Tabasco es un edén... para la delincuencia organizada

  • Germán Molina Carrillo
Medios locales y nacionales atribuyen al CJNG el aumento de violencia e inseguridad en la entidad

Cuando hace varias décadas el estado de Tabasco, fue calificado como un edén para los oriundos de dicho estado según una canción invitándonos a visitarlo, no sólo por su localización geográfica, clima, bellezas naturales y atractivos turísticos y calidez de sus habitantes, sino también por la tranquilidad y clima de seguridad que prevalecía y que se ha perdido, desde el año 2020, según reportes oficiales de las autoridades locales y federales y que se han atribuido a diferentes causas, que hoy lo colocan como uno de los estados más inseguros del país.

Dentro de los factores que han motivado que Tabasco se encuentre en esta situación, están los siguientes: la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el rompimiento de las alianzas que tenían con otros grupos locales de la delincuencia; el aumento en el robo de combustible y la lucha por el control de la frontera del estado con Guatemala que también se ha convertido en un paso de los migrantes que entran a territorio mexicano para buscar llegar a la frontera con los Estado Unidos.

De acuerdo con el último informe del ENVIPE la tasa de los delitos más frecuentes que se presentan en el estado por cada 100 mil habitantes son: el robo, asalto en la calle y el transporte público, con un promedio de 7170 delitos por cada 100 mil habitantes.

Lo anterior, además de los homicidios dolosos, la quema de bares, tiendas de autoservicio y negocios que han obligado a la población a imponerse un toque de queda y a resguardarse en sus domicilios a las 7 pm a fin de evitar ser víctimas de la violencia e inseguridad que crecen todos los días en el estado.

Algunos medios locales y nacionales e investigaciones periodísticas, atribuyen al CJNG el aumento de la violencia e inseguridad en Tabasco, que ha utilizado al grupo delictivo denominado La Barredora integrado por una célula que perteneció al grupo de Los Zetas y que en los últimos cuatro años logró desplazar al Cártel de Sinaloa en la comisión de delitos como el tráfico de drogas, robo de combustible, extorsión, secuestro, tráfico de personas, piratería y el control de la prostitución en la zona.

Según un informe del Ejército filtrado por Guacamaya Leaks afirma que la barredora ha logrado crear una red de protección con funcionarios de las áreas de seguridad desde la administración del exgobernador Adán Augusto López y que continuó su sucesor Carlos Manuel Merino Campos consolidándose como la organización líder en robo de combustible del sureste del país.

El contubernio y protección que las autoridades locales de Tabasco han dado al grupo criminal de La Barredora, se remonta al año 2018 en que llega al gobierno Adán Augusto López de la mano del expresidente Andrés Manuel López Obrador con su partido Morena.

El exgobernador ha sido duramente cuestionado por designar a Hernán Bermúdez Requena como responsable de la Seguridad del estado, a pesar de sus vínculos con el grupo criminal La Barredora.

El actual gobernador el morenista Javier May, desde que asumió el poder en el estado, ha culpado a Bermúdez Requena de ser el líder de La Barredora por su cercanía con grupos criminales y públicamente ha pedido que las dos administraciones anteriores expliquen a los tabasqueños por qué sostuvieron a funcionarios con estos señalamientos y de que se abra además una investigación contra ellos, para deslindar responsabilidades.

Mientras todo esto sucede y debido al número de homicidios y enfrentamientos entre los grupos criminales en el estado que se han vuelto más frecuentes y ante el riesgo de que el estado caiga en la misma situación que viven estados como Sinaloa, la presidenta Claudia Sheinbaum anuncio esta semana el envío de 2500 efectivos del Ejército y la Guardia Nacional, para tratar de frenar la violencia e inseguridad en Tabasco, que sigue creciendo en los últimos días.

La situación de Tabasco se complica aún más por los enfrentamientos y acusaciones entre los grupos de Morena que han dirigido y los que actualmente están al frente del gobierno, los primeros tratando de defenderse de las acusaciones del gobernador Javier May; y por otro lado, el gabinete de seguridad del mandatario que con el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum, el Ejército y la Guardia Nacional, están tratando de frenar la ola de violencia e inseguridad, sin que hasta el momento se empiecen a ver los resultados; pese a que el hermano de AMLO, Ramiro López Obrador es secretario de Gobierno de Tabasco, la lucha entre los grupos ha involucrado hasta este momento al senador Oscar Cantón Zetina y a políticos del PRI que gobernador en el estado, en períodos anteriores a quienes Ramiro López Obrador acusa de estar armando un complot contra el gobierno de Javier May, de quién incluso están pidiendo renuncie al cargo.

Bajo este panorama y con la lucha de estas dos facciones de Morena, las cosas se ven más complicadas, en la tierra del expresidente AMLO, mientras el CJNG sigue llevando a cabo sus actividades delictivas, hasta que la estrategia de seguridad de la presidenta y del secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno federal Omar García Harfuch, empiece a dar resultados en los estados del sureste del país y se logre recuperar la seguridad y tranquilidad para que Tabasco vuelva a ser un edén.

 

 

 

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Germán Molina Carrillo

Abogado, notario y actuario por la Facultad de Derecho de la BUAP; doctor en Derecho por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Es director fundador del Instituto y del Centro de Ciencias Jurídicas de Puebla y de la Revista IUS; autor de más de siete obras jurídicas, ponente, moderador, comentarista, y conferencista.