Cobardía y Traición

  • Elmer Ancona Dorantes
Se convirtieron en el tapete de la vergüenza.

Por: Elmer Ancona

El panismo poblano no falleció con la trágica y accidentada muerte de Rafael Moreno Valle. Es mentira. Es una percepción equivocada. El Partido Acción Nacional (PAN) de Puebla comenzó a morir cuando el morenovallismo abandonó las filas del PRI para “nacer” en el seno del blanquiazul.

Pocos se imaginaron que el ingreso de este inconforme y beligerante gladiador destrozaría toda la historia, todo el ritual, toda la doctrina, todo el liderazgo de un partido local emblemático. El bebé terminó hiriendo a la madre el día del parto.

¿Fue sutilmente planeado por él y por su principal grupo de iluminados, hoy prófugos de la persecución política? ¿Fue obra de la casualidad o de la causalidad? ¿Hubo complot para exterminar, de tajo, a uno de los panismos más conservadores del país?

Cuando Moreno Valle “pactó” una alianza con los panistas tradicionales, éstos no solamente le creyeron, sino que algunos de ellos se entregaron a plenitud a su causa (una causa que aún ni conocían). Creo que fue un 28 de diciembre ¡Santos inocentes!

Otros más se vendieron; se sometieron a sus designios, a su mandato; se incorporaron a su gobierno; pese a las múltiples ofensas que el buen “Rafa” impuso sobre ellos.

Los flageló a más no poder… y ellos se dejaron. Se convirtieron en el tapete de la vergüenza. ¡Silencio! esto no hay que decirlo tan alto porque se molestan. Son temas que se hablan “quedito”.

Hoy, estos panistas lloran como magdalenas, sufren, padecen, corren a los medios para decir que están acabados, que están desarticulados, que están muy muy debilitados, y que por eso ya no quieren competir para los puestos públicos ¡Qué cobardía!

¿Dónde quedó su carácter y su temple? ¿Dónde quedó su dignidad? ¿Dónde su historia? Por lo menos ahora que ya no está su “ejecutor”, deberían aprovechar el tiempo para rescatar su orgullo ¡Competir aunque pierdan!

No solamente los apabulló un ex priista venido a menos –en aquellos tiempos-, sino que ahora le temen a una izquierda naciente, en pañales –aunque chilla como gigante-, a la que podrían hablar de “tú a tú” si quisieran.

Por supuesto, todos levantan la mano cuando ven posibilidades de triunfar, cual viles atascados, aprovechados, oportunistas; pero cuando presienten que todo puede salir mal, huyen como caballos desbocados. Eso no es ser auténtico panista, ni aquí ni en la china (poblana).

Los verdaderos políticos se la rifan todo el tiempo, venga como venga la golpiza (de eso han dado históricas lecciones los priistas en todo el país); los auténticos capitanes de barcos enfrentan las mareas, pese a las brutales tormentas. No se amedrentan con nada. Y cuando no pueden solos, se suben a los hombros de un gigante.

No se vale que sólo en tiempos de bonanza quiera competir la mayoría para ponerse los laureles. No es lícito. No es de personas honradas ni serias ¿Qué chiste tiene obtener un triunfo de esa forma? No sabe a nada.

Los panistas poblanos argumentan, además, que salen demasiado caras las campañas como para tirar el dinero a la basura ¿What? Y entonces, ¿para qué sirve el financiamiento público?

Si un partido político, cualquiera que fuere su signo, no capacita, no convoca, no educa, no compite, entonces ¿para qué los quiere la sociedad? De estar tan mal debería cerrar sus puertas y colgar un letrero que diga “Nos fuimos de (largas) vacaciones”.

Un histórico partido, de la noche a la mañana, no puede asumir esa actitud tan infame; sus viejos líderes (casi siempre soberbios) deberían educar mejor a sus huestes. No se vale quedar ante la sociedad como cobardes ni traidores.

Los nuevos liderazgos en el PAN poblano están llamados a empujar hasta derrumbar lo obsoleto, hasta sacar del partido lo más podrido, lo hediondo; la gente está convencida de que algo o mucho queda de bueno en el blanquiazul, aunque esté en lo más recóndito del Estado.

Nada de frasecitas como “en la medida de mis posibilidades”; de “Yo sólo articulo al PAN nacional”; de “Que somos comparados con…”. Basta de calamidades. A México le urgen los equilibrios políticos… Y créanme que no soy panista. Igual podría decir  ¡PRD, levántate y anda! o ¡Habemus PRI!

@elmerando

elmerancona@hotmail.com

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Elmer Ancona Dorantes

Periodista y analista político. Licenciado en Periodismo por la Carlos Septién y Maestrante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales UNAM. Catedrático. Escribe en diversos espacios de comunicación. Medios en los que ha colaborado: Reforma, Notimex, Milenio, Grupo Editorial Expansión y Radio Fórmula.