La torpeza de Morena
- Elmer Ancona Dorantes
La semana pasada fui testigo de muchas lágrimas, de mucho llanto y dolor. Mujeres divorciadas, madres solteras, mujeres viudas, padres de familia fueron despedidos injustificadamente de sus centros de trabajo en el gobierno federal. Muchos de ellos votaron por Morena. Me consta.
En un par de días, 150 trabajadores (diversos sexos, edades y capacidades profesionales) fueron echados a la calle, vilmente, en la Secretaría de Gobernación.
“Es el mandato del Señor Presidente”, “Somos enviados y acatamos órdenes”, “tenemos que controlar el presupuesto”, “es parte de la austeridad”… Bla, bla, bla, bla. Fueron los finos argumentos del personal de Recursos Humanos.
Muchos trabajadores se fueron sin un peso en la bolsa, sin liquidación, sin que les tomaran en cuenta los 15 ó 20 años de servicio que prestaron a las instituciones; al resto de los empleados le dieron una parte proporcional sin valorar la antigüedad o estatus laboral.
El Derecho a un Trabajo Digno, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a los tratados internacionales a los que México se ha adherido, valió pura madre.
A Morena no le importan los sentimientos de la gente, ni sus necesidades, ni su dolor ni su angustia. Le importan los votos; lo que haga después con los electores que le dan el voto es lo de menos. Pasadas las elecciones, las emociones y sentimientos de estas personas serán echados al bote de la basura.
“Qué voy a hacer con mi vida, vivo sola, estoy pagando mi casa y soy mayor de edad”, se pregunta Patricia, una mujer de 55 años que ha tenido que enfrentarse a los embates de la vida y ahora al problema de desempleo. A los de Morena les vale madres.
“Tengo un Doctorado en Derecho, he sido un excelente analista y por años he servido fielmente al Estado, a los ciudadanos (no a un gobierno). Soy un mexicano excepcional como muchos otros”, cuestiona Gregorio. A los de Morena les vale madres.
“Yo voté por Morena porque estaba harto de tanta injusticia, porque quería un país diferente para mis hijos; ahora serán mis hijos lo que paguen las consecuencias de mi torpe voto”, plantea Cynthia. A los de Morena les vale madres.
Maestros, Doctores, analistas políticos, investigadores de excelente nivel, hombres y mujeres con dos licenciaturas, personas sin ideología ni militancia partidista, trabajadores del Servicio Profesional de Carrera. Todos fueron echados a la calle. El argumento del nuevo gobierno: la Austeridad. A los de Morena les vale madres.
La próxima quincena viene un nuevo recorte; el mes próximo, también, y así será de aquí hasta diciembre. Eso viven y padecen cientos de trabajadores, mujeres y hombres, que sólo piden respeto a su Derecho a un Trabajo Digno.
Cuando se le pregunta al abogado de la Secretaría de Gobernación si conoce lo que dice el artículo 25 del Reglamento del Servicio Profesional de Carrera, tajantemente responde con un ¡No, no soy “codiguero”!
Cuando se le pregunta a la nueva Directora de Recursos Humanos si se tomó en cuenta la trayectoria profesional de cada uno de los trabajadores despedidos injustificadamente, responde tajantemente ¡No, sólo tomamos en cuenta su salida, nada más!
Cuando al otro funcionario de Recursos Humanos se le pregunta los parámetros que tomaron en cuenta para justificar los despidos, irracionalmente responde ¡Por motivos políticos, no laborales!
Estas son tan solo algunas historias que narran los trabajadores de la Secretaría de Gobernación que fueron brutal e injustificadamente despedidos, que ahora no tendrán pan ni comida que llevar a sus hijos. A Morena le vale madres.
Como periodista me queda claro que lo que realmente interesa a Morena es generar descontento social, caos, revolución, porque en su mente únicamente está el trastocamiento del “establishment”.
Ahora sí, como diría Paco Ignacio Taibo II, el vulgar director del Fondo de Cultura Económica, Morena se ajustició de la manera más vil a todas esas trabajadoras y trabajadores que, sin ton ni son, fueron echados a la calle por indicaciones de Andrés Manuel López Obrador ¡Todo por salvar a Pemex! ¡Todo por la construcción de su nueva planta petrolera!
Quienes narran estas historias -hay que ir a los tribunales laborales para escucharlas- son mujeres y hombres de buena fe que el único error que cometieron fue haber votado por Morena.
Y lo que viene, de acuerdo con analistas de sobrada credibilidad, va a ser peor; esto apenas comienza; los cimientos de una nueva revolución sangrienta se están colocando con el sufrimiento de mucha gente.
Primero fueron las madres y padres de familia a quienes les quitaron el derecho de llevar a sus hijos a la guardería; total, las abuelas pueden suplir de manera perfecta esas funciones (frase célebre del Secretario de Hacienda).
Luego fueron cientos de mujeres a quienes arrebataron el derecho de ser protegidas, resguardadas, de la violencia generada en su entorno familiar; total, que se rasquen con sus propias uñas sin el presupuesto del Estado.
Luego vino el despido masivo de cientos de trabajadores de todas las Secretarías de Estado y organismos descentralizados, a quienes dejan sin sustento, con tal de impulsar programas de gobierno improductivos (Tren Maya, aeropuertos bajo el control militar, Guardia Nacional militarizada). Esto apenas comienza, pero a Morena le vale madres.
Uno sería muy tonto como padre de familia seguir depositando el voto a favor de quienes atentan contra los derechos fundamentales del ser humano: trabajo, seguridad, progreso, vida digna. Ojalá que en las próximas elecciones a los ciudadanos no nos valga madres razonar nuestro voto.
@elmerando
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Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y maestro en Gobierno y Políticas Públicas por el Instituto de Administración Pública (IAP) y maestrante en Ciencias Políticas por la UNAM. Catedrático. Ha escrito en diversos medios como Reforma, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.