La muerte de la Gobernadora, Martha Érika Alonso,  puso a Puebla  ante el riesgo de que la inestabilidad política derive en inestabilidad social.

Si bien es cierto que la responsabilidad es de todos los poblanos, el Congreso del Estado es quien tiene la obligación, por ley, de evitar el desastre.

Puebla atraviesa por circunstancias en que el interés colectivo debe prevalecer a intereses personales, partidistas o de grupo. Si los integrantes del Poder Legislativo no lo entienden así, estarán incurriendo en un error histórico de graves consecuencias para el presente y el futuro de la entidad.

Habría que recordar que no puede haber democracia si no existe un acuerdo político que garantice que las voces de todos serán atendidas.

Hoy más que en julio pasado, cuando compitió por la gubernatura, la coalición “Juntos Haremos Historia”, formada por Morena, PT y PES, puede hacer honor a su nombre, dado que si no lograron el triunfo para el Ejecutivo, si alcanzaron una mayoría en el Congreso, con la que pueden y deben demostrar que su compromiso es con Puebla y los poblanos.

Con 22 legisladores de los 41 que conforman la actual Legislatura, la mencionada Coalición tiene los elementos necesarios para desmentir, como lo dijo el presidente de la República, que se viven “tiempos de Canallas”.

Las circunstancias por las que atraviesa nuestra entidad exigen que la persona que designe el congreso como gobernador interino sea alguien respetuosa y conocedora de la ley; que tenga capacidad de interlocución con la sociedad civil, con los partidos políticos y con los poderes Legislativo y Judicial.

Por fortuna para los poblanos existen ciudadanos que reúnen este perfil, por citar un ejemplo, me viene a la memoria Guillermo Pacheco Pulido, expresidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, expresidente municipal de la capital y exdiputado federal.

No está por demás la insistencia en recordar que el Congreso poblano tiene que predicar con el ejemplo, que los 22 diputados de “Juntos Haremos Historia”, los 12 de la Coalición ganadora de la gubernatura –Pan, PRD y Movimiento Ciudadano “Por Puebla al Frente”; los cuatro del PRI, los 2 de Nueva Alianza y el del Verde Ecologista, tienen que insistir ante sus respectivos partidos políticos que los caprichos y la obstinación no darán buenos resultados en una próxima elección.

¿Por qué esta afirmación?

Morena, el partido en el Poder, a través de su presidenta Yeicol Polensnky, ya adelanto que Miguel Ángel Barbosa, repetiría como candidato, pues según ella, él ganó la elección.

Por el lado del PAN hasta seis aspirantes se han apuntado: Luis Banck Serrato; Eduardo Rivera; Humberto Aguilar; Luis Ernesto Derbez, Genoveva Huerta y Susana Riestra. Y el supuesto duelo, ¿dónde quedó?

Mientras que por los rumbos del PRI, hasta el momento es un partido a la deriva.

La Dirigencia Nacional hace oídos sordos a las quejas sobre las actitudes, los silencios, las omisiones, las complicidades vergonzantes e indignas de los lideres sectoriales y de la propia dirigencia estatal, todavía en funciones, que propiciaron no solo una estrepitosa derrota, sino que lastimaron profundamente a la militancia.

¿Usted qué opina?