El camino hacia un deporte para todos

  • Eduardo Tovilla
Retos y oportunidades para la participación en el deporte de personas con discapacidad

Hace un par de años conocí a un joven que debido a un accidente automovilístico perdió la movilidad en sus piernas y que, antes del mismo, era muy bueno en los deportes. Había estado en las selecciones de futbol y básquet de su preparatoria, sin embargo, después de su lesión, no le pasó por la cabeza continuar con su vida deportiva… Hasta que supo sobre el básquet en silla de ruedas.

Este deporte es una de las opciones que tienen las personas discapacitadas para practicar una actividad física de competencia; no obstante, no es fácil encontrar instalaciones adaptadas en cualquier lugar. Yo, Eduardo Tovilla, considero que es uno de los mayores retos en este tema, aun cuando ha habido también avances importantes, como podemos observar en competiciones como los Juegos Paralímpicos, que arrancaron la semana pasada.

En México, hay 6,179,890 personas con algún tipo de discapacidad, lo que representa 4.9% de la población total del país.  De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 16% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad, y la participación en deportes para estas personas es del 10%, un porcentaje menor en comparación con la población general, debido principalmente a la falta de condiciones propicias para su práctica.

Sí, uno de los mayores desafíos que enfrentan estas personas para participar en algún deporte es la falta de infraestructura adecuada, sobre todo en América Latina. En muchos países de la región, las instalaciones deportivas no están diseñadas para ello. Rampas inexistentes, baños inaccesibles y la ausencia de equipos adaptados son sólo algunos de los obstáculos.

A esta barrera física se suma la percepción social. Aún persiste el estigma de que las personas con discapacidad no pueden o no deben participar en deportes, una idea errónea que se traduce en la exclusión social y la falta de oportunidades. Pero esta percepción también proviene de quienes tienen la discapacidad, pues no llegan a reconocer su potencial y realmente creen que no pueden hacer deporte

El financiamiento es otro gran reto. Los programas deportivos inclusivos generalmente son los primeros en ser recortados cuando hay que hacer ajustes en los presupuestos. La falta de inversión limita el desarrollo de programas especializados y la compra de equipos adaptados. Además, no existe apoyo gubernamental suficiente para fomentar la participación deportiva. Imagínense, si en México hay inconformidad por el apoyo económico que recibieron los atletas de nuestro país para los Juegos Olímpicos, ¿qué podría esperarse del impulso al deporte para las personas con discapacidad?

Frente a este panorama, sin embargo, hay acciones que se están llevando a cabo que podrían transformar la participación deportiva de las personas con discapacidad en América Latina, por ejemplo, la iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que, en 2023, en colaboración con los Juegos Parapanamericanos y el Comité Paralímpico Internacional, consistió en la implementación de Navilens, una herramienta diseñada para personas con discapacidad visual, que permitió a los competidores navegar en interiores y exteriores en los Juegos Parapanamericanos

Es cierto, la tecnología está jugando un papel relevante en muchos rubros, está impulsando la transformación del deporte inclusivo. La aparición de prótesis más avanzadas, sillas de ruedas deportivas y otros equipos adaptativos ha propiciado que sean más las personas con discapacidad que participan en una amplia gama de deportes. Justamente en los Juegos Paralímpicos de París 2024, recién inaugurados, hemos podido percibir el poder de esta tecnología.

En este evento, están compitiendo 4,400 atletas con discapacidades permanentes en 22 deportes. Por supuesto, en comparación con los Juegos Olímpicos, la venta de boletos fue mucho menor, de casi 2 millones. Aun así, se trata del segundo evento más grande en la historia de los Juegos Paralímpicos. Los deportes incluidos son baloncesto en silla de ruedas, futbol para ciegos, paraatletismo, parahalterofilia, paranatación, parajudo, esgrima en silla de ruedas, taekwondo y remo, así como otras disciplinas adaptadas.

Pese a la participación de figuras como Oksana Masters, de 35 años, quien ha ganado dos oros consecutivos en paraciclismo, y nuestra propia Amalia Pérez, de 47 años, quien ya tiene un oro en parahalterofilia, la verdad es que este tipo de competiciones no atraen a tanto público, precisamente por la percepción social que mencioné como barrera para la práctica de deportes de personas con discapacidad. Y eso no sólo se ve en el número de boletos vendidos para los Juegos Paralímpicos, si no en la atención que le estamos dando al evento vía remota, por la televisión o el internet.

Como lo mencioné antes, hay otros eventos relevantes como los Juegos Parapanamericanos que también se celebran cada cuatro años y cuya primera edición fue en 1999, en la Ciudad de México. El año pasado, tuvo lugar su séptima edición. En mi opinión, la de Eduardo Tovilla, es una gran oportunidad para apoyar el talento y la resiliencia de los atletas con discapacidad de nuestra región.

Adicionalmente, está el Special Olympics World Games u Olimpiadas Especiales, un evento internacional que se enfoca en personas con discapacidades intelectuales, ofreciendo una amplia gama de deportes, como gimnasia artística, atletismo, bádminton, baloncesto, bochas, boliche, equitación, entre otros.

Sin duda, estos eventos, junto con las políticas de inclusión y las innovaciones tecnológicas, están abriendo nuevas oportunidades para las personas con discapacidad, para competir, destacar y redefinir los límites de lo que es posible en el deporte.

La historia que les conté al principio, evidentemente, no transitó del deseo del joven de jugar básquet sobre ruedas a la materialización de ese deseo en un dos por tres. No, en el camino hubo muchas piedras que, junto con su familia, logró demoler, pero no siempre tiene que ser así. Si queremos una sociedad verdaderamente inclusiva, el deporte debe ser un espacio donde todos, sin excepción, puedan participar y brillar. El chiste es hacerles más llano el sendero deportivo a quienes de por sí ya lo tienen difícil.

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Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.