Por si no te vuelvo a ver
- Araceli Molina Diz
Hoy 2 de noviembre celebramos en México el Día de Muertos y es mi festividad favorita, en la que se honra la memoria de los difuntos con coloridos altares llenos de flores, ofrendas, música y comida.
Es una festividad de origen prehispánico y está vincula a la celebración del Día de los Santos Inocentes y el Día de los Fieles Difuntos, tradicionales de la Iglesia Católica.
En esta festividad se honra la vida de los que partieron antes que nosotros, con la creencia de que por una noche tienen la oportunidad de volver para convivir con aquellos que aún no los hemos olvidado, pero más allá de las creencias y supersticiones, es una tradición preciosa, las calles se visten de flores de cempasúchil, cuyos pétalos se utilizan como símbolo del camino que las almas deben seguir del campo santo hasta la ofrenda: hay pan de muerto, papel picado y una alegoría de la muerte que vale la pena vivir.
Con las muertes provocadas por la pandemia del COVID-19 y la inseguridad en nuestro país, creo que se ha arraigado aún más y se resignifica el valor de esta festividad. Los invito a detenerse un momento y responder está pregunta: ¿Si hoy fuera el último día de tu vida, tus familiares o amigos conocerían tu última voluntad en relación a tus bienes, familia o mascotas? ¿Realmente estás preparado para la muerte?.
En nuestro país la cultura de la previsión es escasa, sólo el 4 por ciento de la población lleva a cabo arreglos con respecto a sus bienes y deseos póstumos.
No expresar tus deseos, secretos e información importante oportunamente hereda problemas a la siguiente generación, provoca rompimientos familiares e incertidumbre, sumados al dolor que causa la pérdida física de un ser querido. He asistido a un gran número de cursos de desarrollo humano y espiritualidad, constelaciones familiares, biodescodificación, entre otros, en los que me topo a un gran número de personas resolviendo conflictos póstumos con familiares.
La vida está llena de incertidumbre y situaciones fuera de nuestro control. Más allá de un testamento es fundamental expresar nuestros sentimientos, nuestros secretos familiares; esas pequeñas cosas que son importantes y que harán la diferencia al llegar el momento de partir.
Por eso en esta columna quiero recomendarles Por si no te vuelvo a ver, un sitio web en el que tendrán oportunidad de transmitir a sus seres queridos de forma segura, toda esa información que en caso de presentarse una enfermedad o ausencia deben conocer, tales como última voluntad, mensajes póstumos, seguros vigentes, bienes materiales, instrucciones con respecto a mascotas, etc.
El hubiera no existe, y hoy, en el Día de Muertos reflexionemos con relación a nuestra propia existencia, ¿cuál es el legado que queremos dejar? No olvidemos que lo que no se comunica no existe. Aprovechemos la tecnología y las opciones que tenemos para que nuestra ausencia esté llena de paz, tranquilidad y trascendencia.
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