Homofobia en el trabajo

  • Alfonso Gómez Rossi
Los problemas que enfrentaron los homosexuales en sus lugares de trabajo durante décadas

El tema que trataremos hoy -homofobia- es de particular interés para aquellas personas que estudian el tema de las minorías que han sido discriminados históricamente por sus preferencias sexuales.

Comencemos con el tema de la renuncia de Lord John Brown a British Petroleum, suceso que acaeció públicamente en la primera mitad del 2007, cuando el entonces presidente de la compañía petrolera presentó una orden judicial para detener la publicación de una historia que le atañía de manera directa: su antigua pareja, el canadiense Jeff Chevalier, había dado una historia exclusiva al periódico The Mail on Sunday, que saldría publicada próximamente (Browne).

Lord John Brown, un hombre de 59 años, había conocido al joven de 23 años en un sitio web donde se contrataba prostitutos (Browne).

Después de unos meses de salir, el joven se mudó con él y vivieron juntos durante tres años (Browne).

Al concluir la relación, Chevalier siguió cobrando un pago que le concedió el Lord inglés, hasta que, el directivo se cansó de pagar alegando “que sólo había sido algo temporal” y que no tenía la intención de mantener su ex el resto de la vida (Browne).

Chevalier acudió a la prensa y el escándalo estalló.

Descubrió, cuando la historia finalmente se publicó, que se hizo un menudo escándalo y además, se le acusó de malversación de fondos de la British Petroleum.

La renuncia fue aceptada y Browne comenzó a enfrentar la catástrofe en la que se volvió su vida durante los siguientes años por ser un alto ejecutivo de clóset que había hecho según él “las cosas bien” pero que estaba expuesto al escarnio por sus preferencias homosexuales.

Lord John Browne había sido hasta ese momento presidente de British Petroleum durante doce años (entre 1995 y el 2007).

Era lo que podríamos llamar un administrador bastante aburrido que nunca se había casado, no tenía hijos y había vivido cuidando a su madre desde su viudez en 1980, hasta la muerte de ella en 2000 (Browne).

La vida del lord era el trabajo en la compañía y cuidarla a ella.

El deceso de su madre le había dejado un gran vacío existencial que le había hecho comprender que le gustaría tener una pareja.

No era casto: había sostenido relaciones sexuales con otros hombres, casi en secreto, y sólo habían sido aventuras fugaces (Browne).

Entendía que, para que funcionara “bien” su vida, era necesario vivir en dos esferas, una privada, en la que estaban relegadas sus preferencias y acciones homosexuales, y la otra pública, donde era el presidente de British Petroleum, una compañía que podría tener problemas con la homosexualidad de su jefe y que prefería que actuara como una persona asexual.

Tenía razón en entender al mundo así.

Esta narrativa tiene la finalidad de poner en contexto los problemas que enfrentaron los homosexuales en sus lugares de trabajo durante décadas.

A menos que un hombre bisexual u homosexual trabajara en un lugar de características consideradas tradicionalmente como femeninas—ya fuera como estilista, decorador, diseñador de modas, banquetero, actor, bailarín o algún trabajo relacionado con la gastronomía—tendría que permanecer dentro del clóset para mantener su trabajo.

Hasta el 2013 no había nadie en la lista de Forbes que fuera abiertamente homosexual.

Básicamente en el mundo predominaba aún una gran homofobia que no permitía que las personas pudieran expresar sus preferencias sexuales por miedo a las represalias que esto traería en su vida laboral, social, económica y personal.

¿Por qué existe la homofobia?

Parece una pregunta fácil, sobre todo en el contexto de la Ciudad de Puebla, en donde el machismo sigue siendo rampante en muchos aspectos, pero vale la pena hacer el recuento para entender por qué puede ser devastador para una persona ser identificado como gay en su lugar de trabajo.

La homofobia es el terror que tienen las personas a todo lo que es homosexual.

Tal vez le parezca que esa definición no nos dice nada, porque no entendemos el término homosexual, pero la palabra homosexual es un término acuñado por José María Kerbetnyi para describir una patología que ocurría en los centros urbanos que describía a las personas, generalmente hombres, que sostenían relaciones sexuales con otros hombres (1).

Esto no significa que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo no hubieran existido antes, la realidad es que estas han ocurrido en todos los tiempos y en todas las culturas, pero en Europa y sus colonias, este comportamiento había caído bajo el término paraguas de sodomía.

Aquí cabe hacer una aclaración, sodomía no sólo se refería a las relaciones homosexuales, sino que era la categoría que definía cualquier acción sexual que no estuviera encaminado a la reproducción, por lo tanto, cualquier tipo de relación sexual con cualquier persona u objeto que no estuviera encaminado a perpetuar a la humanidad, era entendido como un pecado, debido a que violaba en términos generales el sexto mandamiento (Foucault, 1990).

Aquí encontraremos entonces dos temas de la homosexualidad que son importantes en nuestro conocimiento de la comunidad LGBQT+ y que tiene que ver en como la homofobia ha catalogado a las personas que se identifican como tal: por un lado, la homofobia insiste que es una enfermedad mental—una patología—que puede quitarse con terapia (los grupos católicos y cristianos conservadores aun hacen esta afirmación), mientras que por otro lado, se entiende como un problema moral, el ser homosexual ha sido visto por el cristianismo durante los últimos 1800 años como una conducta pecaminosa, porque ensalzaba el placer sobre el deber (Redacción, 2014).

Este concepto puede ser cuestionado desde un punto de vista lógico, pero en el imaginario cultural de Occidente, el homosexual transgredía las reglas de la moralidad al escoger disfrutar el placer y no “madurar” entendido en la sociedad occidental como casarse y tener hijos, algo que de por sí les era negado por ley.

 

(1)   La palabra homosexual era una palabra que describía una gran cantidad de conductas que hoy entendemos como lesbiana, trans, queer, asexual, etcétera.

Facebook: Alfonso Gómez Rossi

Trabajos citados:
Browne, J. (s.f.). The Glass Closet: Why Coming Out is Good Business
Foucault, M. (1990). The History of Sexuality: Volume I An Introduction. New York: Vintage Books
Redacción. (11 de febrero de 2014). "Ex gay" Richard Cohen frente a frente con psiquiatra mexicana. SDPnoticias.com, págs. https://www.sdpnoticias.com/gay/2014/02/11/ex-gay-richard-cohen-frente-a-frente-con-psiquiatra-mexicana.

 

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Alfonso Gómez Rossi

Licenciado en Historia por la Universidad de Arizona, Doctor en Creación y Teorías de la Cultura en la UDLAP. Subdirector del Instituto Universitario Boulanger.