Cáncer infantil

  • Rafael Reyes Ruiz
La mayoría de los casos de cáncer en niños, niñas y adolescentes son curables si se detecta a tiempo

Que tema tan difícil.

Ufff…

En verdad difícil.

Podría decir que en el mundo, según el estudio publicado en 2018 por Globocan, cada año se diagnostican 200,000 niños y adolescentes con cáncer. Que según el mismo estudio en países con altos ingresos, sobrevive más del 80% que llega a padecerlo, mientras en países con ingresos medios solo el 20% o menos, y que los países con ingresos bajos ni siquiera tienen una estadística.

Podría decir que en México, de acuerdo con datos del Registro de Cáncer en Niños y Adolescentes (RCNA), hasta el 2017, se tenía registro de 17,654 casos de niños y adolescentes con cáncer. Decir que los Estados con mayor incidencia son Durango, Colima y Aguascalientes, pero que los estados con mayor índice de mortalidad por cáncer infantil son Chiapas, Oaxaca e Hidalgo.

Podría decir que en Puebla, según el RCNA entre el 2017 y 2019 se registraron 394 casos de cáncer infantil. Que el mayor número se encuentra en la ciudad Puebla capital con 84, siguiendo San Martín Texmelucan y Tehuacán con 16 cada una. Podría decir el número de niños que no libraron la batalla en el Estado de Puebla, pero no lo haré, pues conocí a varios de ellos; solo diré que la tasa de mortalidad en la entidad es de 2.2 por cada millón de habitantes. Y si piensas que es poco, no lo pienses por favor, porque debería ser cero.

Podría decir más datos y estadística, pero nada, absolutamente nada puede describir lo que es el cáncer infantil. Solo quienes han vivido esa terrible y dolorosa batalla de cerca pueden dimensionar lo que significa.

Solo quienes han cargado a un niño llorando por el dolor de la quimioterapia, quienes han tomado la mano de uno de esos pequeños diciéndole que todo estará bien mientras te contienes las ganas de llorar por rabia impotencia, quienes han soportado el tortuoso sonido de "pit pit pit pit" de la máquina que regula la quimio, quienes han limpiado el vómito causado por las náuseas de esa quimio, quienes desconsolados se sujetan de una oración cargada de fe para vencer a ese monstruo, quienes han disfrutado y celebrando una escueta sonrisa de un niño que en medio del dolor y sufrimiento tiene la gallardía de sonreír, solamente esas personas saben lo que en verdad significa cáncer infantil.

En mi experiencia de más de doce años acompañando a niños, niñas y adolescentes que han vivido y viven está terrible situación, puedo decir que en la gran mayoría de los casos el cáncer infantil es curable, el punto está en la prevención y detección temprana.

Como sociedad debemos exigir a las autoridades que haya políticas públicas encaminadas a velar por el bienestar integral de niños, niñas y adolescentes que padecen algún tipo de cáncer, sobre todo los de sectores más vulnerables. Como sociedad, debemos tener más empatía y solidaridad. Puedes sumarte, hay fundaciones que de manera transparente y con mucho amor tienen esta causa, como APAPPO o nosotros en Fundación Madai, y siempre es bienvenida la ayuda; que —como sociedad— los niños con cáncer no nos sean indiferentes.

Rescoldos
Dedico estas letras a esos niños y niñas que he tenido el privilegio de acompañar en su proceso contra el cáncer, y que en medio de su dolor me han dado la bendición de su sonrisa. A ti que leíste esto, te pido por favor: una oración, una plegaria, un mantra, buena vibra, un pensamiento positivo, por todos los niños y niñas que están enfrentando la batalla; todo sirve, pues todo hace falta. Si te quieres sumar, contáctame.

@RafaActivista
rafaactivista@gmail.com

 

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Rafael Reyes Ruiz

Activista social dedicado a brindar ayuda integral a grupos de alta vulnerabilidad. Fundador de Fundación Madai, que apoya a niños con cáncer y sus familias. Miembro de grupos y colectivos de la sociedad civil. Escritor, articulista, conferencista. Desarrollador y promotor del emprendimiento social.