En el reino de los ciegos, el meme es rey
- Barbara Lora
A frases memorables como: “es mi voz, pero no soy yo”, “comes y te vas”, “lo que el presidente quiso decir fue” y “un minuto, no menos 5” se unen bellezas como; “no soy yo, me hackearon”, “yo no me case” y “no tengo ninguna preparación, pero prometo estudiar”.
Si algo tenemos que agradecer los ciudadanos a los políticos, no son las reformas estructurales, ni mejores leyes o crecimiento y desarrollo económico, lo que agradecemos son esas bellas frases que se quedan en la historia y en el humor colectivo de los mexicanos, que somos rápidos para ridiculizar y así, con humor, sobrevivir a la “clase política” de México.
Si no quieren que le hagan memes a Cuauhtémoc Blanco, los morelenses no debieron haber elegido a un futbolista, cuyos referentes culturales provienen del libro vaquero y el Kalimán.
Si lo primero que hace el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados, es escribir tweets con faltas de ortografía y después en un video traduce mal del inglés al español library, y le llama librería en vez de biblioteca, no se quejen que nos burlemos de él.
Estamos a días que se realice la consulta popular para determinar si se construye el nuevo aeropuerto en Texcoco y aun no determinan cómo, dónde y de a cómo se va a hacer dicha consulta, pero ya uniformaron, vaya usted a saber con qué recursos, a los “Servidores de la Nación” que parece que son tan buenos que hacen, consultas, censos y si usted requiere hasta los tamales del bautizo del chamaco.
Meme pasillo dice, que ya que se puede nombrar a un striper en cultura, ¿porque no nombran a Manuel Mijares como Secretario de la Defensa? con eso de que es “Soldado del Amor” y estamos a punto de entrar a la era de la República Amorosa, el puesto le viene que ni pintado.
No se puede evitar hacer memes con un escritor que dice que se va a poner a estudiar para hacerla bien editando libros. Nos tenemos que pitorrear y hacerle memes bajo amenaza de ser fusilados, porque de otra forma nos pondríamos a llorar.
Cuando presumes de republicano, austero y hasta de humilde ermitaño que solo necesita un rinconcito en Palacio Nacional para colgar su hamaca (nadie le dijo que está prohibido hacer agujeros en edificios catalogados como Patrimonio de la Humanidad) y acudes a una boda escandalosamente cara, ostentosa y a mí no me cuenten, para salir en la portada de una revista de sociales de circulación nacional, se paga un dineral, y acude el humilde presidente electo con toda su “Clase política” perdón, no toda, la invitación de Barbosa se perdió en el correo, ¿Qué esperaban? ¿Qué nadie lo comentara? Sobre todo, si cierran calles de Puebla con elementos de seguridad tanto municipal como del estado, pero habrá que preguntarle al papá de la novia si estaban en el presupuesto de la elegante boda.
Si el presidente de la mesa directiva del Congreso de Puebla, primero como legislador de Movimiento Ciudadano, aprobó la Ley Bala, la Concesión del Agua y recibió sin gestos todos sus bonos, dietas y demás, ¿qué espera José Juan Espinosa, ahora que se erige como el Torquemada morenista que pide que se abroguen las leyes que él aprobó? Creo que está convencido de haber lavado sus “pecados políticos” al ser tocado por su santidad el Peje. Pero salta como canguro australiano cuándo se hace un meme sobre él o sus huestes.
En fin, esta reflexión por una boda fifi, un striper cultural, un escritor con deseos de fusilar ahora editor, es simplemente para insistir que sí, somos racistas y criticones. La realidad es que demostramos que todos somos clasistas, racistas, pero sobre todo frívolos. Vamos a necesitar muchos memes y el gran sentido del humor de las redes sociales, para sobrevivir los próximos años, porque si creen que lo de Mayer fue la excepción, me temo que va a ser la regla.
Lo que no debemos permitir, es caer en los excesos y agresiones como las que recibió Mariana Gómez del Campo por su meme de los perritos. Seamos realistas, si entre los perros hay clases y razas, entre los políticos más. Y ya me voy a callar, porque me van a calificar de clasista, racista y demás adjetivos pero la verdad es que soy mujer de campo, de golf, pero de campo al fin.
No se les olvide seguirme en mis redes sociales y en las calles de Cholula y Puebla. Por cierto, NO uso Messenger, por si ocupan.