Los noroñitas de la Sierra Norte

  • Antonio Madrid
Pasadas las campañas es momento de cobrar facturas y los noroñitas exigen jugosos huesos para sí

Pasada la euforia de las campañas electorales, los pequeños Noroñas, comienzan a pulular por la Sierra Norte. Y es que no son pocos los que una vez concluida la jornada electoral y conociéndose los resultados, reclaman para sí su rebanada del pastel, que muchas veces imaginan en dimensiones desmesuradas.

Esto no es raro. Más bien es común. Pues pasada la contienda, todos se creen con derecho a todo, y hay quienes juran (Noroña dixit) que si el candidato ganó fue gracias a sus esfuerzos (los de los noroñitas).

Así, en los diferentes equipos de campaña, ahora la rebatinga es por los puestos. Y no cualquier puesto, todos creen ser merecedores a lo más alto: del alcalde para abajo.

Pero como el pastel no alcanza para todos, la mala noticia es que muchos se quedarán chiflando en la loma, teniéndose que conformar con lo poco que les ofrezcan y –of course- ahí comenzaran las lamentaciones, las quejas, las decepciones y las mentadas de madre. El candidato, que hasta ahora había tomado un perfil de semi dios, de repente se convierte en un ojete de primera para los que no alcanzaron lo que pensaban que merecían. Los noroñitas son perrunamente fieles hasta que se les esconden las croquetas.
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Xicotepec, la danza de los ingenuos

En Xicotepec la mega fiesta que anunció desde la pandemia el hoy presidente electo, Carlos Barragán Amador, está por realizarse el sábado que viene. Será en el Recinto Ferial y para ello, se ofrece, a través del perfil personal de Facebook del alcalde electo, música y relajo hasta que el cuerpo aguante. Hay quien critica estas veleidades, pero sus seguidores están de plácemes. Y es que, si algo ha llevado a Barragán a ser edil de Xicotepec por tercera vez, es debido a su populismo que maneja a la perfección. El pueblo quiere fiesta y fiesta se le dará. Si a esto se le agrega la caterva de ingenuos que lo siguen, Barragán celebra que la humanidad sea tan buena que le permite por tercera ocasión ser alcalde con todo lo que ello significa.

Una seguidora suya escribió indignada que ella no espera ningún puesto público en la próxima administración de Xicotepec. Es, pudiéramos decir la antítesis de Noroña. Que ella apoyó a Barragán porque quiere que el pueblo progrese. El hoy edil, sin embargo, sí quiere cargos y por eso está por sentarse en la silla municipal por tercera vez. Y para ello se sirve de aquellos que no exigen nada, sino el bienestar del pueblo, que no es más que retórica pura, pues es algo tan intangible que resulta difícil de medir. La hipótesis de que el edil buscará el progreso del pueblo nace de la hipótesis por su recién mudanza a Morena. Ya no se sabe si reír o llorar. Pero mientras sigan existiendo en el mundo (y en la Sierra Norte) ingenuos, seguirá habiendo otros que lo aprovechen.

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Antonio Madrid

Comunicador y periodista. Reportero, corresponsal y columnista (La Pasarela) en diversos medios poblanos. Ha ejercido su labor reporteril en radio, televisión y prensa escrita en medios de Huauchinango y Xicotepec.