En cuestión de horas se iniciará el proceso electoral extraordinario para elegir gobernador del Estado de Puebla y aún vemos a grupos intolerantes que  pretenden ponerse por encima del mandato popular. De allí que Lorenzo Córdova Vianello, Presidente del  Instituto Nacional de Electores, hace algunos días exigió a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México  y a Guillermo Pacheco Pulido, gobernador interino sacar las manos de las elecciones, actuar con imparcialidad y  ejercer un papel neutral y apegado a la Ley.

El árbitro responsable de llevar a buen puerto el proceso electoral en la entidad, que ha provocado muchos dolores de cabeza a los poblanos, finalmente habló fuerte. Su intervención fue oportuna, porque se están alentando las vías extralegales. Siempre hemos sostenido que la única gobernabilidad posible y aceptable es la fundada en el sufragio efectivo y en la obediencia a nuestras leyes.

Los dirigentes de los partidos políticos, los representantes de las diferentes corrientes democráticas y el propio mandatario estatal, Guillermo Pacheco Pulido, tienen como responsabilidad principal, evitar la confusión y los caminos ilegales que pudieran propiciar la ejecución de planes contrarios al incipiente avance democrático que se está registrando en la entidad poblana.

Los ojos de todos los mexicanos están puestos en territorio poblano, por ello tenemos que dar una lección sobre el florecimiento de una democracia auténtica y moderna, alejada de actitudes anárquicas, que suplan a una sana convivencia de todos los poblanos dentro de un orden legal.

La duda, la incertidumbre y el miedo, por el clima de inseguridad que permea en la entidad se apodera de los poblanos, situación que  pudiera alejar a los electores de las urnas. Por ello es obligación de las autoridades federales, estatales y municipales garantizar un clima de seguridad y tranquilidad para que el proceso electoral se lleve a cabo sin sobresaltos.

Guillermo Pacheco Pulido en su efímero, pero importante lapso gubernamental, debe desmantelar todo lo que genere confusión, desorden y provocación. No debe permitir el desarrollo de una situación favorable a los grupos que le apuestan a la violencia y a la anarquía. 

Los electores, por su parte, deben y tienen la obligación de salir a votar para elegir a sus próximas autoridades, sin presiones, ni consignas. Ellos, los poblanos, tienen que mantener una visión serena y responsable sobre el próximo proceso electoral.

Después, sino se cumple con el sufragio, las protestas salen sobrando. SALUCITA DE LA  BUENA.

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