Genocidio y daño colateral

  • Rodrigo Rosales Escalona
El genocidio de convertir al aniquilamiento de grupos de población en un delito imprescriptible

“La guerra no es más que un asesinato en masa, y el asesinato no es progreso”.
Alphonse de Lamartine

La palabra genocidio combina el sustantivo griego "génos" (raza, tribu, estirpe) con el sufijo del latín "cide" (matar).

Para poder ubicarnos sobre la dimensión de lo que implica esta acción criminal, tenemos que el término “genocidio” fue acuñado por el abogado polaco Raphael Lemkin (1944) para calificar las atrocidades cometidas por el régimen nazi contra millones de judíos, gitanos y pueblos eslavos como prisioneros del ejército soviético, sumando a actos de exterminio por parte del ejército japonés en sus territorios ocupados. Cabe citar como ejemplo la persecución a los armenios por Turquía en la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, ninguno de aquellos actos conllevó responsabilidades individuales.

Las Naciones Unidas consideran el genocidio un crimen internacional que debe prevenirse tanto como sancionarse, es intolerable, implica un gravísimo crimen contra la humanidad entera.

Entre los actos considerados genocidas se encuentran:

  • El secuestro y traslado de niños del grupo atacado.
  • El sometimiento forzoso a condiciones infrahumanas que tengan como consecuencia la muerte.
  • La matanza directa de los miembros del grupo de individuos.
  • La inflexión de graves lesiones físicas o mentales.

De acuerdo a la Corte Penal Internacional (CPI) de 2002, la persecución a grupos es el eje dominante de la definición se basa en el "ataque generalizado y sistemático contra una población civil", en donde lo que desaparece es la "intención de destrucción total o parcial de un grupo" y lo que se prioriza es la persecución a individuos que integren dichos grupos, como parte de la "población civil". Esto es, ya no se trata de la "intención de destrucción total o parcial de un grupo", sino de la "persecución de un grupo o colectividad con identidad propia", por parte de un actor político,  económico y militar.

La gran diferencia entre el concepto de crímenes de lesa humanidad y el de genocidio es que el primero no observa al conjunto como "grupo nacional", sino como individuos que sufrieron la violación de sus derechos individuales. Esta es la diferencia jurídica más relevante entre el concepto de crímenes de lesa humanidad -que remite a acciones indiscriminadas contra miembros de la población civil y el concepto de genocidio- que remite a acciones discriminadas contra grupos específicos de la población, buscando su destrucción total o parcial, de acuerdo a la CPI.

Los crímenes de lesa humanidad categorizan al aniquilamiento como violaciones a los derechos de los sujetos, construyendo al concepto de víctima en tanto ciudadano, pero excluyendo del mismo a los individuos que no sufrieron en modo directo dichas prácticas esto es, al conjunto del propio grupo nacional.

De este modo, la transformación de los procesos genocidas en crímenes de lesa humanidad implica una desjerarquización y olvido del elemento identitario y del objetivo de opresión en el proceso de destrucción, ya que solo se observa una mirada liberal, en términos de derechos individuales de ciudadanos, que vislumbran la acción específica cometida -secuestro, desaparición, tortura, asesinato, violación-, pero no logra restablecer la finalidad de la práctica social, las lógicas de implementación del terror ni su sentido estratégico.

Si en la Segunda Guerra Mundial, con al nazismo y ultra nacionalismo japonés, los actos genocidas arrojaron 13 millones de personas, sobre todo civiles, porque soldados del ejército soviético fueron 2 millones que estuvieron en campos de concentración.

Una referencia del soldado mexicano en el ejército soviético en la Guerra Patria:

“Conforme avanzábamos en Ucrania, recibiendo tormentas de artillería de los germanos, que nos enterraban en la tierra pecho tierra, para llegar a Cherkasy y luego Kiev. En un momento de respiro de batalla, nuestro capitán Petrov, lo vimos alterado escuchando a un soldado, cuando nos platicó que el soldado le dijo que más adelante había un campo de concentración con civiles y soldados nuestros presos, que fueron masacrados por nazis y de unidad ucraniana nazi, era de espanto. Entre la batalla, llegamos al campo, lo que vimos nos puso como hierro fundido, de coraje, porque una cosa es morir combatiendo y otra es una masacre: niños, mujeres con vientre abierto embarazadas, ancianos, nuestros soldados indefensos todos, asesinados cobardemente, algunos los despellejaron como animales, niños mutilados. Después de dos días de nuestro avance a Kiev, nuestro capitán dijo que la masacre contabilizó 43 mil almas. Jamás se me olvidará y está profundamente en mi corazón contra el animal nazi”.

Después de la guerra, algunos de quienes eran responsables por los crímenes cometidos durante el Holocausto fueron llevados a juicio. Para realizar los juicios que tuvieron lugar en 1945 y 1946, se eligió Nuremberg en Alemania. Los jueces de las potencias aliadas (Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Estados Unidos) presidieron las audiencias de veintidós principales criminales nazis. Si el Holocausto derivo en genocidio, el sionismo aplica misma fórmula.

