Los plazos se cumplen, y tal cual lo marca la Ley Orgánica del Congreso General, los legisladores electos el pasado 6 de junio, acudieron al salón de sesiones celebrando la sesión constitutiva de la cámara que iniciará funciones el próximo 1 de septiembre.

Será en sesión solemne que las y los legisladores tomarán protesta de la LXV legislatura en San Lázaro, que por cierto será histórica por muchas razones, entre otras, porque será la primera legislatura con paridad total: 250 mujeres y 250 hombres.

El Partido Verde sufrió el ajuste a la baja de la fórmula de la tercera circunscripción plurinominal permitiendo con ello la paridad total. Bien por el Tribunal.

Recordemos que 300 de estos legisladores son de mayoría relativa y 200 son del sistema de representación proporcional (plurinonimales).

Cabe decir que el partido Morena tendrá 103 mujeres contra 95 varones y el PRD tendrá 9 mujeres contra seis varones. ¿Bueno o malo?  Desde luego que bueno, claro si es que se hace valer la perspectiva de género por encima de los intereses partidistas y personales, o de negociaciones políticas.

Quiero destacar que coincido con aquellos que piensan que no es necesario pugnar o pelear por un tema de género que por sí solo debe ejercerse, con las capacidades y talento de cada una.
Recientemente revisaba algunas publicaciones que tiene la ONU con respecto a la paridad política y sus necesidades inmediatas. La organización destaca que desde el año 2000 el porcentaje parlamentario de mujeres en América Latina se ha incrementado un 30.7 por ciento, destacando que es mínimo tomando en cuenta que la baja participación de las mujeres en espacios de decisión, forma parte de los sistemas democráticos y cómo esto muestra una situación crítica pero también una gran oportunidad de generar un cambio positivo para todos. ¡Que de eso se trata! ¡O no?

La paridad política es necesaria para que las mujeres agreguen valor a la toma de decisiones que afectan su vida, y se beneficien del proceso de la democracia. ¿Si no, para qué?   La democracia paritaria propone un nuevo modelo de estado inclusivo, así como lo plantea la Agenda 2030 que esperamos tenga como resultado una igualdad sustantiva en beneficio general entre hombres y mujeres.

Lo fundamental en esta etapa que estamos iniciando, es que podamos sumarnos y aportar, -más allá de coincidir con ONU Mujeres-, en que el propósito fundamental sea tender puentes, dialogar, buscar la participación de más mujeres, delinear modelos actualizados y reformas legislativas que permitan más espacios a mujeres con liderazgo político, que hablen e influyan de manera determinante en el aquí y el ahora, y que no veamos cómo contradicen u olvidan la lucha de tantos años.

El número en la paridad dice mucho, pero por sí solo no dirá nada si nos alineamos a intereses particulares olvidando el trabajo, esfuerzo y sacrificio que implicó lograrlo.

Usted ¿qué opina?