Bad Bunny y la gentrificación
- María Teresa Galicia Cordero
Esta reflexión tiene su origen en una plática familiar sobre las letras de las canciones actuales y como estas son utilizadas por los jóvenes, la mercadotecnia y la sociedad en general. Llegamos a la crítica sobre las producciones de Bad Bunny, un cantante que hasta ese momento, consideraba un cantante gris producto de la publicidad y que no aportaba nada a la sociedad en general, pero mi hijo me hizo reflexionar en lo que de manera reciente, acaba de estrenar este cantante. El 5 de enero lanzó su álbum número seis ‘Debí tirar más fotos’, un homenaje a Puerto Rico, donde se mencionan entre otros temas, la migración puertorriqueña a EE.UU. y problemas como la gentrificación.
El concepto de gentrificación es relativamente reciente. Fue propuesto en los años sesenta del siglo pasado nombrando el proceso de transformación urbana en sectores londinenses. En los años noventa del siglo XX llegó al Estado español, en donde empezó a utilizarse para explicar la forma en que el neoliberalismo marcaba las directrices de la renovación urbana de cascos antiguos y frentes marítimos. En México, autores extranjeros de habla inglesa que se encontraban en nuestro país empezaron a ver la realidad local a partir de este concepto, James y Varley, en 1999, realizaron un trabajo fundacional sobre la gentrificación en el Centro Histórico de Puebla.
Inclusive, hay estudios sobre la manera en que los procesos de patrimonialización contribuyeron a generar fenómenos como la gentrificación (Melé, 2005). Se ha escrito sobre elementos de la gentrificación rural y la residencial, en donde potentes agentes inmobiliarios adquieren viviendas para habitarlas o insertarlas como alquiler. Lo mismo podría decirse de poblaciones con alto flujo turístico de manera tal que los habitantes autóctonos venden sus propiedades y salen a los suburbios o bien, son expulsados de sus antiguos barrios por la imposibilidad de pagar, así como por perder referentes locales que merman su sentido de lugar e identidad.
En este sentido, también valdría la pena saber qué pasa en ciudades del litoral donde hay una alta presencia de residentes de origen extranjero, que, por contar con dólares, se van apropiando de los territorios donde antes se establecían comunidades mexicanas, ejemplo concreto, Tijuana (Zamudio, 2020).
Regresando a la producción de Bad Bunny, en su cortometraje, un personaje llamado Jacobo, está dialogando con el sapo “concho”, un animal originario de la isla en peligro de extinción. Lo que se muestra es como la cultura puertorriqueña se encuentra también en peligro de extinción ante la llegada y el desplazamiento promovido por la cultura y el capital norte americano.
Lo anterior, me parece importante porque la gentrificación muchas veces se da en las ciudades donde prevalecía la clase obrera y que es sustituida por clase media alta o muy alta para su uso habitacional o comercial, lo que implica la transformación de los barrios humildes o degradados en zonas de moda frecuentadas por personas con alto capital, lo que tiene que ver necesariamente con el desarraigo paulatino de la cultura local.
Se presentan ejemplos muy cercanos, como cuando el personaje intenta comprar el queso de papa tradicional puertorriqueño y la señorita de una cafetería, que nada tiene que ver ya con las panaderías tradicionales, le habla en inglés y solo le ofrece el queso americano. Cuando empieza a pedir más comida tradicional, no la halla o está convertida al mundo globalizado y además solo aceptan como pago tarjeta, nada en efectivo.
Esta situación en Puerto Rico ha cobrado relevancia en los últimos años afectando, no tanto la estructura urbana sino la vida de sus habitantes, ya que la llegada de los estadounidenses ha disparado el costo de la vida, en un país donde el 40 por ciento vive en el umbral de la pobreza y entre el 12- 17 por ciento la publicación ha migrado debido al alto costo de la vida en la isla.
Las viviendas y alquileres son incosteables para la mayoría de la población, dado que la vida está cada vez más difícil. En el cortometraje, la frase “y seguimos aquí”, es una muestra de resistencia de sus habitantes para no salir de la isla, un ejemplo entre tantos en el mundo, que pone en peligro el modo de vida de las personas y la conservación de sus tradiciones, costumbres y hasta su identidad.
¿Hay similitud en ciudades, pueblos o comunidades que ustedes conozcan? Sin duda, amerita una reflexión y acciones concretas para visibilizar estos procesos.
Este es el cortometraje mencionado:
Referencias
Jones, Gareth y Anne Varley. (1999) “The Reconquest of the Historic Centre: Urban Conservation and Gentrification in Puebla, Mexico”, Environment and Planning, 31, pp. 1547-1566.
Melé, Patrice. (2005) La construcción del patrimonio urbano, México, CIESAS. La Casa Chata.
Zamudio, Oliver (2020) La transformación urbana de la Zona Centro de Tijuana, 2010-2019. Una aproximación desde el espacio vivido de sus habitantes, Tesis de maestría en desarrollo regional, Colegio de la Frontera Norte.
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Doctora en Educación. Consultora internacional en proyectos formativos, investigadora social, formadora de docentes e impulsora permanente de procesos de construcción de ciudadanía con organizaciones sociales. Diseñadora y asesora de cursos, talleres y diplomados presenciales y en línea. Articulista en diferentes medios.