Alardeando

  • Rafael Gómez Olivier
Los sueños sólo brotan en manos llenas de agua o mueren en las almohadas para ser olvidados

Y para qué tanto alarde al café de la mañana, solo lo serví exageradamente cargado, lo tomé a pequeños sorbos y arrojé la taza al cerro pendiente de limpiar de vasos y platos, y para qué tanta memoria al día de ayer si tuvo la misma suerte y destino que ese café.

Llévate solo lo que ocupas, un paraguas no es necesario incluso si llueve, es frustrante querer besarla  desde la frente y hasta debajo del vientre pero toparte sin sus ganas, sin las tuyas o quizás solo mucha gente, carga solo con lo que necesitas, pues un hombre que escribe debe invertir más en ideas que en máquinas o computadoras, cualquier servilleta y libreta serán siempre baratas cuando están en blanco antes de que la tinta las complique, cuando el alma tiene dos o tres tragos encima siempre toma el micrófono, se levanta y canta.

No le aplaudas a nadie pues hasta el más sabio seguramente es un estúpido cuando lo necesita, la admiración nació para las estrellas en el cielo de Uyuni, el mar en las playas de Cartagena, la vida en la mirada miel de ella, pero no para quien hoy quizás con más necesidades que motivos ocupa pasar de puta a doncella, no mi amigo, que el espejo no te tope idolatrando estatuas vivas que parecen humanos ni humanos muertos que parecieran relojes con manecillas terminando las vueltas al mismo ritmo y gastando en cada una sus pilas.

No busques alas para volar ni caminos para andar, nada nació perfecto y para todo lo que lograremos seguramente nada está hecho, si te apasiona lo normal entonces confundiste la pasión con la tranquilidad, porque el dinero se gana, las oportunidades se crean, la comida se traga, el vino se sorbe, los cigarrillos se inhalan, pero los sueños sólo brotan en manos llenas de agua o mueren en las almohadas para ser olvidados por siempre dejando una sensación extraña en las mañanas.

No copies los anhelos, mirar la playa no es sol para quien se ahoga en ella, subir una montaña no es la cima para quien siempre tiene la cabeza agachada, amar no es nada para quien jamás se dejó la boca y los huesos rotos defendiéndose de la distancia.

Corre cuando debas correr, camina cuando debas caminar y arrodíllate solo para orar, las tres son maneras de avanzar, acompáñate de la soledad, y cuando esta se marche siempre envíale cartas para que no dejen de conversar, toma la mano de quien no te quiera cambiar, y si un día lo intenta explícale que quitar la vida no es la única manera de matar.

Irte no es huir cuando ya no hay más, las aves migran pero jamás dejan de volar, los leones se lastiman pero jamás dejan de pelear, los mares aunque parezcan muertos siempre que observen la luna van a despertar y en general los malos tiempos suelen quedarse una temporada pero una noche ya no se sientan a cenar.

Que si es hermosa te sea hermosa, que las equivocaciones lo sean, que lo amargo sea amargo, también el mate debe saber a algo, que el dolor duela y lo que quema consuma, que las canciones suenan porque los que las escriben encontraron la cura, no siempre somos buenos, nunca somos perfectos, pocas veces ideales, si lo decides siempre reales, es simple entender que un barco flote sobre tanta agua, pero lo increíble esta en entender cómo algunos cruzaron a pesar de que en apariencia eran velas pequeñas para olas tan grandes.

Si hoy dudas, debes saber que el viento también sopló hacia el lado contrario, que el agua se secó por querer vivir en el barrio equivocado, el sur fue norte para quien entendió el mundo al contrario, pero a pesar de todo ello el pecho no debe olvidar que entre sus brazos y pase lo que pase siempre llevará a alguien que en cada latido le ruega porque no deje de abrazarlo

@RafaGoli

 

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Rafael Gómez Olivier

Presidente y CEO Social Business, conferencista sobre emprendimiento. Cocreador del concepto IdeasParty.  Creador del concepto Mundo emprendedor: Congreso que llevó educación empresarial a más de 12 municipios en Puebla. Creador de Unfollow