De las Saturnales al Panquetzaliztli, y la Navidad
- Gerardo Pérez Muñoz
¡Levanta la voz por los que no tienen voz!, ¡defiende los derechos de los desposeídos!, ¡levanta la voz y hazles justicia!: Proverbios 31:8: 9
Parto de que al espíritu original de la Navidad/Natividad se le ha vaciado de su contenido y sentido original ante una maquinaria comercial y de marketing muy bien aceitada por empresarios, cadenas comerciales, medios de comunicación y una muy bien elaborada estrategia de mercadotecnia, que saben muy bien cómo explotar los sentimientos y las emociones en esta época.
Época en donde se trocan los sentimientos en mercancía envueltos en papel celofán. ¡La Navidad como pretexto, festín y orgía hiperconsumista! Parafraseando al filósofo Francés René Descartes, podemos decir: ¡Consumo, luego existo! Veamos algunos datos que nos dan cuenta de lo anterior.
De acuerdo a la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), la derrama económica de esta época decembrina será de 560 mil 800 millones de pesos, que representa un 8.6 por ciento con respecto al año anterior. Cada mexicano y mexicana gastará un promedio de $5,522 pesos para la compra de regalos y cena navideña, lo cual representa un aumento de 13 por ciento respecto al 2023 (Kantor, Navidad 2024).
Estas fiestas navideñas son diferentes. A lo largo de todo el año hemos sido testigos mudos y ciegos -salvo algunos colectivos y grupos que han alzado la voz- y contando con el silencio cómplice de los grandes medios de comunicación, del genocidio que se está llevando a cabo en tiempo real contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. En particular, el infanticidio de niños y jóvenes gazatíes.
De acuerdo a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, en Gaza un niño muere cada hora. No son simples números, son vidas truncadas. No mueren, son asesinados por el ejército y gobierno sionista y fascista de Israel con su pedagogía de la barbarie, la necrofilia, el terror y la crueldad. De acuerdo al Ministerio de Salud en Gaza, desde el inicio de la incursión israelí han muerto 17,600 menores. Muchos niños han sido mutilados, están desplazados o han quedado huérfanos. Esta es la cruda realidad de los niños gazatíes hoy. Paradojas de la historia, ¡las víctimas del nazismo alemán de ayer, son los carniceros de hoy!
Es preciso mencionar que el lugar de nacimiento de Jesús, Belén, es territorio palestino. Belén en lengua hebrea, Bet Lehem, significa casa del pan/de la comida (textos-biblicos.com) Parece humor negro. Muy cerca de Belén se localiza Jerusalén, cuna de tres religiones: la judía, la cristina y musulmana. Pero, ¿sabemos de dónde viene la tradición de la Navidad? Tradición que hunde sus raíces más allá del catolicismo y considero, es interesante rastrear sus orígenes, saber cuándo se instituyó, y cómo fueron los procesos de adaptación cultural, inculturación y refuncionalización de esta tradición a tradiciones similares, como es nuestro caso. Hagamos un breve repaso histórico.
La tradición de las Saturnales romanas. Esta festividad se celebraba del 17 al 25 de diciembre en honor al dios Saturno, dios pagano protector de la agricultura y las cosechas. Las Saturnales significaban la llegada del solsticio de invierno en donde los romanos dejaban de lado el trabajo y se dedicaban a comer, beber e intercambiar regalos entre ellos. En esos días los esclavos recibían permiso y eran vestidos con ropas de sus amos y realizaba un banquete especial llamado Brumalia. En el siglo IV d. C., el festival del nacimiento del Sol invicto indicaba que nacía un nuevo sol que vencía a la oscuridad y que a partir del final del solsticio de invierno (25 de diciembre en el calendario Juliano), los días iban a hacerse más largos (James G. Frazer, La Rama Dorada).
La Navidad. La celebración, nos dice Frazer en su texto, inició a partir de una tradición impuesta por la Iglesia Católica en el año 354 después de Cristo y fue impulsada por el Papa Julio I. En el año 529 el emperador Justiniano fijó la fecha en el calendario, con quien nació el Cesaropapismo, esto es, la unión en una sola persona del poder político y el religioso, lo que facilitó la expansión de la religión católica. Para algunos historiadores como el profesor Lawrence Mykytiuk de la Universidad de Purdue, Jesús habría nacido en primavera y no invierno, entre los meses de abril y mayo y no en diciembre como actualmente se festeja. Tanto el antiguo como el nuevo testamento no precisan una fecha exacta del nacimiento de Jesús. En octubre de 1582 el papa Gregorio XIII, estableció el actual calendario que nos rige actualmente, el calendario gregoriano.
En 1993, el papa, Juan Pablo II dijo lo siguiente: A los cristianos les pareció lógico y natural sustituir esa fiesta con la celebración del único y verdadero Sol, Jesucristo, que vino al mundo para traer a los hombres la luz de la verdad. Dirían los abogados, a confesión de parte, relevo de pruebas. Un mito de origen, convertido en tradición religiosa.
En el siglo IV entra en escena un personaje central de la navidad: El obispo turco, Nicolás de Mira, protector de los niños y los menesterosos. Su vida inspiró la creación de Santa Claus, donde nace su leyenda. A inicios del siglo XIX Irving Washington publicó su cuento, Vieja Navidad en donde retrató por primera vez a un Nicolás que fumaba una pipa, volaba sobre los tejados y repartía regalos a las niñas y los niños que se portaban bien. Para 1843, Charles Dickens, también publica su Cuento de Navidad que tiene una amplia dfusión.
