Dos estudiantes colombianos de intercambio en la UPAEP y uno veracruzano de la BUAP, Los tres en la etapa final de la carrera de medicina fueron asesinados brutalmente junto al chofer del über que abordaron en Huejotzingo. 

Que tristeza profunda, cuanto dolor para la sociedad. Cualquier persona que sufre una muerte sin sentido deja siempre esa estela de dolor pero en el caso de los estudiantes provoca hartazgo de la violencia.  tres personas listas para atender los dolores ajenos, luego de muchos años de estudio de una de las profesiones mas demandantes, simplemente perdieron la vida. ¿Por el sombrero? ¿Tal vez el auto? no se sabe con certeza.

La entereza de los padres de la estudiante colombiana merece mención aparte, ilusionados con su trayectoria comparten el amor por el país que se las arrebató, pacientes ante las preguntas, a veces sin sensibilidad, de la prensa, educados y hasta corteses, regresan a su patria con su hija en ataúd. No quiero imaginar siquiera su pena.

La respuesta, primero de sus compañeros universitarios fue clara y logró sumar a otras instituciones, publicas y privadas. 

Después de tres días Puebla estaba clamando por mejor seguridad. Hacía muchos años que no se veía algo así pero hoy, las universidades que antes estuvieron enfrentadas ideológicamente, marcharon juntas, hombro con hombro para exigir alto a la violencia. 

En las marchas, los automovilistas se mantuvieron tranquilos y solidarios con los jóvenes.

Se acerca el 8 de marzo, día internacional de la mujer y al día siguiente, el movimiento de un día sin ellas. Puebla se encuentra entre los estados con mayor número de feminicidios del país, todos esperamos acciones que cambien esta lamentable situación. Ya basta

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