La influencia de la imagen en pacientes con cáncer

  • Alejandra Salcedo
Si te sientes bien por dentro, te sentirás bien por fuera (y viceversa)

Cáncer es una palabra rodeada de temor y prudencia, ya sea por la empatía que surge el conocer a alguien que ha padecido la enfermedad o por el simple y básico instinto de auto preservación y supervivencia del ser humano. Pero, ¿cuál es la  percepción al escuchar la palabra cáncer?

El cáncer hace referencia a muchas enfermedades correlacionadas, cuyo problema son las células: cuando éstas comienzan a crecer de manera anormal y a extenderse de forma descontrolada, generando tumores o lesionando tejidos sanos del cuerpo. Esta enfermedad se escucha cada vez más en nuestro entorno y provoca emociones, pensamientos y reacciones de dolor, frustración, pánico y un sinfín de sentimientos encontrados.

La enfermedad puede ser hereditaria o resultado de una diversidad significativa de factores externos que, tanto médicos como investigadores, continúan indagando. Sin embargo, en  las últimas décadas han surgido cada vez más especialistas que contribuyen a la búsqueda de la cura y posterior erradicación del cáncer, con nuevos tratamientos que promuevan una mejor calidad de vida para quienes viven con este mal.

Como consecuencia de la enfermedad o del tratamiento, muchos de los pacientes oncológicos experimentan cambios drásticos en su físico, lo que puede llevarlos a experimentar “emociones difíciles” como ansiedad y depresión, resultando en la aceleración del deterioro del paciente.

Una nueva teoría sugiere una fuerte relación entre las emociones, la salud y el bienestar físico. Son diversos los autores que han llevado investigaciones; por ejemplo, Louise Hay,  escritora y oradora estadounidense considerada una de las figuras más representativas del movimiento del Nuevo Pensamiento, autora del bestseller “Tú puedes Sanar Tu Vida”, en donde expone las razones por las que el malestar puede ser reversible en virtud de los patrones mentales.

En la misma línea, Juan Serrano, en su libro “Poder anticáncer”, habla de la búsqueda de equilibro orgánico del cuerpo a través de la conexión de los sistemas nervioso central, endocrino e inmunitario. Serrano argumenta que el ser humano es uno, no está dividido en departamentos; por lo tanto, los estados anímicos negativos pueden impactar seriamente en la salud del cuerpo así como podemos mejorarla dramáticamente al evitar desmotivaciones y promover emociones positivas.

Como expertos en imagen, también consideramos que es necesario un soporte multifactorial, junto a los aspectos físicos y biológicos para trabajar en el tema. La propuesta es ofrecer a familiares y amigos, como red de apoyo principal, la posibilidad de mejorar la autopercepción y la autoimagen del paciente a través de contribuir con su imagen exterior.

Cunyer, A. (2014) en su tesis de grado denominada “Procesos oncológicos y afectación de la imagen corporal” menciona que el cáncer es cada vez más común y las modificaciones que desencadenan repercuten significativamente en la autopercepción de la imagen corporal, comprometiendo la calidad de vida del paciente. Por otra parte, Juárez, D. y Landero R. realizaron en 2011 una investigación a mujeres con cáncer de mama, concluyendo que autoestima y optimismo son factores con una relevante correlación que influyen sobre la imagen corporal e incluso la sexualidad de las pacientes.

La Imagen Oncológica no es una cura, pero sí una herramienta que puede hacer que todo el proceso sea más llevadero para el paciente y su red de apoyo. Será un trabajo integral que permita asesorar inteligentemente y con calidad humana las emociones del paciente a través de la percepción de su imagen. ¿Cuál es el impacto en las personas al ver que, además de sentirse pésimos después de recibir una quimioterapia, han perdido cabello, su piel no luce como antes, entre otros aspectos?, ¿Qué tan difícil es mirarse al espejo y no reconocerse, aunado a la serie de comentarios de familia y amigos que bajan aún más el estado de ánimo? ¿Cómo llevar una vida distinta a la que ya se estaba habituado? 

El proceso requiere de guía y herramientas que sirvan de base para tener otra perspectiva acerca de la enfermedad y vivirla de una manera más optimista y esperanzadora para el paciente a través de una mejor autopercepción. El consultor en Imagen Oncológica ayuda a que todos los elementos, físicos y de indumentaria, generen  una  percepción positiva, tanto interna como externa. Los detalles que pudieran parecer meramente estéticos, como el cuidado y atención de cabello, piel, dientes, uñas, etc. son verdaderamente efectivos en  la satisfacción con el cuerpo  y la autoimagen.

En Proyector: Esencia y Percepción, consideramos que se trata de atravesar los cambios físicos con un acompañamiento que permita generar mayor confianza en la persona que, sin duda alguna, se verá reflejado en cómo se siente.  Es redescubrimiento, en donde el paciente tendrá que aceptar que, si bien no es la misma persona por fuera, su esencia sigue ahí, esperando renacer y proyectarse  con una imagen fortalecida.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Alejandra Salcedo

Especialista en la construcción y manejo de percepciones. Maestra en Ingeniería en Imagen Pública, con experiencia docente, en capacitación, gestión de comunicación interna y externa.