La decisión del Ejecutivo Federal de no asistir a la Cumbre de las Américas, más que un desaire a la mayor potencia mundial, en realidad representa una clara señal del falso y pegajoso discurso de defender los intereses de los más necesitados, particularmente nuestros paisanos y muy especialmente nuestros compañeros poblanos.

Con una población de casi 2.3 millones de poblanos en nuestro país vecino del norte, es decir, una proporción alrededor de 35 por ciento respecto al total de poblanos en nuestra entidad, Estados Unidos recibió este lunes la noticia que el primer mandatario no asistirá a la Cumbre de la Américas organizada por el Estados Unidos.

Recordemos que, entre los objetivos de la citada cumbre, se encuentra fortalecer los lazos entre los países del continente, y el fortalecimiento económico incluyente basado en valores de democracia y libertad.

La silla vacía del Presidente en la cumbre no sólo representa en desinterés por estrechar los lazos con los países que defienden los principios democráticos, es decir aquellos que son del interés del pueblo, sino el manifiesto desaire a nuestros connacionales que luchan por tener una vida digna bajo la promesa del sueño americano.

Si lo queremos ver desde el punto de vista económico, nada más las remesas que México recibe del extranjero en abril 2021 4.1 mil millones de dólares y en abril de 2022 llegaron a 4.7 mil millones de dólares o el equivalente en pesos de MXN 94 mil millones de pesos.

El discurso de la defensa de los intereses de los ciudadanos mexicanos que menos tienen, incluyendo tanto a los que trabajan en el vecino país del norte como los que reciben las remesas, fruto del esfuerzo de su trabajo, queda en entredicho al mandar una clara señal de convicciones ideológicas, que si bien pueden legítimamente ligarse a la persona del Presidente, no así necesariamente a aquellas del resto de los mexicanos que se han quedado sin representante de “primer nivel”  en la Cumbre de las Américas.

Hoy, una proporción equivalente a más de un tercio de los poblanos que viven en Estados Unidos se han quedado sin el respaldo de su representación en una de las cumbres más importantes del continente americano, hecho que fundamentalmente se traduce en un tiro en el pie para nuestro país, dado que nuestro principal socio comercial y primera potencia mundial acumula un desaire más del Ejecutivo Federal.

No olvidemos que la paciencia tiene límites, y el de Estados Unidos no está lejos.