Un gran "Acuerdo Político Democrático" en MORENA ya se avizora

  • Samuel Tovar Ruiz
Su riqueza, qué duda cabe, no está por fuera sino "por dentro".

Uno de los grandes recursos que tiene cualquier ser humano o un grupo de estos, sobre todo quienes coinciden en una organización social o política, es volverse sobre sí mismos para encontrar respuestas en sus propias circunstancias, internas y externas, a problemas que aquejando su existencia, no sólo son propios sino de un entorno social mayor, pero que su solución depende no exactamente del tamaño del problema (que puede ser mayúsculo o minúsculo) sino del modo (metodológico o estratégico) como se encare y mediante lo que se  dé solución de continuidad a la complejidad problémica que, en un ahora y aquí concretos, se presente, pero que no es fácilmente manejable ni menos aún reencausable en vista a un fin.  Lo expuesto aquí viene al caso por que recientemente los medios han dado noticia del acercamiento de signo claramente Morena, proviniendo de Luis Miguel Barbosa, Alejandro Armenta Mier parece haber compartido la necesidad de la propuesta, acercamiento que, en modo alguno es extraño, ni sorpresivo, sino más bien altamente indicativo de la política  claramente autoreferencial que desde sus orígenes ha caracterizado al Partido-Movimiento, el dé los colores <<vino tinto fuerte>>.  El inicio de este diálogo no ha sido fácil, pero los garantes ahora son de máximo nivel, y pronto se espera concreciones  político-democráticas en beneficio de las mayorías no sólo de MORENA, sino ciudadanas.    

Como todo mundo sabe la riqueza política de MORENA no está sólo por fuera sino en su relación hacia adentro de sí misma, en cuyo <<centro de gravedad>> nace o se autogenera su propia autoreferencialidad (conjunto de acciones y programas Políticos) como organización partidista.  Apenas el pasado 1º de Julio del 2018 fue un claro ejemplo de esa autoreferencialidad.  El <<volverse hacia dentro>> de las relaciones sociales de nuestra sociedad civil para encontrar sus puntos críticos y hacer propuestas de regeneración, aparece en la historia de las instituciones políticas de nuestro país como claro precedente de un gran acierto no sólo político, sino de ejercicio holístico-comprensivo de la complejidad característica de nuestra sociedad.  Siendo así, en esa o desde esa perspectiva, como es posible encarar los problemas que no son, en efecto, de alguien en particular, sino de todos los sectores y capas sociales de la sociedad, vista en su conjunto.  Entonces, procediendo de ese modo, o desde esa perspectiva, es como mejor se captan los diversos significados políticos de cada problema, por cuanto, en efecto, no son sino significados por circunstancias específicas, que además no dejan de expresar una geopolítica que, por una parte,  en lo general empata con el entorno mayor de nuestra sociedad en su relación con el mundo actual.  Y, por la otra,  en lo particular, la misma referencialidad de la circunstancia mexicana no deja de  expresarse en diversidad de matices,  correspondiendo entonces a los propios partidos políticos concretarles, clausurarles en su real o potencial complejidad, en vista, desde luego, a un proceso más intensivo de diferenciación  autoreferencial, que les es propio.

De vuelta a nuestro tema, finalmente les ha sido claro a los actores de MORENA, que su riqueza política mayor no está por fuera, sino <<desde dentro>>, pues es desde esta perspectiva, desde esta situación como  no sólo lo que está por dentro, sino lo que está por fuera adquiere real significado.  Si es que realmente hablamos de política democrática moderna.  El reto es retomar entonces de manera autoreferencial, la dinámica de asenso progresivo del Movimiento de Regeneración Nacional en Puebla y en México.  Permanecer extraviados, se significa sobre todo en una “imposibilidad” de entendimiento de lo que es la riqueza política MORENA.  El acercamiento entre los principales actores del proceso político que en la actual coyuntura vive MORENA, no sólo intuitivamente es bien visto por todo aquel que está avezado en política local y regional, sino en un nivel de mayor profundidad discursiva, metodológica, genera todo un <<reto al contrario>> para ver cosas o giros políticos que no sean en la perspectiva de un mayor crecimiento de esta institución de izquierda, que hoy en día detenta el poder en México y se dispone hacer lo propio en Puebla, haciéndole de paso justicia al gran Pueblo de Puebla.  El acercamiento, no es cualquier contacto sino de calibre muy cualitativo, pues ambos son algo así como una especie de media naranja MORENA, cuyas partes no pueden andar cada cual por su lado. Entonces aquí se impone la capacidad de juicio, de entendimiento, arribando a acuerdos de gran franqueza y lealtad con el gran Instituto que ambas partes representan. Ni más ni menos lo que está en juego, ahora mismo, aquí en Puebla, es la <<Esperanza de México>> y por supuesto <<de los poblanos>>.  Ambas partes requieren echar mano, no de otros recursos que los que ponen a disposición la <<honestidad>>, la <<caballerosidad>>  la <<experiencia democrática>> de dos exponentes que ya con su <<acercamiento>> honran la memoria de muchos <<caídos>> que siempre soñaron con una Puebla y México más Justos, democráticos y libres. En ¡hora buena!  El acercamiento debe rápidamente tornarse en un <<Gran Pacto de Caballeros de la Izquierda de Puebla>> para consolidar el gran proyecto de la <<Cuarta Transformación>>, y sobre todo hacer realidad en Puebla una lucha institucional incansable para que los hombres y mujeres de aquí vivan mejor, teniendo la certeza de que <<su liderazgo político>> está claramente de su lado, del pueblo, de la democracia y de la mayor felicidad de la gente. Por lo que alcanzamos a ver, de concretarse un <<Acuerdo Democrático MORENA>> que vuelva unir las posibilidades políticas de ambas partes, entonces la probabilidad de un mundo mejor, de una Puebla y México mucho Mejores es muy, muy alta.

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