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Tiene negro historial líder de los nuevos verificentros de Puebla

  • Patricia Méndez
Fue sancionado por otorgar hologramas sin cumplir con el procedimiento, utilizar un software distinto y manipular las válvulas de medición
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El representante de los propietarios de los nuevos verificentros, Miguel Espina Reyes, es dueño de la empresa Impulsora Ecológica Barragán S.A. de C.V. que en 2011 y 2013 fue sancionada en la Ciudad de México por otorgar hologramas sin cumplir con el procedimiento, utilizar un software distinto al permitido, manipular las válvulas de medición y desconectar sus cámaras de vigilancia. 

Después de que esta semana se diera a conocer que en los centros de verificación vehicular de San Pedro Choula y del bulevard Atlixco se vendían engomados a automovilistas para evitarles que sus unidades fueran supervisadas, Espina se deslindó de esta anomalía, al señalar que fue responsabilidad de los empleados que contrataron, quienes ya fueron consignados ante las autoridades.

Representante de verificadores fue sancionado en el DF

Sin embargo, en 2011, su empresa, que también es representada por Anuar Torres Cecin según consta en el acta constitutiva de la misma, la cual operaba en ese año un verificentro en la colonia Doctores, fue clausurada por la  Secretaría del Medioambiente del Distrito Federal (DF), debido  a que utilizaba una versión del software distinta a la establecida, por manipular las válvulas de medición y por otorgar hologramas 00 sin cumplir con el procedimiento de verificación vehicular.

De acuerdo con el boletín que la dependencia gubernamental dio a conocer en ese año, el personal de la empresa en cuestión manipuló las “válvulas de desahogo”, permitiendo así que ingresara a las mismas aire del medioambiente en el momento de revisar un automóvil.

Por esa y otro tipo de anormalidades, la sanción consistió en la colocación de 16 sellos de clausuras, además de que se requirió a la firma que entregara un dictamen técnico sobre sus equipos de verificación.

En 2013, fue nuevamente sancionada, debido a que desconectó sus cámaras de videovigilancia, además de emitir cobros adicionales para la entrega de hologramas, por lo que incluso fue detenido un “coyote”.

En Puebla se deslinda de anomalías

A la par del inicio de operaciones de los nuevos verificentros en Puebla, Miguel Espina envió comunicados a medios de comunicación ostentándose como representante de la Asociación de Verificadores de Puebla.

La empresa que representa, Impulsora Ecológica Barragán, opera el verificentro ubicado sobre la avenida 25 Oriente, que a días de iniciar operaciones fue suspendida por la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), debido a que no cumplió con colocar información sobre su labor en un lugar visible para los usuarios y por entregar talones de pago en inglés.

El martes dos empleados del verificentro de San Pedro Cholula fueron sorprendidos cuando vendían hologramas a automovilistas sin cumplir con el procedimiento de verificación, por lo que fueron consignados ante el Ministerio Público, situación que también se presentó en el establecimiento localizado sobre el bulevar Atlixco.

En una entrevista que concedió sobre el tema, Espina Reyes se deslindó de esas anomalías y señaló que estas eran responsabilidad de los empleados que contrataron, no obstante, ofreció que tomarían cartas sobre cualquier irregularidad que detectaran los usuarios.

A diferencia del DF, en Puebla la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (Sdrsot) no ha establecido sanciones en contra de los verificentros.

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