Los algoritmos del odio

  • Ivanna Torrico Escobar
Del sueño de la conectividad a la pesadilla de la polarización

En un principio se creyó que Internet democratizaría el discurso social, hoy se habla de las Fake News, de la manipulación, el discurso del odio, el acoso en la Red, el linchamiento digital, los trolls, los boots, etc. 

Cómo hemos llegado a esto, esto que antes fue pensado como el sueño de la conectividad, hoy poco a poco se esta convirtiendo en una pesadilla, donde el discurso del odio y la polarización se han instalado en la Red y no sabemos hasta cuando.

Quienes hacen análisis sobre la conducta de la sociedad en Red, afirman que “Las Redes promueven comportamientos tribales que agrupan, retienen y contienen a grupos humanos con los mismos intereses. Y esa contención hace que la trivialización pueda ser entendida como un conjunto de reglas, códigos o normas de consenso y de convivencia interna que superen a las de un consenso general y democrático”. Mario Riorda.

¿A quién o quiénes sirven mejor las nuevas plataformas de publicidad digital, a los moderados y al discurso racional, o a los populistas que lanzan mensajes incendiarios y polémicos en sus cuentas?

El sexismo, la homofobia y el extremismo político han encontrado en las plataformas digitales un espacio fértil, dado el anonimato que permite a sus usuarios, o por lo menos la sensación de lejanía, esto contribuye a que la gente supere con facilidad las inhibiciones naturales. Cuando hablamos con alguien en persona, vemos directamente su reacción, en Internet, sin embargo. hablamos con un oponente abstracto, de esta manera se pierde esa empatía y por desgracia hemos aprendido que, aunque propaguemos el odio, o incluso si violamos el honor personal de nuestros seguidores, no existe ninguna sanción.

En Internet existe contenido de calidad, pero son los mensajes de contenido radical los que atraen a los usuarios de estas plataformas, generando muchos beneficios y ganancias a los dueños de los canales de YouTube, o las plataformas de Twitter o Facebook.

¿Por qué se hace dinero con el odio en YouTube?

Los famosos algoritmos de recomendación de las Redes Sociales favorecen contenidos que polarizan, eso radicaliza a los usuarios y esto tiene consecuencias muy potentes en la democracia porque genera bandos que no solo no dialogan, sino que se hostigan o se desconocen, esto, desafortunadamente está socavando seriamente nuestra convivencia en democracia. 

La polémica hace que la popularidad, el número de seguidores o subscriptores de algunos políticos como Trump, Bolsonaro o Chi Hyun Chung del Partido Demócrata Cristiano en Bolivia crezca, en parte, gracias a las Redes Sociales. Cuanto más extrema sea la opinión, más activos son los comentarios a favor y en contra, mas gente ve los videos en YouTube y esto le permite poner publicidad y hacer jugosas ganancias a esta plataforma.

“La homosexualidad es una enfermedad”.

“Los incendios en la Chiquitanía son un “pago de pecado” y apuntó al colectivo LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales)”. Chi  Hyun Chung, septiembre 2019.

“A la mujer se la debe educar como tal para evitar actos de violencia de parte de los hombres”. Chi Hyun Chung, septiembre 2019.

“Qué habrá hecho la mujer como para que el hombre también reaccione de esa manera”. Chi Hyun Chung, septiembre 2019

“Muy interesante ver a las congresistas demócratas “progresistas”, que originalmente vinieron de países en los que sus gobiernos son una completa y total catástrofe, los peores, más corruptos e ineptos del mundo (si es que tienen un gobierno que funcione en absoluto), ahora le dicen a la gente de EE.UU. en voz alta y de forma viciosa, a la más grande y poderosa nación de la Tierra, cómo debe manejarse nuestro gobierno. Por qué no regresan y arreglan los lugares totalmente destrozados e infestados de crimen de donde vinieron”. Donald Trump, julio 2019. 

“¡No hacen nada! Creo que ni para procrear sirven” (sobre los afrodescendientes). Jair Bolsonaro, octubre 2018.

“Fueron cuatro hombres, con la quinta fallé y salió mujer". Jair Bolsonaro, octubre 2018.

Estas y otras polémicas declaraciones han encontrado en las plataformas digitales una audiencia masiva, la tecnología también juega un papel importante porque gracias a los algoritmos, estos comentarios tienen mayor tiempo exposición en la Red.

Los seres humados estamos entrenados para reaccionar más rápido ante el peligro, la amenaza, y el insulto que ante los estímulos inofensivos y nuestra rección es muy emocional, especialmente al principio.

Los usuarios somos incapaces de frenarnos al leer mensajes de odio y provocación en la Red a pesar de todo lo que leemos e investigamos sobre el tema, estos mensajes siempre nos afectan, especialmente al principio.

Los algoritmos están diseñados principalmente para aumentar los ingresos y el tiempo de visualización de los contenidos en las plataformas.

Lorena Jaume-Palasí, directora ejecutiva de la organización AlgorithmWatch, con sede en Berlín, explica que los programadores crean el esqueleto del algoritmo y los músculos los hacemos todos nosotros, los usuarios suministramos a los algoritmos los datos necesarios a través de nuestro comportamiento de navegación. 

Los trolls y el odio son parte de las armas políticas de algunas estrategias y las Redes Sociales se están convirtiendo poco a poco en lugares peligrosos donde los trolls y heaters, los que difunden el odio se mueven con impunidad, el matoneo en las plataformas digitales puede golpear muy fuerte y a cualquiera, nadie se salva en la Red, vivir bajo el flujo de estas amenazas constantes puede afectarnos psicológicamente y afectar de manera quizá irreversible a la democracia.

En Bolivia, estamos en plena campaña electoral, los partidos políticos entendieron la importancia de su presencia en Redes Sociales. Entraron al juego, pero la mayoría no lo hizo para conquistar al electorado, sino, para contaminar la Red de cuentas Fake, apostaron por la manipulación, la desinformación a través de la Fake News y el discurso del odio.

El discurso del odio según Antoni Gutiérrez Rubí, polariza con tal agresividad que disuade a los sensatos, inhibe a los tolerantes, intimida a los moderados y embarra el campo de juego democrático.

Referencias:

La ética de los algoritmos: Lorena Jaume-Palasí

El Proyecto Ira: Antoni Gutiérrez Rubí

Internet genera más pasión política que votos y resultados electorales concretos: Mario Riorda

Opinion para Interiores: 

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Ivanna Torrico Escobar

Licenciada en Ciencias de la Comunicación Social Máster en Marketing Político 2.0 Columnista en Política Comunicada (Argentina), Revista Democrática (Brasil), Revista Quántica (Perú), e-Consulta (México) Conferencista