¿Fin al debate por las juntas auxiliares?
- Rafael Micalco Méndez
Aquí puede haber, y es bueno que haya, diferencias de pensamiento; lo que no puede faltar es la unidad de voluntades, la concordia, la visión clara del propósito que todos tenemos. Es en ese ideal donde se anudan las diferencias y donde convergen las inteligencias en debate. Y ese ideal es, como lo señalan nuestros principios de doctrina, la eminente dignidad de la persona, el bien común, la solidaridad y la democracia. No lo perdamos de vista.
Luis H. Álvarez
El debate sobre la permanencia o no de las juntas auxiliares continúa. Algunos actores políticos han entrado a verter sus puntos de vista sobre esta iniciativa sumando más a favor de su permanencia. Legisladores, gobernantes, intelectuales han hecho pública a través de los medios de comunicación sus análisis y posturas, todas respetables. También los mismos presidentes de juntas auxiliares, al menos con un servidor, se han acercado a compartir la inquietud y preocupación.
Todo muestra que nuestras juntas permanecerán, es decir, no prosperarán las intenciones de disolverlas, al menos no lo hará sin causar un descontento generalizado en todo el estado.
Y es que estas concentraciones humanas no sólo son de índole administrativa, son más que eso, constituyen entes culturales, generadores de identidad social, costumbres y alicientes para la cohesión social.
Por ello me atrevo a afirmar que el debate no deberá centrarse en disolverlas o no, será mejor y de mejor manera proponer mejoras a su marco normativo, revisar sus atribuciones y ampliarlas, asegurar que las atribuciones legales que poseen se vean fortalecidas y respaldadas por el municipio al que pertenecen.
Mejorar la coordinación con el municipio, pues es incongruente que veamos falta de acuerdo entre la autoridad municipal y las presidencias auxiliares, siendo que debieran trabajar en conjunto.
No es concentrando la administración como podremos dar respuesta al ciudadano en cuanto a los servicios públicos que requiere, la obra pública, la seguridad, tema tan delicado, importante que exige una gran coordinación. No es por ahí, al menos es la visión de un servidor, por el contrario, debemos ser autoridades cercanas, en una estructura lo más simplificada, horizontal y próxima.
Es momento de escuchar a los presidentes y presidentas auxiliares para que expongan cómo mejorar su participación política y administrativa en la resolución de los problemas de los ciudadanos, y desde el plano legislativo y administrativo, dar respuestas a sus necesidades.
En Acción Nacional creemos en el gobierno cercano, en la eficiencia administrativa y en la escucha; por ello debemos emprender nuestras valoraciones preguntando a los directamente involucrados con la intención de escuchar y construir juntos las soluciones, sin ninguna determinación previa o juicio anticipado.
Hacerlo sin duda, fortalecerá nuestra congruencia democrática, en mayor medida nuestra cohesión social y reitera nuestra vocación democrática.
Es momento de poner fin al debate para desaparecerlas y en su caso, intensifiquemos el análisis para fortalecerlas. Desde aquí, en este espacio de expresión que me permiten varios medios de comunicación -a quién les agradezco mucho-, me pongo a las órdenes de todas y todos los presidentes auxiliares para canalizar sus inquietudes y se escuchen sus voces en positivo y de manera constructiva, por el bien de nuestras juntas auxiliares.
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Miembro activo del PAN desde 1988, miembro del CEN, consejero Nacional y Estatal; expresidente Estatal del PAN Puebla 2006-2009 y 2012-2015; licenciado en Administración de Empresas; diputado local 2005 y federal 2012. Actualmente, secretario Nacional de Promoción CEN y diputado local electo.