Una forma de “justificar” que en los efectos de la guerra, sin miramiento alguno los civiles son masacrados como forma de aplicar terrorismo y miedo entre la población, para que no mantengan lazos con su ejército o movimientos insurrectos, el atacante, al usar todo material de guerra, arrasa con civiles, poblados y ciudades, evadiendo su responsabilidad al decir que fue un daño  no intencional o daño accidental, y que ocurre como resultado de acciones militares dirigidas contra blancos enemigos como ser equipamiento o tropas, sobre todo civiles. Este tipo de daño puede afectar a fuerzas amigas, neutrales o aún enemigas, cuyo término "daño colateral" llegó al gran público durante la Guerra del Golfo Pérsico en 1991 durante los informes militares televisados, y era utilizado para referirse a las víctimas civiles durante el bombardeo de Irak.

Ahora bien, si recurrimos a un mapa del mundo, los intereses del capitalismo norteamericano no tienen límites, así sea cuando la “guerra fría” contra el bloque soviético y después con el derrumbe del mismo en 1989, porque desde el nacimiento de dicha nación su “destino manifiesto” y luego la Doctrina Monroe, está dictada por el poder militar. Ponga el dedo en cualquier parte de un país, ahí está una invasión, golpe de Estado, dictaduras, imponer en gobiernos a títeres, asesinato de líderes sociales y políticos como a civiles.

En 1948, cuando aún el mundo no apagaban las llamas de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos e Inglaterra hicieron nacer a Israel en territorio de Palestina, bajo el supuesto de que ahí es la “tierra prometida”, en los hechos, los objetivos reales de su creación en una zona geopolíticamente estratégica como es Medio Oriente fueron, por un lado, que las potencias querían convertir a Israel en un “estado gendarme” que controle bien de cerca a los países árabes y les ponga un freno a los movimientos nacionalistas cada vez más radicales.

Por otro lado, tenían el fin de “desestabilizar” Palestina. Esto significaba que Israel debía consolidarse en una especie de barrera cultural entre el “mundo occidental” y el “mundo árabe”, considerado salvaje por los europeos.

Con el tiempo, el factor político de ultraderecha en Israel, mediante el sionismo, que no es el ideal del pueblo israelí, bajo el mecanismo de caballo de Troya norteamericano para impedir que Palestina y países del Medio Oriente se acerquen o tengan contacto con la URSS y hoy Rusia, inician el proceso de expansión y sometimiento del pueblo palestino, robándoles sus tierras y creando centros de concentración como en Gaza, lógico, el pueblo palestino emerge en su lucha por su soberanía.

Israel y Hamás están en guerra tras el ataque por sorpresa del grupo palestino desde Gaza del 7 de octubre, que ha costado la vida de 36 mil y más de 76 mil 600 heridas; de éstas, 13 mil 900 eran menores de edad, incluidos bebés –27 de esos infantes han muerto por desnutrición y deshidratación–; 9 mil mujeres y 1 mil 49 adultos mayores. El Ejército israelí ha intensificado sus ataques con bombardeos en Gaza y Cisjordania y un recrudecimiento de los combates con Hezbolá en la frontera del Líbano, así como en Ráfah.

El genocidio implica también el que la población está casi sin atención médica, porque el ejército israelí ha destruido hospitales y clínicas, so pretexto de que en los edificios ser ocultan combatientes palestinos, tal como el caso de que una misión llevada a cabo por varias instituciones y encabezada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegó al que fue el mayor y más importante hospital de la Franja de Gaza, el Al Shifa, para evaluar los daños tras el asedio israelí y en el Complejo Médico Nasser de la ciudad de Jan Yunis, se encontraron en dos grandes fosas comunes con los cadáveres de más de 210 palestinos han sido encontradas, pero, el número de víctimas mortales por las tropas israelíes se estima en 1500, entre ellas numerosas mujeres y niños.

Todavía se desconoce la suerte de muchos de los heridos y desplazados que permanecían en el hospital. La ocupación preparó un cementerio dentro de los muros del recinto Nasser para ocultar sus crímenes", declaró a la cadena el jefe de la Oficina de Medios de Comunicación del Gobierno de Gaza. En las fosas comunes prevemos encontrar 700 mártires ejecutados por la ocupación dentro del Complejo Nasser, donde el hospital no es el único centro médico del enclave donde se han descubierto fosas comunes. A principios de abril, se descubrieron decenas de muertos en Al Shifa, el mayor hospital de Gaza. Posteriormente, desde la ONU anunciaron que "se ha convertido literalmente en un cementerio, total y completamente destruido”.

El mundo protesta y exige alto al genocidio sionista, tal como el gobierno de México se suma a que Palestina sea ingresado a la ONU, con respuesta negativa de Israel y “abstención” norteamericana, quien a pesar de pedir al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que limite las masacres como también permita ingreso a Gaza de alimentos y medicinas, su respuesta es no.

En Estados Unidos el gobierno y las industrias de armamento, invierten en surtir de armas a Ucrania e Israel, y de manera hipócrita dice buscar la “paz”, acción que se contradice en su nación frente a manifestaciones de estudiantes y maestros en las principales universidades, al grado de que han detenido a miles de ellos, Netanyahu, los acusa de que “representan marchas nazis de los treinta”, absurdo como cínico.

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

 

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.