto de nuestra admiración y de nuestro respeto.

En la historia de la humanidad y en todos los pueblos, ustedes son las heroínas que todos los días y frecuentemente en silencio dan su propia vida por la construcción cotidiana de mejores condiciones para vivir.

Muchas de ustedes ya prolongaron la vida, a través de su generosa maternidad. Muchas también cotidianamente sufren para vivir en una sociedad donde puedan superarse sufrimientos, a veces muy grandes, y ustedes lo hacen.

Todos sabemos que, sin ustedes, los hombres no somos nada.

Ustedes dan sacrificio y la vida, todos los días, en la construcción de una sociedad con justicia y con libertad.

Ahora nos reunimos con ustedes para expresarles solidaridad efectiva y participación real en los asuntos públicos.

En el mundo domina la explotación, el sufrimiento y el sacrificio. Eso no queremos, por eso no luchamos, al contrario, buscamos junto a ustedes justicia, libertad y felicidad.

El camino para darnos alegría como seres humanos y edificar una sociedad justa, cotidianamente, es menos difícil, o más fácil llevando a cabo la lucha juntos y organizados.

No hay seres perfectos, ni personas que solo vivan en un mundo de felicidad, por eso con gran ánimo, con entusiasmo queremos decirles que, con ustedes, como lo demuestran todos los días, es más fácil vencer obstáculos y dificultades.

La organización de la sociedad es un camino seguro para darnos un sendero de luz y de bondad.

No hay de otra. La compañía de las mujeres es una gran opción por la participación social para obtener bienes y servicios para nuestros hijos y para nuestra comunidad.

Ustedes hacen todo esto, por eso la omisión de su colaboración ha sido un gran error que hemos cometido particularmente en el ejercicio del poder, que no debe ser fuente de corrupción y de impunidad, por el contrario, debe buscar el bien común para que la dignidad de todos sea una realidad.

Una sociedad justa y libre es lo que queremos. El poder ejercido por los hombres solamente, está demostrado, que corrompe y ofrece impunidad.

En este país, existen leyes y normas que no se cumplen y que de facto excluye la participación de ustedes.

Eso no lo queremos. La voluntad política solo es buena cuando es incluyente.

Estamos en un proceso de cambio y de transformación de las estructuras políticas y sociales injustas que solo benefician a pocos.

La invitación a la acción no es de cortesía, es una obligación que hay que propiciar, que ustedes estando en su derecho, contribuyan como lo exigen los nuevos tiempos.

Su participación ahora, es indispensable, por derecho propio.

Compromiso por Puebla es un sendero, un camino seguro para que, junto a ustedes, hermosas mujeres, de gran corazón, con sentimientos sublimes, las esperanzas y los valores por los que la sociedad humana ha luchado, puedan realizarse más pronto. Así lo exigen los tiempos, así lo reclaman pueblos enteros, sociedades múltiples que no pueden seguir padeciendo injusticias e ignorando los sufrimientos que se originan.

Luchemos juntos por una sociedad justa, libre y digna.

Con Digesto afirmamos: “Mulier familiae suae et caput et finis est”, “La mujer es principio y fin de la familia”.

“El cambio es ley de vida, cualquiera que solo mire al pasado o sólo mire el presente, se perderá su futuro” así lo expresó John F. Kennedy.