La tecnología wearable en el rendimiento olímpico

  • Eduardo Tovilla
¿Cuál papel está jugando la tecnología wearable en los Juegos Olímpicos de París 2024?

Si nosotros, que somos simples mortales al lado de atletas como los que están compitiendo en los Juegos Olímpicos París 2024, aprovechamos la tecnología wearable, imagínate cómo deben de hacerlo ellos, y sobre todo ¡qué clase de dispositivos están usando! Yo Eduardo Tovilla aprovecharé este espacio para ahondar sobre el tema, pero antes, ¿cómo definimos a este tipo de tecnología?

Los dispositivos wearables son aparatos electrónicos que se llevan puestos en el cuerpo, como relojes inteligentes, pulseras de actividad y ropa con sensores. Ayudan a recopilar información sobre la salud y el rendimiento del usuario, así como a monitorear y mejorar tanto su bienestar como su desempeño. Es por ello que son parte del equipamiento de los atletas de los Juegos Olímpicos París 2024 y de los de ediciones pasadas que ya podían gozar de estos avances tecnológicos.

Dispositivos portátiles usados por los atletas en los Juegos Olímpicos 2024

Comenzaré con los rastreadores GPS y acelerómetros. Estos aparatos sirven para medir la velocidad, la distancia y la posición de los jugadores, y por lo tanto para evaluar el rendimiento y planificar la estrategia. Por ejemplo, en deportes de equipo como el rugby, los entrenadores y los analistas los usan para obtener datos precisos sobre el movimiento y esfuerzo de cada jugador durante los partidos y entrenamientos.

Las herramientas de análisis deportivo como Catapult forman parte de la creciente industria de la tecnología deportiva. Con ellas, es posible capturar e interpretar los movimientos y esfuerzos físicos de los jugadores, y convertirlos en datos útiles para los programas de entrenamiento y la optimización del desarrollo de los jugadores.

De igual manera, están los sensores de monitoreo de salud, como los de frecuencia cardiaca o de movimiento. Estos monitoreos, gracias a la inteligencia artificial, arrojan datos de salud en tiempo real, ayudando a los atletas a controlar los niveles de esfuerzo, las tasas de recuperación y los posibles riesgos de lesiones. Esto último a mí, Eduardo Tovilla, me resulta muy interesante.

Cuando monitorean continuamente las métricas de salud y rendimiento, los entrenadores y médicos pueden identificar patrones que podrían mostrar un riesgo elevado de lesión y así ajustar los regímenes de entrenamiento. Imagínate, esto mejora el rendimiento a corto plazo, pero también protege la carrera a largo plazo del atleta.

En los Juegos Olímpicos París 2024, los atletas están utilizando monitores continuos de glucosa (CGM), dispositivos que se adhieren a la piel y dan un seguimiento en tiempo real a sus niveles de azúcar en la sangre. Estos dispositivos fueron diseñados principalmente para personas con diabetes, pero han resultado extremadamente útiles para monitorear la ingesta calórica, la intensidad del entrenamiento y los patrones de sueño de los deportistas. La nadadora australiana Chelsea Hodges y el maratonista holandés Nageeye, por ejemplo, los han utilizado.

Otro avance que cuando recién surgió me dejó muy sorprendido es la ropa inteligente, la cual está llevando la tecnología portátil a niveles sin precedentes. Al incorporar tecnología de sensores avanzada, la ropa inteligente puede medir diversas métricas de rendimiento, mejorando la eficacia y la seguridad del entrenamiento. Algunos de ejemplos son las gafas inteligentes para ciclistas, que pueden brindar a estos datos en tiempo real sobre su velocidad, cadencia y posición, para que ajusten su técnica sobre la marcha; o las zapatillas con sensores, con las que se puede analizar la pisada de un jugador de futbol e identificar posibles áreas de mejora en su técnica de carrera.

En los Juegos Olímpicos de París 2024, se predijeron altas temperaturas, por lo tanto, muchos atletas buscaron métodos que pudieran auxiliarlos en el manejo del calor y en la optimización de su rendimiento. Entre los dispositivos que destacaron para tal fin, está el CoolMitt, muy similar a un guante que enfría la sangre del deportista. Fue creado por el profesor de biología Craig Heller, y sirve para prevenir la hipertermia, así como para facilitar una mejor recuperación muscular.

Adicional a lo que concierne al rendimiento de los atletas, en esta edición de los juegos olímpicos captó la atención la introducción de los primeros Smart Stadiums, por estar equipados con redes de sensores y dispositivos IoT (Inteligencia de las Cosas, en español), las cuales ofrecen datos en tiempo real sobre tráfico, transporte, contaminación y condiciones meteorológicas. Las redes 5G, con su alta velocidad y baja latencia, facilitan una transmisión rápida y confiable de datos desde cámaras con visión computacional hasta smartphones, drones y sensores IoT.

París logró convertirse en la primera Smart City Olímpica, implementando soluciones innovadoras en transporte, energía y gestión de residuos. Con el uso de vehículos eléctricos y la optimización de los recursos energéticos, demostró que es posible organizar un evento de esa magnitud con un impacto ambiental reducido.

La revolución tecnológica en el ámbito deportivo, visible en los Juegos Olímpicos de París 2024 y que se notó desde Río 2016, ha redefinido el entrenamiento y la competencia, así como un nuevo estándar para el futuro del deporte. A medida que la tecnología continúa evolucionando, es fascinante imaginar cómo estas herramientas seguirán empujando los límites del rendimiento humano y estableciendo nuevas fronteras en la forma en que entendemos y experimentamos el deporte. No puedo imaginar el calibre de show que presenciaremos en ediciones posteriores.

 

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Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.