Fallas del IMSS raramente aceptadas por su director

  • Raúl Espejel Pérez
AMLO se encaminó a ocasionar graves daños a la salud de millones de mexicanos

La deficiente atención médica del IMSS no surgió ahora. Proviene de hace 40 años. Hoy, en los primeros 5 meses de 2019, hizo crisis por la estupidez del presidente López Obrador de ordenar un recorte de personal médico y una reducción de la partida presupuestal asignada a esa importante institución.

Con la finalidad de “sacar dinero de donde sea” para  continuar regalándolo de manera demagógica e irresponsable y para financiar sus caprichos y tonterías (aeropuerto de Santa Lucía, refinería de Dos Bocas y Tren Maya) AMLO se encaminó a ocasionar graves daños a la salud de millones de mexicanos al ordenar la reducción del 20% de personal médico y recortar las finanzas presupuestadas del IMSS, del ISSSTE, de los institutos nacionales de Pediatría, Cardiología, Rehabilitación, Enfermedades Respiratorias, Cancerología, Nutrición, Perinatología, Psiquiatría, Geriatría y Medicina Genómica y de los Hospitales Infantil y General de México.

No hubo de transcurrir mucho tiempo para que surgieran las primeras protestas contra ese abuso de autoridad del presidente López. El primero en manifestar su inconformidad fue el director general del IMSS, Germán Martínez. Después de él, la totalidad de los directores generales de los  institutos médicos nacionales, antes citados, asumieron una enérgica actitud de desaprobación semejante a la de ese funcionario.

Ciento setenta y dos días fueron suficientes para que Germán Martínez, comprobara personalmente las graves y crónicas deficiencias que dañan la atención médica que proporciona el IMSS a sus 80 millones de derechohabientes y a las 250 mil personas que participan en el programa lópezobradorista “Jóvenes construyendo el futuro” que no cotizan un solo centavo al IMSS. Así como a las trabajadoras domésticas y se diera cuenta que es imposible tratar de resolver esas fallas debido a la insuficiencia de recursos financieros.

Insuficiencia que durante las 26 semanas que López Obrador tiene al frente de la presidencia de la república adquirieron características catastróficas debido a los recortes de presupuesto y eliminación de personal  que decretó para ahorrar dinero y destinarlo al apuntalamiento de las deterioradas finanzas de Pemex, la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, de la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.

Germán Martínez, mediante una extensa carta dirigida al Consejo Técnico del IMSS, el 21 de mayo, presentó su renuncia a la dirección general de esa importante institución.

En su carta de renuncia, el entonces director del IMSS,  admitió oficialmente la existencia de las deficiencias que aquejan a esa institución. Que  todo mundo conoce y miles de derechohabientes han sufrido, pero ningún otro director jamás se atrevió a reconocer públicamente y menos a resolverlas de manera integral.

El dimitente denunció que no obstante que el presidente López “proclamó el fin del neoliberalismo en el país”, algunas injerencias de la SHCP en el IMSS “son de esencia neoliberal: ahorro y más ahorro (que impide reparar instalaciones médicas y adquirir equipo médico y medicamentos suficientes), recortes de personal y más recortes de personal (que provocan largas demoras en la impartición de la atención médica) y un rediseño institucional donde importa más el cargo (aparentar la prestación de una atención médica eficiente y oportuna)  que el encargo (de proporcionarla realmente en términos aceptables de calidad y oportunidad).

Germán Martínez denunció que “se pretende reformar el Reglamento (del IMSS) para colocar funcionarios administrativos en los Estados desde la Secretaría de Hacienda, y así anular a los Delegados que el Consejo Técnico aprobó. Buscando nombrar, en todo el país ─advirtió─, una suerte de delegados administrativos estatales, fuera de este Consejo, para que (sean) ellos, en los hechos, (los que) administren… al IMSS”, como está ocurriendo con los 32 super delegados con los que López sustituyó a los delegados institucionales que cada una de las dependencia del gobierno federal tenía asignados en el país.

El director del IMSS advirtió en su carta de renuncia que el ahorro y el excesivo control del gasto que está imponiendo la SHCP “tiene dos consecuencias fatales… pasillos llenos de personas adoloridas y retraso en la atención a pacientes y fortalecimiento de los servicios de salud privados que ocasiona mayor gasto a los derechohabientes. (Denunció que) Ahorrar y controlar en exceso  el gasto en salud es inhumano.

Más adelante, en una demostración de autonomía operativa, expresó que si la SHCP “cree que los ahorros del IMSS los puede desviar a otros fines (aeropuerto de Santa Lucia, refinería de Dos Bocas, Tren Maya, Guardia Nacional y programas asistenciales del presidente de la república), es necesario recordarle que el IMSS no está obligado a concentrar en la Tesorería de la Federación sus ingresos financieros.”

Así como el presidente López expresó en una ocasión que no es florero de nadie, Martínez Cázares replicó que tampoco él no es florero del IMSS (y que por ello tampoco),  acatará decisiones tomadas fuera del IMSS

López, por su parte, se abstuvo de dar a conocer se opinión respecto a las fallas que denunció el entonces director del IMSS, limitándose a señalar que “Germán se fue porque quería tener más independencia en las decisiones, en lo financiero, pero hay que apegarnos a lo que establece la Secretaría de Hacienda”. Decisiones que el presidente tabasqueño no está dispuesto a tomar en consideración.

