Las elecciones presidenciales en Venezuela se llevaron a cabo el domingo 28 de julio de 2024, con el fin de elegir al presidente para un mandato constitucional de seis años, en donde Nicolás Maduro busca reelegirse por tercera vez y con base en los resultados oficiales, el Consejo Nacional de Elecciones (CNE) le dio el triunfo con 52 por ciento de los votos, sobre el principal opositor Edmundo González Urrutia, que habría obtenido 43 por ciento.

Este resultado ha causado una nutrida inconformidad interna de los venezolanos que no aceptan las cifras del CNE y acusan de un fraude electoral que ha paralizado ese país. También a nivel internacional no se acepta este supuesto triunfo. La poderosísima Unión Europea, ha descalificado este resultado y ha señalado que no se puede reconocer la validez de la elección.

Además de la Unión Europea los Estados Unidos han señalado que el representante de la oposición Edmundo González Urrutia fue el ganador de las elecciones en Venezuela y ha pedido el comienzo de un proceso de transición. El gobierno asentado en Washington exigió la publicación de las actas oficiales que, según el oficialismo en Caracas adjudican el triunfo a Nicolás Maduro, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha dado un paso más allá. En un comunicado ha declarado que “pruebas abrumadoras” demuestran que Edmundo González Urrutia “logró la mayoría de los votos”.

También se han sumado los gobiernos de Argentina y Uruguay al reconocimiento de la victoria de González. También la prensa internacional se ha sumado a descalificar los resultados que dan como ganador en esta elección de Venezuela a Nicolás Maduro. Un artículo publicado este domingo 4 de agosto el periódico norteamericano  The Washington Post dice que tuvo acceso al 80 por ciento de las actas de las elecciones en Venezuela y que Edmundo González Urrutia sería el ganador. En estos momentos Venezuela se encuentra en una crisis interna y esta elección está lejos de resolverse.

Resulta inevitable hacer una comparación con las elecciones que se desarrollaron en nuestro país el pasado 2 de junio, en razón de que los críticos de la Cuarta Transformación han comparado el régimen político que hay en ese país sudamericano que es Venezuela con la democracia que se vive en nuestro país. Y vamos a las cifras en los cómputos distritales de la elección en México que oficializan la victoria de la morenista Claudia Sheinbaum con 35,924,519 votos que significan el 59.7594% de la votación total y Xochitl Gálvez como su más cercana competidora con 16,502,697 votos y un 27.4517% de la votación con una participación ciudadana del 61.0498%. Xóchitl Gálvez la candidata opositora reconoció desde la misma noche de ese 2 de junio su derrota y dijo: “Siempre he sido una demócrata. Reconozco que las tendencias para la elección presidencial no me favorecen”, desde el Hotel Presidente de Polanco de la Ciudad de México.  Y al siguiente día, el 3 de junio, las actividades de todo el territorio nacional fueron normales. No hubo crisis como en ese país sudamericano. Y la Unión Europea, los Estados Unidos, todos los países de Latinoamérica, inclusive Asia y África reconocieron el aplastante triunfo de la candidata morenista Claudia Sheinbaum. la prensa internacional hizo un reconocimiento a la limpieza de nuestra elección.

Para todos los que quieren comparar nuestro país con Venezuela. Ahí tenemos tan solo un ejemplo de la notable diferencia.