La historia de una emprendedora y un artista ocupa las primeras páginas de El club de las 5 am de Robin Sharma. A lo largo del mismo, el autor utiliza a estos dos personajes como un recurso para brindarnos una serie de lecciones para cambiar un hábito dirigido a mejorar nuestra vida.

Yo, Eduardo Tovilla, descubrí esta obra en el aparador de una librería. Al principio, me mostré escéptico respecto de su utilidad. ¿No es obvio que si te levantas más temprano aprovechas mejor el día? Sin embargo, a pesar de eso, decidí comprarlo por una simple razón: llevaba años intentando madrugar, pero no lo había logrado, así que le aposté a Sharma la adopción de este hábito. ¡Spoiler alert! Funcionó.

El libro me atrapó desde un principio. La emprendedora y el artista están enfrentando, cada uno por su lado, situaciones complicadas. La primera lidia con todo lo que implica dirigir un negocio: estrés, preocupación, frustración, entre otras emociones. El segundo pende entre la falta de inspiración y la presión por crear obras exitosas y que trasciendan.

Estos dos personajes se encuentran durante la búsqueda de una solución a sus problemas, en una conferencia motivacional impartida por un reconocido guía a nivel mundial. Ahí entablan una conversación con Stone Riley, un magnate que se había camuflajeado de indigente, quien les habló sobre “El club de las 5 am”, el cual se basa en las ideas siguientes.

Las ideas principales de El club de las 5 am

1. Despertar temprano
   Despertar temprano es la idea principal de la obra, pero no porque signifique más tiempo para realizar tus actividades. De acuerdo con Sharma, cuando te despiertas a las 5 de la mañana, puedes concentrarte mejor en tus objetivos debido a que hay menos distracciones. También puedes aprovechar el silencio y la calma para preparar tu mente y cuerpo para el día.

2. La fórmula 20/20/20
Levantarte a las 5 de la mañana nada más porque sí no tiene ningún sentido; es decir, si vas a hacerlo para estar con el celular durante una hora, viendo videos de gatitos o perritos, mejor quédate dormido. La idea es que puedas estructurar tu primera hora del día para maximizar tu rendimiento: 20 minutos para realizar ejercicio físico intenso, 20 minutos para reflexionar y 20 minutos para aprender sobre algún tema que te interese. Estas tres rutinas te permitirán proteger tres activos: mente, cuerpo y espíritu.

3. Formar un hábito en 66 días
Con base en investigaciones que cita Sharma en su obra, se necesitan 66 días para formar un nuevo hábito. En 22 días, se ejecuta el proceso de destrucción de los viejos hábitos; en otros 22, la nueva rutina se empieza a consolidar; y, en el resto, por fin el hábito se realiza de manera natural; por lo tanto, debemos ser pacientes.

4. Aplicar la regla del 90/90/1
El libro me parece a mí, Eduardo Tovilla, particularmente útil porque también contiene recomendaciones para aplicar en tu esfera profesional. Por ejemplo, esta regla 90/90/1 sugiere que, durante 90 días seguidos, destines los primeros 90 minutos de tu jornada laboral a trabajar en tu proyecto o meta más importante. ¿Por qué al principio? Después surgen distracciones y urgencias que nos desenfocan.

5. Ejecutar el principio “4 focos de la historia”
En estos 4 focos coinciden varios autores; básicamente, te invita a concentrarte en cuatro aspectos para lograr la excelencia: 1) la capitalización de tus fortalezas y habilidades únicas, 2) la eliminación de distracciones como redes sociales, 3) la dedicación a la práctica y 4) la alineación de tus actividades diarias con tus objetivos a largo plazo.

Marcus Buckingham y Donald O. Clifton hablan a detalle sobre el primer foco en Ahora, descubra sus fortalezas y Greg McKeown sobre el segundo en su libro Esencialismo. Estas son lecturas que también recomiendo y que se pueden complementar con El club de las 5 am.

6. Implementar la filosofía de la "Ley del 5% superior"
Esta idea, como dicen por ahí, “me voló la cabeza”. Según Sharma, sólo un pequeño porcentaje de personas, el "5% superior", está dispuesto a hacer lo que se necesita para ser extraordinariamente exitoso. Me sorprendió mucho porque es una proporción muy pequeña, aun cuando hay libros que te dan la “receta” y son varias las personas que aspiran al éxito.

Pese a que me llamó la atención la “Ley del 5% superior”. También comprendo por qué pueden llegar a ser tan difíciles de implementar las ideas de Sharma. Si la acción de madrugar todos los días, por sí sola, conlleva una gran fuerza de voluntad, el resto complejiza el objetivo. De cualquier manera, todas las recomendaciones están dentro del límite de lo posible, así que los invito a abrazarlas si desean darle un giro positivo a su vida.