O sea que el IMSS, siendo un órgano tripartito, no gubernamental, tiene que acatar, sin derecho a opinar y menos todavía, sin derecho a protestar, todos los recortes presupuestales que al presidente López se le ocurran.

Germán Martínez salió del IMSS dejándolo inmerso en una situación crítica. Con medicinas insuficientes para atender las necesidades de los derechohabientes. Con  clínicas y hospitales (como el HGZ 32 de Villa Coapa) dañadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y a medio reparar. Con equipo médico deficiente e insuficiente y miles de trabajadores en riesgo de perder su empleo o con la amenaza de sufrir la reducción de su sueldo.

Otra de las grandes deficiencias que impiden la impartición eficiente y oportuna de la atención médica que proporciona el IMSS a sus derechohabientes, son los larguísimos tiempos de espera que tienen que soportar las personas que acuden a las unidades médicas familiares (clínicas de primer nivel)  a solicitar pases para consultas de especialidad.

Deficiencias que se han multiplicado y empeorado con el gobierno de la Cuarta Transformación que encabeza Andrés Manuel López Obrador, quien se comprometió a proporcionar una atención médica de buena calidad, “como la que se imparte en los países nórdicos.” Compromiso que estamos a varios años luz que se cumpla.

Véase un hecho concreto,  documentalmente comprobado, que echa por tierra la promesa de López.

De los cientos o miles de casos que ocurren cotidianamente en todas la clínicas del IMSS en el país y que con la llegada de la Cuarta Transformación a la presidencia de la república, en escasos seis meses, se han multiplicado y agravado.

Al derechohabiente registrado con número de Seguridad Social 0147 35 0006, en febrero 2006, en el Hospital de Cardiología del CMN Siglo XXI, le efectuaron 4 revascularizaciones  para corregirle igual cantidad obstrucciones en arterias coronarias que pudieron ocasionarle la muerte por un infarto, de no ser atendido eficaz y oportunamente. Habiéndosele prescrito, desde entonces, la ingesta diaria, de por vida, de una tableta anticoagulante que está considerada como medicamento controlado.

A fin de que el IMSS continúe proporcionado ese anticoagulante al asegurado, éste debe someterse anualmente a una valoración cardiológica. El trámite para efectuar esa valoración y obtener el documento que continúe haciéndolo acreedor a recibir, en tiempo y forma, el medicamento que le preserve la vida, tarda, en el mejor de los casos, de dos a tres meses.

Para obtener ese documento es necesario que el médico familiar emita una orden para que al referido derechohabiente se le efectúe un estudio de laboratorio, un electrocardiograma  y una radiografía de tórax. Las órdenes para efectuar esos estudios fueron emitidas  en marzo de 2019.

El estudio de laboratorio fue programado para realizarlo el 13 de mayo. Es decir 49 días después de la fecha solicitada. El electrocardiograma y la radiografía de tórax se programaron para llevarlas a cabo hasta el lejano 8 de agosto. Es  decir, 135 días (4 meses y medio) después de emitidas las respectivas solicitudes.

Conociendo la tardanza con la que el IMSS expide los pases para consultas de especialidad,  se prevé que la valoración cardiológica del asegurado 0147 35 0006 se efectúe entre los meses de noviembre y diciembre. Lo que significa que este derechohabiente dejará de recibir la medicina anticoagulante durante ocho meses, lapso en el que no adquirirla por su cuenta podría ocasionarle la muerte.

Condiciones en que el IMSS proporciona la atención médica

El sindicato del IMSS (SNTSS) resaltó que esa institución  requiere la liberación de los recursos económicos presupuestados para atender con eficiencia y prontitud sus requerimientos de atención médica. Haciendo hincapié que el IMSS cuenta con 1.44 médicos por cada mil derechohabientes, cuando los indicadores internacionales manejados por la OCDE establecen que debe ser de 3.4 médicos por cada mil derechohabientes. En materia de enfermeras el IMSS cuenta con 2.7 enfermeras por cada mil asegurados, cuando lo recomendable es de 9 enfermeras por cada mil asegurados. Respecto al número de camas por hospital, se cuenta con 0.69 camas por cada mil derechohabientes, cuando deben existir 4.7camas por cada mil derechohabientes.

La referida organización sindical denunció que el sismo de septiembre de 2017 dañó diversa unidades médicas y administrativas en la Ciudad de México, Puebla, Morelos y estado de México. Señaló que el HGZ 25 de la CDMX está en total abandono desde hace 20 meses, en espera de ser demolido y pidió respetuosamente al presidente López que le ayude a ayudarlo.

Otra de las fallas del IMSS consiste en que la escasez de medicinas que ahora comienza a agravarse, es resultado de la decisión errónea de AMLO, cometida cuando  aun antes de tomar posesión de la presidencia de la república, pidió a Peña Nieto que ya no compraran los medicamentos que se licitaron en agosto de 2018, porque iba a revisar el procedimiento de adjudicación, debido a que existía la sospecha, no comprobada, que se estaban cometiendo actos de corrupción en la adquisición de esas medicinas.

Hoy, cuando los medicamentos empiezan a escasear en todos los ámbitos del sector salud, por culpa suya, López, con su peculiar estilo de evadir responsabilidades, acusó al hampa del periodismo de “inventar la falta de medicinas”.

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Raúl Espejel Pérez

Ha colaborado como articulista en la revista Jueves de Excélsior, El Universal de México, El Universal Gráfico, El Universal de Puebla, El Día, Nueva Era de Puebla y la revista Momento de Puebla (versión impresa y digital).