Le debemos al ilustrador norteamericano, Thomas Nast, la imagen actual de Santa Claus (Primeras ilustraciones de Santa Claus, Thomas Nast). En 1931, Coca-Cola contrató al ilustrador Haddon Sundblom, para crear una serie de anuncios navideños protagonizados por Santa Claus. Santa Claus como imagen de consumo. La imagen de Santa se empezó a difundir, junto con su patrocinador, urbi et orbi, por todo el mundo.
Nuestra tradición: el Panquetzaliztli. El Panquetzaliztli era la fiesta del nacimiento del dios patrono del pueblo mexica, Huitzilopochtli, sucedido un 21 de diciembre. Su nacimiento simbolizaba el triunfo del sol sobre la oscuridad, dando paso a un nuevo inicio. En la festividad del Panquetzaliztli, los que iban a morir eran alimentados ritualmente con unos tamales de amaranto (Gabriel Kenrick, Panquetzaliztli, El nacimiento de Huitzilopochtli y la caída de Tezcatlipoca).
Para los primeros misioneros, al observar que los pueblos indígenas conquistados no dejarían el culto a sus dioses, decidieron buscar la fecha del santo más cercano que coincidía con la festividad indígena y de esta manera, convertirlos a su religión. Se imponía y a la vez se apropiaban cultural de una ritualidad, fusionaban dos espiritualidades distintas: la prehispánica y la española, dando con ello un sincretismo religioso. Los conquistadores españoles en general y los frailes franciscanos y agustinos en lo particular, trajeron la tradición de los nacimientos, las pastorelas y las posadas, como estrategia para evangelizar a los pueblos originarios. Para el investigador de la Universidad Autónoma de Hidalgo, Dr. Sergio Sánchez, existen similitudes comunes entre el nacimiento de Huitzilopochtli y Jesús de Nazaret, lo que facilitó la conversión de los pueblos indígenas de México al cristianismo.
La primera navidad en el nuevo mundo. La primera navidad en nuestro continente se llevó a cabo el 25 de diciembre de 1492 en la isla La Hispaniola, que actualmente ocupan Haití y Dominicana. Cristóbal Colón ordenó que un grupo de hombres construyeran un fuerte con material que tenía la carabela Santa María. El fuerte fue terminado el 25 de diciembre y Colón bautizó el fuerte con el nombre de La Navidad.
Primera Navidad en la Nueva España. Esta, nos dice el historiador Jorge Eugenio Traslosheros, tuvo lugar, apenas unos meses después de la llegada de los conquistadores, un 25 de diciembre de 1519 en Tlaxcala, con un acto religioso. Para el historiador, la Navidad en nuestro país, es el resultado de un proceso de mestizaje cultural, que fusionó las tradiciones europeas con las costumbres locales, creando una festividad única que forma parte de la identidad nacional y es una celebración que se ha vuelto propia de creyentes y no creyentes (Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, Jorge Eugenio Traslosheros Hernández).
Aportación de México a la Navidad. En la cena de Nochebuena, uno de los platillos que se sirven y que México dio al mundo en estas festividades es el pavo, platillo que pasó a España y Francia. La otra aportación es la Cuetlaxóchitl o Flor de Nochebuena, símbolo de la navidad. En lengua nahua, Cuetlaxóchitl significa flor que se marchita. El exembajador norteamericano, Joel R. Poinsett, se la llevó a los Estados Unidos y la registró como la poinsettia, nombre con el que se le conoce en otras partes del mundo. Cabe mencionar que Poinsett estuvo implicado en la compra y arrebato de los estados de Texas, Nuevo México y las Californias, que en aquellos tiempos le pertenecían a nuestro país.
Como hemos visto, ha habido una apropiación, adaptación y refuncionalización de un mito de origen asociado con la historia del nacimiento de un niño que dio como resultado una tradición casi universal. Tradición convertida actualmente a través de la magia de la propaganda y los grandes medios de comunicación, en un gran mercado explotable de los sentimientos y emociones que desemboca en una felicidad y consumismo inducido y desenfrenado. ¡El consumo como sinónimo de felicidad!
Por otra parte, considero que estas fechas nos deben llevar a reflexionar sobre el significado de palabras aire que hoy por hoy, nos suena huecas y vacías de contenido y sentido, tales como felicidad, fraternidad, esperanza, empatía y sobre todo, la palabra paz. Preguntémonos, ¿qué tipo de paz tenemos y que tipo de paz queremos? Apostemos por una paz fundada fraternidad con justicia social. Una paz que considere la dignidad intrínseca de cada ser humano y una paz capaz de indignarse y levantar la voz contra cualquier acto de injusticia en cualquier parte del mundo, de nuestro país y estado.
Les comparto un versículo del profeta Jeremías, que viene bien tenerlo presente en estos tiempos en los que los locos guían a los ciegos (Rey Lear, William Shakespeare):
Jeremías 22:3 Practicad el derecho y la justicia, y librad al despojado de manos de su opresor. Tampoco maltratéis ni hagáis violencia al extranjero, al huérfano o a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
Y también tener presente “que el dolor no… nos sea indiferente/Que lo injusto no… nos sea indiferente/Que la guerra no… nos sea indiferente" (León Gieco, Solo le pido a dios).
Sólo me resta desearles que tengan un buen fin de año y mejor 2025.
PD. El presente artículo se lo dedico con mucho amor y cariño a mis nietos, Elías y al recién nacido, Julián.
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De formación filósofo, fundador del Partido Comunista Mexicano en Huauchinango. Ha trabajado en la Unidad de Culturas Populares Puebla por más de 30 años. Impulsor de la Asociación de Cronistas y Narradores de la Sierra Norte. Director fundador de Colibrí y Alebrije. Co-fundador de la Asamblea Social del Agua.